Alejandra Baigorria y el premio que dio a sus trabajadoras de Gamarra: “Por algo la gente se queda conmigo”

La popular ‘Rubia de Gamarra’ visitó a las vendedoras de su tienda en la galería ‘San Pedro’, en La Victoria. La chica reality triunfa con su marca de ropa, la cual fundó hace 12 años.

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Alejandra Baigorria sorprende a sus trabajadores | América TV

Alejandra Baigorria, a sus 35 años de edad, se han convertido en una próspera empresaria y una de las pocas influencers que la logrado sostener su negocio en el tiempo, pese a la pandemia, el Estado de Emergencia o la crisis política en el Perú. La actual integrante de ‘Esto Es Guerra’ empezó con una pequeña tienda en Gamarra (La Victoria) en el 2011 y ahora dirige más de 10 puntos de venta en centros comerciales de Lima y provincias.

La popular ‘rubia de Gamarra’ no deja ninguna oportunidad pasar y ya se alista para la campaña de diciembre. “Hoy me tocó comprar todas las telas para la campaña de Navidad y Año Nuevo. Estamos recontra adelantados”, afirmó, orgullosa, por su planificación.

En un reportaje a América TV, la chica reality mostró a dos de sus trabajadoras, quienes venden en su tienda ubicada en la galería ‘San Pedro’ de Gamarra. Ella las sorprendió con un delicioso premio, pues es consciente que su equipo de trabajo le ayuda a concretar sus metas de venta.

“He venido a elegir las telas y llegué a la hora de almuerzo, así que mejor que un rico caldo de gallina o una sopa criolla (…) Le he traído sus calditos para comer y dejado también en algunas tiendas, a compañeros de la galería ‘San Pedro’ para compartir con los emprendedores que ni almuerzan por estar en sus tiendas, ya lo he vivido”, señaló Baigorria.

Alejandra Baigorria sorprendió a sus trabajadoras de su tienda en Gamarra. | América TV
Alejandra Baigorria sorprendió a sus trabajadoras de su tienda en Gamarra. | América TV

¿Qué dijeron las trabajadores de Alejandra Baigorria?

Alejandra Baigorria presentó a Rubí y Jessica, quienes trabajan con ella desde hace 11 y 13 años, respectivamente. La vendedoras se mostraron emocionadas por el almuerzo que les invitó la empresaria.

“Es una bella persona, muy buena, como cualquier otra persona, común y corriente”, comentó la señora Rubí; mientras que Jessica reafirmó: “es buena persona”.

“Para que veas cómo la gente se queda conmigo, por algo es”, comentó la novia de Said Palao, recalcando el tiempo que sus trabajadoras permanecen a su lado.

Alejandra Baigorria presentó a sus trabajadoras de su tienda en Gamarra. | América TV
Alejandra Baigorria presentó a sus trabajadoras de su tienda en Gamarra. | América TV

¿Cuál es el secreto de la empresaria? Baigorria recordó que lleva 15 años recorriendo las calles de Gamarra, desde que empezó vendiendo de manera informal a sus compañeros de la Universidad de Lima, cuando ella estudiaba la carrera de Administración. Y es que muchas otras influencer crearon su marca de ropa, pero en el camino, fracasaron.

“Para mi, lo que prevalece y te hace mantenerte en el tiempo es: uno, no rendirte; y dos, siempre es tener tu sueño, tu meta marcada en la cabeza. Yo siempre me despierto y digo ‘lo tengo que lograr, no importa cuántas trabas se me pongan encima, yo logro (…) Cosas que me propongo, gracias a dios, hasta el día de hoy lo he logrado, me demoro a veces, pero lo logro, las metas en la vida y los sueños están para cumplirse, y para que sean cumplidos, los sueños no llegan gratis, los sueños se trabajan”, sentenció.

¿Qué empresa tiene Alejandra Baigorria?

Alejandra Baigorria tiene una marca de ropa de su mismo nombre y vende prendas exclusivas para mujeres. En su página web tiene prendas desde los 50 soles hasta los 200 soles.

Alejandra Baigorria ofreció una conferencia en la XVI Cumbre Pyme del APEC 2023. Créditos a Facebook/@Comexperu
Alejandra Baigorria ofreció una conferencia en la XVI Cumbre Pyme del APEC 2023. Créditos a Facebook/@Comexperu

Hace poco, la modelo estuvo en la clausura de la XVI Cumbre Pyme APEC 2023, donde contó cómo inició con su negocio. “¿Qué hice? Me fui a Gamarra y compraba ropa para revenderla. Al inicio, compraba poca ropa, la llevaba en mi mochila y la vendía en la universidad, en el gimnasio. Me botaban. He recibido humillaciones por vender en el baño. Pero yo nunca me avergoncé porque yo sabía cuál era mi meta”, contó a los presentes.

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