Casinos, bares y discotecas mantuvieron sus puertas abiertas al público con normalidad en la segunda noche de restricciones del ‘Estado de Emergencia’ en los distritos limeños de San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres. Las principales calles de estos distritos, mantenían el flujo normal de transeúntes y la atención se mantenía en los locales comerciales.
En un recorrido realizado por ATV Noticias, cerca de las 12:00 de la noche, daba cuenta que en el bulevar de la avenida Perú, en San Martín de Porres, los locales nocturnos operaban como cualquier día normal. Solo los comercios ambulatorios de comida que, normalmente, se quedaban atendiendo hasta la 1:00 de la madrugada, optaron por cerrar sus puestos haciendo caso a las disposiciones dictadas para combatir la inseguridad ciudadana.
Una situación similar se vio en San Juan de Lurigancho. Ante la orden de suspender los eventos sociales, muchos comercios y transeúntes no respetaron las disposiciones como, por ejemplo, la suspensión de los eventos sociales. En el bulevard de distrito, las personas llegaban a los bares para compartir con algunos amigos a pesar de la prohibición.
De acuerdo a las disposiciones brindadas por la Municipalidad de San Juan de Lurigancho para acatar el ‘Estado de Emergencia’, se autoriza a los bares y restaurantes atender al público hasta las 11:00 de la noche. Sin embargo, los locales hicieron caso omiso y continuaron atendiendo a sus clientes aduciendo que la medida les afectará económicamente.
Poca presencia policial en las calles
Durante la madrugada de hoy, jueves 21 de septiembre, las calles de San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres lucían con poca presencia policial, incluso en las que han sido declaradas zonas de control territorial. En un recorrido realizado por Latina Noticias a las 5:00 de la mañana, se podía observar que no había patrulleros recorriendo las avenidas.
También, se evidenció que muchos transeúntes hicieron caso omiso de las medidas restrictivas y hubo grupos bebiendo licor en plena vía pública a pesar de las prohibiciones que rigen desde las 12:00 de la noche hasta las 4:00 de la madrugada.
En San Martín de Porres, sus principales avenidas amanecieron sin mucha presencia de efectivos policiales, algo contradictorio con lo anunciado por el alcalde distrital, Hernán Sifuentes, quien indicó que la Policía Nacional intervendrá 31 puntos, entre ellos el sector de Zarumilla, Caquetá, y avenidas como Perú, Dueñas, Cantacallao, Naranjal y Los Olivos.
¿Desde cuándo rige el Estado de Emergencia?
El Estado de Emergencia decretado para los distritos limeños de San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres, y la provincia de Sullana, en Piura, empezó desde la madrugada del miércoles 20 de septiembre. De acuerdo a la norma, la Policía Nacional del Perú (PNP) y las Fuerzas Armadas permanecerán en zonas específicas para acabar con los actos delictivos en estas jurisdicciones.
Según el decreto supremo 105-2023-PCM, el estado de emergencia se aplicará durante 60 días desde la medianoche hasta las 4 de la madrugada. Se especifica también que se suspenderá el reconocimiento de los derechos a la libertad de tránsito, inviolabilidad de los domicilios, la libertad de reunión y libertad y seguridad personales.
El objetivo es que las autoridades prevengan la comisión de delitos de extorsión, sicariato, trata de personas y delincuencia internacional.
Los resultados del primer día
En el primer día del ‘Estado de Emergencia’, la Policía Nacional del Perú dio un balance de las acciones realizadas para combatir la criminalidad. De acuerdo al reporte brindado por el comandante general de la PNP, Jorge Angulo Tejada, se desarticularon seis bandas criminales, se confiscaron cinco armas de fuego, 50 personas fueron intervenidas y se detuvo a un menor de edad de nacionalidad venezolana, quien poseía una granada de guerra.
“El que controla el territorio, controla el delito. Mientras más presencia tengamos en la vía pública, podremos disminuir la probabilidad de un hecho criminal. Eso está demostrado. Un 1% de presencia policial disminuye en 0.52% la probabilidad de un ataque criminal a un ciudadano en la calle. La presencia territorial policial disminuye los hechos delictivos”, indicó.