Nunca antes se había estado tan cerca del ocaso y las sombras. Mejor dicho, nunca antes se había estado en el ocaso y la oscuridad. Con su reciente participación en el Preolímpico de vóley de Tokio, Japón, la selección peruana terminó de confirmar una profunda crisis de la que será extremadamente difícil levantarse. Sin ánimos de ser fatalista, el declive del voleibol peruano no se puede negar. Los tiempos de gloria quedaron muy atrás y será bastante complicado recuperar la esencia triunfal que alguna vez tuvo la ‘blanquirroja’.
En este 2023, el equipo que tiene a Francisco Hervás al frente tocó fondo más de una vez. Si bien ya habían señales claras de que la situación se había tornado complicada, pocos imaginaban que esto llegara a ser insostenible. Las críticas se volvieron un pan de cada día y la mayoría de ellas apuntaron al entrenador español como culpable.
¿Se le puede defender? ¿Se le puede excusar? Tal vez la Federación Peruana de Voleibol (FPV) no tiene tantos recursos y padece una crisis más allá de lo económico que impide trabajar cómodo a cualquiera. Pero Hervás tuvo más de una oportunidad para resarcirse y no pudo hacerlo. Todo lo contrario. Llevó al equipo de mal en peor.
Desde que tomó las riendas de la selección en septiembre del 2018, el técnico español no logró repotenciar a la ‘bicolor’ como esperaba, no cumplió las expectativas -ni altas ni bajas- y no logró éxitos deportivos que le puedan respaldar su estadía en el banquillo nacional.
Las únicas luces en el camino fueron el podio del Campeonato Sudamericano del 2019 (3°) y una medalla de oro en los Juegos Suramericanos 2022. Después de esto, no se ganó más. Poco a poco, el equipo fue cuesta abajo hasta llegar a la agonía de hoy. El breve resumen de un año triste y para el olvido del vóley peruano, que en otros tiempos lucía vigoroso y exitoso.
El ocaso de Perú en el 2023
El año comenzó con una noticia positiva para Perú, luego de que fue incluido en la lista de selecciones participantes en el Preolímpico a París 2024. La escuadra nacional pudo hacerse un lugar en esta cita en la que compiten las 24 mejores delegaciones del mundo, gracias a que Francia ya estaba clasificada a los JJ.OO. por ser el anfitrión y, además, porque Rusia no puede competir por una sanción que le impuso el Comité Olímpico Internacional (COI). En ese contexto, la ‘bicolor’ logró entrar en el bombo por ser la 26° del ránking en aquel entonces.
A partir de ello, Francisco Hervás llevó a cabo un plan que le permita prepararse de la mejor forma posible principalmente para este evento. Así, en el mes de julio, la ‘blanquirroja’ emprendió una gira internacional en Argentina, que comprendió de cuatro amistosos frente a las ‘Panteras’, en los que registró un 100% de derrotas (0-4).
Este balance negativo ya presagiaba resultados malos en sus retos venideros. Y todo presagio se cumplió. Primero en la Copa Panamericana que se realizó en Puerto Rico. Ahí la selección se ubicó penúltima de su grupo en la primera ronda y rápidamente quedó sin chances de disputar el título. No obstante, consiguió derrotar a Chile (3-1) y Canadá (3-0) para luchar por el quinto lugar del torneo, cayendo ante Colombia (2-3) en la definición de ese puesto.
En medio de ello, surgió una pugna entre Ángela Leyva y la FPV. Mientras la jugadora afirmaba que no le había llegado ninguna convocatoria, la Federación la desmintió con pruebas presentadas en una conferencia de prensa para evidenciar que sí se contactaron con ella. Novela innecesaria y absurda.
En ese contexto, el equipo de Hervás viajó a Brasil para afrontar el Campeonato Sudamericano y ocurrió lo menos esperado. Luego de perder ante Brasil (0-3), Argentina (1-3) y Colombia (1-3), Perú sufrió una histórica derrota ante Chile (2-3) firmando su peor participación en este torneo, al despedirse en el último lugar por primera vez con solo un punto y ningún triunfo.
Esto desencadenó, entre muchas otras cosas, la renuncia definitiva de Francisco Hervás, que por pedido de la Federación ha seguido al mando hasta que se dispute el último desafío del año: el Preolímpico.
Siendo los últimos de Sudamérica, definitivamente no le deparaba nada positivo a la selección nacional en Tokio. En el Grupo B, ganó un set meritorio ante Turquía y dos ante Argentina, pero todos los duelos fueron con derrota. Su balance en sets fue negativo (3-21) y se estancó nuevamente en el último lugar con 1 punto.
Junto a México, del Grupo A, y Corea del Sur, del Grupo C, Perú fue el segundo peor equipo de los 24 que disputaron el boleto olímpico a París 2024. Y, tras sus discretas actuaciones, hoy se ubica en el puesto 39° del ránking mundial con grandes posibilidades de seguir cayendo posiciones.
Sin solución a la vista, la selección peruana no ve luz al fondo del abismo. Hoy todo es tinieblas para la ‘bicolor’. Ha sido un año imborrable con novelas extradeportivas, caos y bajo rendimiento. Para recuperar los años de gloria, es necesario renacer: “Hay, hermanos, muchísimo que hacer” (César Vallejo).