La marinera podría ser Patrimonio Cultural de la Humanidad: Ministerio de Cultura postulará a la tradicional danza

Ministerio de Cultura busca que las diferentes variades de la Marinera sean reconocidas mundialmente.

Marinera es una danza que se ejecuta con suma elegancia y armonía.

La gracia y elegancia de la marinera merece ser reconocida. Eso lo sabe bien el Ministerio de Cultura, institución que actualmente gestiona y articula para que se elabore el expediente de postulación de la danza, en sus diversas variedades regionales, y se presente a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Así lo dispone el Decreto Supremo N° 003-2023-MC que aprueba medidas para promover la salvaguardia de esta danza emblemática del Perú y su embajadora cultural en el mundo.

La norma, publicada este 22 de septiembre en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano, señala que la Marinera, en sus diversas variedades regionales, es una expresión cultural inmaterial que forma parte de la identidad cultural del Perú.

El dispositivo legal señala que la marinera, como expresión de identidad cultural en sus diversas variedades regionales, es una expresión cultural inmaterial que forma parte de la identidad cultural del Perú. Por ello, el Ministerio de Cultura reconoce su práctica como universal y promueve iniciativas públicas y privadas para preservarla.

El decreto supremo lleva la firma de la presidenta de la República, Dina Boluarte; y está refrendada por la ministra de Cultura, Leslie Urteaga Peña.

Hay diferentes variantes regionales de la marinera.

Los orígenes de una danza elegante

La belleza de la marinera cautiva a todos los peruanos y también a extranjeros que alaban su encanto. El prestigio de este baile, que se ejecuta esencialmente en pareja, ha cruzado las fronteras de nuestro país para convertirse en el embajador de las danzas peruanas y participante indispensable de todas las actividades conmemorativas del aniversario patrio en el exterior, ferias turísticas internacionales y festivales donde el Perú es invitado de honor.

Los historiadores de la Marinera coinciden en que esta danza tradicional tiene sus antecedentes en el siglo XVII y es producto del mestizaje cultural. Una de sus raíces es el baile europeo llamado minué, que llegó con los españoles y que se manifestó durante la época virreinal. Se trataba de una danza que se ejecutaba en las celebraciones convocadas por las autoridades coloniales y en festividades de las familias aristocráticas y adineradas, sobre todo en las provincias de la costa.

Este baile fue observado con interés y asimilado por la servidumbre, conformada por mestizos, esclavos africanos e indígenas, quienes modificaron la reverencia y la cadencia que caracterizaban al minué, tanto en los pasos de baile como en la música, para generar su impronta con desplazamientos, ritmos y sonidos más alegres.

Esta nueva versión peruana del minué pasó a llamarse “fandango” y se hizo popular, encontrándose en el transcurso del siglo XVII con el tondero, otro baile mestizo surgido en la costa norte peruana y caracterizado por sus movimientos más atrevidos en cuanto al asedio amoroso del varón a la mujer. A partir del maridaje de ambas danzas nació la “zamacueca”, baile en pareja pícaro y donde los danzantes varón y mujer están separados y usan un pañuelo en la mano.

La marinera es una danza icónica con múltiples variantes regionales.

A partir de estas danzas primigenias surgió una variante mestiza llamada “Resbalosa”, que también recibió influencia española, africana e indígena, la cual podría considerarse como la precursora de la actual marinera.

El nombre Marinera fue acuñado, en marzo de 1879, por el célebre escritor, compositor, periodista y político Abelardo Gamarra, que usaba el seudónimo de “El tunante” en sus artículos periodísticos. De esta manera le otorgó una identificación a esta danza que venía cosechando crecientes elogios y cultores en todo el Perú, más aún en un contexto como la Guerra del Pacífico que motivó un gran sentimiento patriótico y de defensa de las tradiciones y costumbres nacionales.

La primera marinera compuesta para ser cantada con acompañamiento de piano se creó en 1892 con el nombre de “La concheperla” cuya letra es de autoría de Abelardo Gamarra, “El tunante”, y la partitura musical pertenece a Rosa Mercedes Ayarza.

Ya es patrimonio cultural de la Nación

El 30 de enero de 1986, las formas coreográficas y musicales de la marinera en todas sus variantes regionales fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Nación por el entonces Instituto Nacional de Cultura del Perú (hoy Ministerio de Cultura), siendo esta la primera declaratoria de este orden otorgado por el Estado peruano.