El sistema de justicia peruano cuenta con diferentes mecanismos para aplicar las leyes correspondientes en diferentes situaciones, muchas de ellas llevan nombres y términos que para la mayoría son difíciles de entender y casi siempre requieren de alguien experto en la materia para poder explicarlos.
No obstante, es casi seguro que todos hemos escuchado o dicho alguna vez la frase “inocente hasta que se demuestre lo contrario”. Por supuesto, el contexto casi siempre suele ser lejos de un Tribunal, pero lo cierto es que es un dicho bastante popular.
Pero, ¿sabías que esta frase, más allá de ser una simple expresión, tiene implicancias dentro del ámbito jurídico? En ese contexto se le conoce como principio de presunción de inocencia, que es un derecho y una garantía constitucional reconocida por la Ley.
La presunción de inocencia
Dicho concepto tiene sus orígenes en la antigüedad, con la aplicación del Derecho Romano. Desde entonces ha venido evolucionando y transformándose, incluso durante algunas épocas pasó desapercibido y hasta ha tenido detractores.
Infobae Perú conversó con el Dr. Lucas Ghersi, abogado y docente universitario, quien explicó que la presunción de inocencia es un principio que determina que nadie puede ser considerado culpable o tratado como culpable hasta que se haya determinado judicialmente su responsabilidad.
“No porque a uno lo acusan o sindican de que ha cometido un delito se le puede privar de sus derechos o considerar como un delincuente”, sostuvo el especialista. Asimismo, explicó uno de los principales objetivos de este derecho:
“Lo que busca la presunción de inocencia es salvaguardar la separación de poderes y los derechos del individuo. No es que solo porque el Gobierno, la sociedad o la Policía dice que tú eres delincuente, ya eres delincuente. Uno tiene derecho a un juicio, a ser escuchado y a defenderse”.
Cabe mencionar que dicho principio está contenido dentro de la Constitución Política del Perú, en su artículo 2, inciso 24.
¿Por qué es importante?
Para el Dr. Ghersi, la relevancia de esto radica en que es un sistema básico en toda democracia, ya que de no existir este tipo de regulación las personas podrían ir presas sin ningún tipo de proceso judicial.
Desafortunadamente, vale recordar que este tipo de procesos que no contemplan un derecho básico como lo es la presunción de inocencia han ocurrido en más de una ocasión en la historia, especialmente durante periodos encabezados por dictaduras. Por supuesto, nuestro país no ha sido ajeno a estas vulneraciones.
Por otro lado, la presunción de inocencia tiene importantes implicancias dentro de los procesos judiciales.
“Determina que uno no pueda presentar a un acusado como si fuese un delincuente (...) primero tienes que probar; por eso el Tribunal Constitucional ha dicho que cuando hay personas acusadas no se puede hacer una conferencia de prensa exponiéndolos de manera humillante”, precisó.
“Tampoco se les puede poner apodos como si fuesen delincuentes, ya que criminalizan a una persona que no ha sido condenada”, puntualizó el abogado y docente universitario.
Limitaciones
Aunque la presunción de inocencia es un derecho contemplado por la ley, no está exento de ciertas limitaciones y regulaciones. Una de las principales tiene que ver con la figura de la prisión preventiva.
“Esa es una delimitación, es decir, a una persona que todavía no está condenada la puedes encarcelar para evitar que entorpezca la investigación, pero eso tiene que ser una excepción y tiene que estar debidamente reglamentada”, sostuvo.
Otra excepción de importancia a esta regla se encuentra dentro de la figura de la flagrancia.
“Cuando tu encuentras a una persona con las ‘manos en la masa’ , ahí la presunción de inocencia se relaja un poco porque ya que es evidente que cometió el delito, entonces en ese caso sí puede haber una prisión mucho más rápida”, finalizó.