Didí es recordado por todos los peruanos como el técnico que llevó a Perú a su primera Copa del Mundo por mérito propio, donde alcanzó los cuartos de final del Mundial México 1970. No obstante, algo que muchos no conocen es la gran trayectoria que tenía el brasileño antes de pisar suelo peruano, ya que como jugador, fue uno de los futbolistas más legendarios en la historia de Brasil.
Para conocer un poco más sobre Waldir Pereira, Infobae Perú conversó con el historiador Antenor Guerra García, quien dio detalles sobre su magnífica carrera y cómo una estrella de ese nivel pudo entrenar a la selección peruana.
La vez que Didí superó a Pelé y fue campeón del Mundo
Didí nació el 8 de octubre de 1928 en Río de Janeiro. Arrancó en el Madureira en 1947, el cual era un equipo local carioca. No obstante, se empieza a hacer conocido en Fluminense entre 1949 y 1956, donde comenzó a deslumbrar con su fútbol y fue convocado al Mundial Suiza 1954, en el que Brasil llegó hasta los cuartos de final:
“Era un jugador de corte cerebral, un arquitecto en la media cancha, muy elegante y bueno para los tiros libres. Fue el inventor de la famosa ‘hoja seca’, un disparo en el que la pelota hace una parábola alucinante y cae débil en un ángulo inubicable para el arquero, la bola caía como una hoja, era alucinante”, cuenta Antenor.
Waldir Pereira pasó a en Botafogo en 1957, club donde terminó de explotar. Por esos años, tuvo su primer contacto directo con Perú, pues nos eliminó del Mundial Suecia 1958, con un golazo de tiro libre, fruto de su marca registrada:
“Didí nos mete un gol en 1957, antes del Mundial 1958, de tiro libre. En esas eliminatorias nos tocó jugar solamente contra Brasil. Acá empatamos 1-1 con gol de ‘Toto’ Terry y en la vuelta nos ganaron con gol de Dídí con un tiro libre en el que usó la famosa ‘hoja seca’, no hay videos de ese gol, pero sí fotos, fue alucinante”, relata el historiador.
Ya en la Copa del Mundo, Didí emergió como el conductor de aquel maravilloso equipos ‘verdeamarelo’ que ganó su primera estrella. Disputó los seis partidos y marcó un gol en semifinales contra Francia. Fue tal su importancia, que la FIFA lo catalogó como mejor jugador del torneo, por encima del mismísimo Pelé, quien solo tenía 17 años, pero había sido clave, y a otra leyenda de la ‘canarinha’ como Garrincha. También superó a Just Fontaine, máximo goleador del torneo con 13 tantos, cifra récord que se mantiene hasta nuestros días.
Didí en Real Madrid
La actuación de Didí en el Mundial fue tal, que llamó la atención de Real Madrid, que lo fichó para la temporada 1959/1960. En aquella época, la ‘Casa Blanca’ venía de ganar cuatro Ligas de Campeones de manera consecutiva, y contaba con leyendas como Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskas y Paco Gento.
A pesar de la gran expectativa, no pudo brillar, tuvo diferencias con el grupo, pues no estaba dispuesto a compartir el liderazgo con Di Stéfano, hecho que repercutió en su rendimiento. Solo disputó 19 partidos, en los que marcó seis goles. A pesar de ello, consiguió ganar la quinta Copa de Europa, aunque no disputó la final con Eintracht Frankfurt. Al finalizar dicha campaña, el presidente Santiago Bernabéu le permitió retornar a Botafogo.
Llegada de Didí a Sporting Cristal
En 1962, tras ganar su segundo mundial consecutivo en Chile, Didí llegó a Sporting Cristal en calidad de jugador-entrenador. Su fichaje causó mucho revuelo, pues se trataba de una de las grandes estrellas del fútbol mundial y que acababa de levantar su segunda Copa del Mundo consecutiva. Antenor Guerra García reveló que el nexo que lo unió al cuadro ‘celeste’ fue su amistad con el dueño del club:
“Didí era muy amigo de los dueños de Sporting Cristal, el señor Ricardo Bentín y su esposa, la ‘Catita’, Esther Grande de Bentín. Tengo entendido que le da acciones de la Backus, porque Ricardo Bentín era presidente del directorio de Backus y para convencerlo, lo vuelve accionista, no mayoritario, pero le da”, señaló.
Lamentablemente, problemas con su carta pase impidieron que juegue partidos oficiales y solo defendió a la ‘celeste’ en algunos amistosos, siendo el más recordado el que sostuvieron contra el Barcelona de España en 1964, el cual rindió homenaje a los fallecidos durante la tragedia del Estadio Nacional.
Sin embargo, la aventura de Didí con los ‘cerveceros’ no culminaría ahí, ya que en 1967 retornó, pero ya retirado y solo como DT. Guerra García comenta que hubo dudas debido a su poca experiencia en el puesto, aunque luego disipó todas las dudas proclamándose campeón nacional: “Al inicio era cuestionado porque nunca había dirigido, ni siquiera en Brasil, el debuta como entrenador en Sporting Cristal, y en 1968 hace un campañón, se proclama campeón con Ramón Mifflin, Alfredo Quesada, Eloy Campos, ‘Chito’ La Torre, entre otros”.
Didí en la selección peruana
Su éxito en Cristal, llevó a Didí a la selección peruana, en la cual plasmó su fútbol ofensivo y vistoso, que había heredado de su natal Brasil. No obstante, sus inicios no fueron los mejores, ya que en un inicio, este estilo de juego le costó, pues el equipo no estaba tan compensado en la defensa, aunque con resultados, se fue ganando el reconocimiento de todos:
“Era un entrenador muy ofensivo. La selección peruana le podía jugar de igual a igual a cualquier rival, así lo demostró en el empate 2-2 en La Bombonera y en el Mundial contra Brasil, partido que perdíamos, pero le metimos dos goles. Él rescata del ADN del jugador peruano y le da sus conocimientos de jugador. Aprovechó su experiencia como jugador extraordinario para interpretar el juego, saber en que momento hacer los cambios preciosos o ubicar a la gente. Había opiniones divididas, porque antes de las Eliminatorias tuvimos varios amistosos en los que los resultados no fueron los mejores, el equipo metía goles, pero recibía muchos más. La defensa todavía no estaba al nivel , salvo Chumpitaz y Nicolás Fuentes, que eran la excepción. Después de clasificar fue otra cosa, había expectativa de hacer un gran Mundial, cuando terminó su ciclo, hubo una sensación de trabajo cumplido”, señala Antenor Guerra García.
Antenor describe a Didí como un DT calmado, que sabía llegar a sus futbolistas, aunque tuvo una polémica con Orlando La Torre, quien extrañamente no jugó en los cuartos de final de México 1970 contra Brasil:
“Didí había jugado con Pelé en 1958 y con Gerson en Botafogo. A La Torre, Gerson le había roto la pierna en un amistoso y se hizo un rumor que Didí no lo alineó para evitar que se vengue, porque Gerson era su amigo. Pero yo leí el informe del presidente de la Comisión de México 1970, este señala que La Torre dijo estar enfermo, pero en realidad estaba fingiendo, porque en el informe médico no salía nada grave, así que concluyeron que La Torre no quería jugar contra Brasil. Didí le dijo que era un cobarde y se armó una broncaza en el camarín. ‘Chito’ se le fue encima y por eso no jugó”, cuenta.
El historiador reveló que la figura de Didí llegó a asemejarse a la de Ricardo Gareca, cuando estuvo al frente de la ‘bicolor’, el cariño que la gente le profesaba llegaba al extremo de aplaudirlo públicamente, misma situación que viviría el ‘Tigre’ casi 50 años después: “Era una persona célebre, porque había sido un gran jugador, pero ya con sus éxitos de entrenador se volvió una celebridad, casi como el Gareca de esa época. Era querido por todos, le gustaba ir a Acho a ver a los toros, donde lo ovacionaban y aplaudían, también en el Hipódromo de Monterrico”.
Al brasileño también le gustaba mucho la noche. Un aspecto peculiar de su paso por el Perú, es que se le veía mucho en peñas: “Didí era bohemio, le gustaba ir a peñas en el Rímac y La Victoria, le gustaba la música criolla y tomar su pisco y whiskey, le encantaba el Perú, estaba en su salsa. Se codeaba con gente de la alta sociedad limeña como Bentín, pero también darse sus escapaditas y visitar las peñas criollas”, indica Antenor.
La última aventura de Didí en Perú
Tras el Mundial México 1970, Didí se marchó a River Plate de Argentina, país donde dejó una gran impresión tras eliminarlos de la Copa del Mundo. Ahí hizo debutar a futuras leyendas del club como el ‘Beto’ Alonso, ‘Mostaza’ Merlo y ‘JJ’ López, y luego siguió su trayectoria en Brasil, Turquía y Arabia Saudita.
En 1986 decidió pegar la vuelta al Perú, pero para dirigir a Alianza Lima. Su llegada fue clave en la explosión de los conocidos ‘potrillos’, pero no logró salir campeón, por lo que se marchó y fue reemplazado por Marcos Calderón, evitando, por azares del destino, ser parte de la tragedia del Fokker al año siguiente.
“Promovió a chicos jóvenes como el ‘Potrillo’ Escobar, José Casanova y Carlos Bustamante, apuesta por la sangre nueva. Alianza era el súper favorito para campeonar, pero pierde las dos finales con San Agustín, el Metropolitano y la final nacional. Termina el campeonato, regresa a Brasil y se salva de la tragedia del Fokker de 1987″, recordó Guerra García.