CPL: “La recesión ha impactado en librerías y hay incertidumbre en la renovación de los beneficios tributarios de la Ley del Libro”

Antonio Moretti, gerente general de la Cámara Peruana del Libro (CPL), conversa con Infobae Perú acerca del balance del sector editorial en este primer semestre, y de la Ley del Libro que está próximo a vencer este 15 de octubre. De no actualizarse, dejaría consecuencias funestas para la industria y la ciudadanía. Una de ellas: el incremento de precios de los libros en hasta 35%.

El gerente general de la Cámara Peruana de Libro, Antonio Moretti, habla sobre la imperiosa necesidad de exonerar de manera perpetua el IGV a los libros. Foto: composición Infobae/Andina/CPL

En entrevista con Infobae Perú, Antonio Moretti, gerente general de la Cámara Peruana de Libro (CPL) explica la urgente necesidad de la exoneración perpetua del Impuesto General a la Venta (IGV) de los libros, además de otros beneficios tributarios. El directivo expone que el sector editorial viene enfrentando una recuperación lenta tras un pésimo primer trimestre en términos de distribución y comercialización del libro. Por otro lado, confía en que el proyecto de ley del Poder Ejecutivo— que incluye la exoneración del Impuesto a la Renta por las regalías de derechos de autor, y abraza la mayoría de sus demandas—, llegue a un buen puerto en las Comisiones dictaminadoras de Economía y Cultura del Congreso, para su respectiva aprobación hasta antes del 15 de octubre.

“Nosotros vamos a pelear por la inafectación perpetua hasta el último día. Nos parece que es una posición no solo del gremio, sino de país. Apenas publicado el dictamen de la Comisión de Economía, hemos comenzando a buscar a los agentes del sector tanto del Legislativo como Ejecutivo”, señala.

- En un año marcado por la recesión, sin muchos signos optimistas de reversión en el corto plazo, la última Feria del Libro ha dejado importantes transacciones y buen número de visitantes, ¿es un mensaje claro del ciudadano por la promoción de la lectura?

Es un mensaje positivo sobre la promoción de la lectura, pero también sobre el acceso. Creo que esa es la importancia de las ferias. Sí hubo un incremento en las transacciones comerciales en comparación con el año pasado, pero todavía no estamos en las cifras anteriores a la pandemia.

La convocatoria que tuvo la Feria Internacional del Libro de Lima (FIL) llegó a más de 430 mil visitas que es un número cercano a lo que fueron años prepandémicos, lo que muestra un interés por el acceso a la lectura. Siempre planteo que las ferias son un modo de suplir la deficiencias de librerías y bibliotecas a nivel nacional, de acercar a la ciudadanía, no solo en Lima, sino en las regiones. Por eso no solo hablo de la importancia de la FIL en Lima, sino de las ferias en general como una muestra clarísima del interés por acceder al libro.

Antonio Moretti, gerente de la CPL, señala que en el balance anual, la recesión ha impactado en las ventas de los libros. | Infobae Perú

- En esa mirada del acceso a la lectura, comparado con otras regiones, ¿cómo le va al Perú?

No le va mal. La encuesta nacional organizada por el Ministerio de Cultura y el INEI muestra que el peruano tiene muchísimo interés por la lectura. El promedio es de casi dos libros por persona al año. Debemos entender que el cálculo de hace cinco o siete años era de uno.

Este crecimiento de hecho va de la mano con la Ley del Libro, del impulso que genera el Ministerio de Cultura en los estímulos económicos, en el fondo libro que parecen acciones muy atomizadas, pero en realidad es la constancia generada por la lucha por la Ley del Libro de los últimos años.

Si hacemos esa comparación con otros países, como Colombia, que tienen un promedio de cuatro libros por persona, debemos entender que su Ley del Libro es de 1993, o sea, tienen ellos un trabajo de casi 30 años, firme constante, en beneficio del libro y del acceso a la lectura.

El primer paso es trabajar este derecho, después de eso, podemos hablar del incremento de la cantidad de libros, de lectores, escritores, etc, pero si el acceso a la lectura lo tenemos dificultado, no hay manera de que esto funcione. En el caso de Argentina, trabajan distintas herramientas en fomento y producción editorial desde la década del 30, del siglo pasado. Entonces, es una política de Estado favorecer el acceso a la lectura.

¿Cuál es el balance del movimiento comercial de los libros y con cuánto piensan cerrar este año?

El primer trimestre fue muy malo en las transacciones financieras a nivel de la distribución del libro. Era muy difícil enviar libros a Cusco u otras ciudades del interior. Fue muy complicada la distribución y, por consecuencia, la comercialización. En el segundo trimestre, las cosas mejoraron y comenzaron a activarse una serie de ferias en el interior del país como por ejemplo la feria de Huancayo. Esto es un estímulo comercial y también una manera de cubrir esos espacios vacíos por falta de bibliotecas y librerías.

Esto comienza a activarse en el segundo trimestre. Por supuesto la Feria Internacional del Libro de Lima es un repunte comercial para todas las empresas e instituciones vinculadas al sector, pero después de la feria, se activan otras como la de Arequipa, Piura, y estamos a la espera de la Feria del Cusco. Entonces de hecho, el segundo semestre repunta comercialmente y es por eso que no tenemos las cifras o indicadores objetivos, que recién lo tendremos en enero y febrero.

Lo que sí te puedo decir es que hay un criterio económico súper importante que es la confianza. La confianza dentro del sector sobre la comercialización en este segundo semestre es bastante positiva. La expectativa que tiene una buena parte del gremio es que va a mejorar, pero el balance anual, no. La recesión de todas maneras ha impactado en las librerías, ha impactado en las ferias. Hay una reducción en la potencia de ventas y si eso le sumamos la incertidumbre de los beneficios económicos tributarios que se producen con la Ley del Libro, pues la expectativa se modifica.

Antonio Moretti señala que desde el Congreso y Ejecutivo han notado buena recepción de las necesidad del sector. | Infobae Perú

Tradicionalmente el segundo semestre es muy bueno, pero esta incertidumbre sobre la renovación de los beneficios tributarios de la Ley del Libro nos tienen bastante preocupados.

El sector está como un vaivén, ¿cuánto tiempo costaría una recuperación más integral para acercarse a niveles prepandemia?

Nosotros hicimos una proyección de año y medio para que comercialmente se estabilicen, pero igual el factor de la Ley del libro es muy importante. Si no se renuevan los criterios tributarios hasta el 15 de octubre, el retroceso de la industria del libro es incalculable. Uno de los puntos es la exoneración del IGV a las ventas y algunos creen que eso significa que si se vence la ley del libro, al día siguiente los libros costarían 18% más, y eso es completamente inexacto. El promedio es 30%, algunos podrían incrementar sus precios en 35% o 40%, es enorme.

Eso pasa porque la exoneración del IGV en las ventas está amarrado al reintegro tributario en la producción editorial. Eso significa que cuando yo compro papel para producir un libro, pago el IGV de ese papel. Cuando yo le pago a la imprenta, pago ese IGV de imprenta.

Si se pierde la exoneración del IGV, no solo se va a incrementar ese 18% del precio a la venta, sino todas las cargas tributarias de la producción, y por otro lado la idea de que el precio de ventas se incremente desalienta la producción. Eso significa que yo ya no voy a tirar 1.000 ni 2.000 ejemplares, porque mi expectativa de venta va a ser menor y si produzco menos libros, el costo es más alto, lo que significará que la sola reducción de la producción vaya a incrementar los costos y a eso hay que sumarle el IGV.

Si no se aprueba una nueva ley del libro, el impacto negativo comenzará a sentirse el 16 de octubre. Foto: Andina

En nuestras simulaciones de producción, estamos hablando de un incremento de hasta 35%, es nefasto. Esto también va a afectar directamente a las importaciones y exportaciones de libros. Si los demás países tienen estos beneficios tributarios y el Perú está cargado de tributos, vamos a ser una isla difícil de comercializar. Se convertirá en un país en el que uno no va a querer hacer negocios, mientras que los demás países pueden comercializar tantos libros como derechos de autor de manera libre.

El aislamiento internacional no solo significará que nuestros autores y nuestra cultura no se internacionalice o se dificulte la internacionalización, sino que nos aislaremos culturalmente. La producción intelectual, los libros de investigación, de ensayo, no van a llegar al Perú.

¿En cuánto tiempo comenzaría a sentirse el impacto?

El impacto negativo comenzaría a sentirse al día siguiente. Porque en el supuesto de que fuera un importador de libros, que voy a distribuirlos a nivel nacional, estoy importando con un costo ahora y el 16 (de octubre) vamos a tener que subir un costo nuevo. Si es ya difícil la distribución nacional en el primer trimestre de este año, imagínate lo que va a ser para varias editoriales participar en estas ferias del interior. Esto va a ser un problema para el sector editorial por un lado y un problema mayúscula para la ciudadanía que se verá perjudicada en su acceso a los libros.

Antonio Moretti explica que el alza del precio de ventas en libros desalienta la producción editorial, lo cual puede derivar en mayores costos | Infobae Perú

Profundizando sobre la Ley del Libro, el derrotero durante cada tres años, ¿cuáles son los avances que han tenido para que la vigencia se extienda?

Primero, nosotros llevamos este trabajo de lograr que la exoneración del IGV sea perpetua, es una pelea de siempre, pero ya casi un año que llevamos conversando con distintos actores del ecosistema del libro. Hemos tenido una buena recepción de estas ideas con congresistas y el Ministerio de Cultura. Hace como un mes, nos reunimos también con el ministro de Economía (Alex Contreras) y le expusimos nuestras necesidades.

Él vio esto como una posición que debe asumir el Estado, de proyecto de país. El Poder Ejecutivo, así como cinco grupos parlamentarios tomaron como suyas estas peleas, presentó un proyecto de ley al Congreso y debo decir que es el más potente.

¿En qué se diferencia?

El Ejecutivo aceptó todas las propuestas que desde la Cámara Peruana del Libro y otros gremios presentamos como la exoneración del IGV a perpetuidad, reintegro tributario a la producción editorial, la exoneración al impuesto a la renta de las regalías.

¿Qué significa esto? Que cuando eres un escritor peruano y vives en Estados Unidos, por ejemplo, y yo quiero publicar tu libro, acá en el Perú lo que te pago como derecho de autor está cargado con 30% de impuesto a la renta. Eso hace que mi producción nuevamente se encarezca y se desaliente porque ese escritor peruano radicado en el extranjero va a preferir publicar con una editorial colombiana que no le va a retener nada de su pago, antes que publicar en Perú.

Eso es uno de los motivos por las cuales muchos escritores e investigadores peruanos publican en Colombia, México, España, Argentina y no acá. Este impuesto a las regalías nos aísla.

El Poder Ejecutivo entendió que exonerar el impuesto a la renta a las regalías motiva a la producción editorial. Eso lo ha asumido en su proyecto de ley, cosa que no pasaba en las otras propuestas (del Congreso).

- ¿En qué etapa del Congreso va la renovación de la Ley del Libro?

Estamos en la etapa del dictamen, donde se recoge todas las posiciones para consensuar todos los proyectos de ley y consolidarlo en uno solo. Del dictamen presentado por la Comisión de Economía tenemos dos observaciones en la exoneración del IGV. Nosotros estamos peleando porque sea perpetua y la manera en la que lo propone el Ejecutivo es integrar los libros al artículo segundo de la Ley del IGV, donde son bienes que están inafectos del IGV, pero en el dictamen aparece que el libro debe ser integrado a la ley de IGV por tres años; entonces de nuevo volvemos al problema.

Ahora estamos a la espera del dictamen de la Comisión de Cultura y tenemos toda la expectativa de que (este grupo de trabajo) no ponga tres años. A nosotros nos gustaría—, esa ha sido la posición desde el inicio—, que los libros estén no exonerados, sino inafectos, que es perpetua. El hecho de que se integre a la Ley del IGV está bien, no nos parece un error, pero no debe decir por tres años.