Si eres aficionado al cine o al menos has visto algunas películas, estarás familiarizado con el icónico Hollywood. La edad dorada de esta industria cinematográfica se sitúa en las décadas de 1930 y 1940. En aquel período destacó la figura de Clark Gable, uno de los actores más renombrados en la historia del cine. Con un perfil que lo caracterizaba como el galán seductor y viril, el artista participó en exitosas producciones del Hollywood clásico.
El actor, que nació en 1901, no resistió la tentación de visitar Perú. Así, llegó a Lima en 1935, en uno de los momentos más exitosos de su carrera en Hollywood. Su trayectoria incluye también participaciones en teatro; se dio a conocer en Broadway con la obra “Machinal” en 1928. Dos años más tarde, protagonizó su primer largometraje junto a figuras como Joan Crawford, Myrna Loy y Jean Harlow, algunas de las estrellas femeninas más destacadas de la época.
En la mitad de la década de 1930, Clark Gable experimentó el punto álgido de su carrera con su actuación como Rhett Butler en “Lo que el viento se llevó” (1939). Este largometraje, que dura cuatro horas, se llevó ocho premios Óscar y se convirtió en el papel definitorio del artista.
Clark Gable y su llegada a Perú
El actor estadounidense llegó a la capital peruana el 5 de octubre de 1935, pero lo notable es que solo permaneció en el país durante 24 horas. En ese momento, tenía una agenda muy apretada, con un ritmo de trabajo que le permitiría completar dos o tres películas al año. Arribó a nuestro país siendo ya ganador de un premio Óscar, obtenido el año anterior en la categoría de Mejor Actor Principal por su participación en la película “Sucedió una noche” (1934), dirigida por Frank Capra.
Al pisar suelo peruano, Gable fue recibido por una multitud, lo que llevó a la movilización de la Guardia Nacional debido al entusiasmo y fervor que generaba la figura pública. Los admiradores, cautivados por su actitud de autosuficiencia y conquistador, no dudaron en esperar su llegada para darle una cálida bienvenida.
En la tarde de aquel sábado, el avión del artista aterrizó en la pista de Las Palmas.
Los fanáticos en Las Palmas
Aproximadamente a la 1:00 de la tarde, más de mil personas ya se habían congregado cerca de la pista de aterrizaje para presenciar la llegada de Clark Gable, una de las figuras más importantes de Hollywood. Precisamente a la 1:25 p.m., se observó la llegada del avión de desde el extremo norte de la pista. La aeronave realizaba un círculo en la pista y se dirigió a la caseta de espera.
Cuando la puerta se abrió y Clark Gable levantó su brazo derecho para saludar, todas las medidas de seguridad colapsaron.
La multitud rompió el cordón de seguridad policial en un intento por acercarse al actor. No obstante, el intérprete de Rhett Butler en “Lo que el viento se llevó” se dirigió rápidamente hacia el automóvil que lo transportaría unos 100 metros, logrando evitar una avalancha humana. A pesar de ello, unas decenas de fans lograron acercarse para acompañarlo entre risas y abrazos hasta el vehículo que lo llevaría fuera del aeropuerto Las Palmas.
Mantener la seguridad del actor se convirtió en un desafío, ya que los admiradores intentaban acercarse al vehículo agarrándose de los estribos o guardafangos. El trayecto hasta San Isidro duró aproximadamente 20 minutos. Aunque las autoridades mantuvieron en secreto la ubicación del hotel donde se alojaría el actor, los seguidores de Gable lograron descubrir su paradero.
Al llegar al elegante hotel Country Club, un grupo nutrido de fanáticos ya lo esperaba, y muchos lo acompañaron mientras ascendía por las escalinatas del hotel. Finalmente, el artista pudo respirar tranquilo solo cuando le solicitaron las llaves de su habitación reservada y se internó en el recinto.
Una vez que el actor estuvo seguro en su habitación, los reporteros de la prensa peruana iniciaron su labor. La misión era obtener declaraciones del actor norteamericano, quien estaría en Lima solo por 24 horas antes de partir hacia Santiago de Chile y posteriormente a Buenos Aires, Argentina.
En conversación con los medios, Gable compartió sus planes de viaje y detalles de su próxima película, que tendría relación con el país del tango. El actor también mencionó que su paso por Perú era breve y que continuaría su gira por Buenos Aires y luego por Río de Janeiro, donde se quedaría por dos semanas antes de regresar a Estados Unidos.
La llegada del actor generó una especie de euforia entre los jóvenes de la época, quienes se dirigieron al hotel donde se ubicaba el actor. Tras forzar la puerta, cuatro o cinco jóvenes se encontraron con Clark Gable y, en un arrebato de emoción, le solicitaron un autógrafo.
Testimonios de la época relatan que grupos de mujeres, conformados por tres o cuatro personas, se dispersaban por todo el Country Club con el único objetivo de establecer algún tipo de contacto con el artista de Hollywood. Se supo que Gable tenía previsto almorzar en su habitación en la tarde y que, posteriormente, intentaría conocer Lima de incógnito para evitar ser reconocido, aunque se desconoce si lo logró.