Han pasado diez meses desde que Alex Contreras asumió la cartera más importante del país. El 10 de diciembre del 2022, apenas tres días después del ascenso de Dina Boluarte a la presidencia del Perú, la chalhuanquina le tomó juramento para que se desempeñe en el puesto que, hasta ese entonces, poseía Kurt Burneo: el de titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). A la fecha, a días de cumplidos sus primeros diez meses en el cargo, el último informe de Datum asegura que Contreras mantiene una desaprobación del 64%, alcanzando así el máximo rechazo de la opinión pública en su tiempo como funcionario.
Ante tal situación, en Infobae Perú conversamos con el docente universitario de la PUCP, Flavio Ausejo, quien desde su rol de economista y, especialmente, especialista en políticas públicas lanzó punzantes dardos sobre la actualidad nacional, pero también nos brindó una mirada distinta y una nueva forma de interpretar el trabajo realizado por Contreras.
Adentrarse en la boca del lobo
El inicio de Contreras como titular del MEF dista abismalmente de un ascenso cómodo y ambicioso: el contexto era adverso e incierto. Perú mostraba una ciudadanía agobiada y visiblemente molesta por la crisis política, dando indicios de un estallido que derivaría en los conflictos sociales posteriores. Además, el 2023 no viene siendo un año tranquilo para ejecutar iniciativas propias; el fenómeno El Niño ha obligado a las distintas carteras del Ejecutivo a redirigir el grueso de sus esfuerzos a la prevención y la recuperación de sus efectos. En ese sentido, es innegable que hubo una voluntad de responsabilizarse por un cargo de mayúscula trascendencia en el desarrollo económico del país.
“El profesional que asume el MEF es prácticamente quien marca lo que pasará con el país. Es un cargo poderoso, que repercute en el mercado, en la inversión y en el sentir de la sociedad sobre lo que pasa en el Gobierno”, adelantó Ausejo.
Para el docente, que Contreras haya aceptado el cargo puede interpretarse de dos maneras: desconocimiento o ambición. “Yo asumo que es una de esas dos razones. Aunque es un tanto improbable que sea la primera. Sí, el contexto es de suma importancia y debe estar presente en el análisis, pero uno como economista no va por la vida rechazando el cargo ministerial más importante del país desde hace 30 años. Es una oportunidad única”, señaló.
Los retos climáticos y sociales
“En un gobierno sin representación, sin reformas, sin iniciativas, sin innovación y sin interés alguno por el bienestar de la población; es decir, en un gobierno mediocre, Contreras es de lo poco que ha salido relativamente bien. Es raro definirlo así, porque no estamos bien, pero ha sabido sobrellevar los altibajos de la tormenta en la que vivimos. El Perú es como un paciente cuya bomba de oxígeno es accionada por Contreras; uno sobrevive, pero no sabe si el futuro le depara otro destino”, indicó el docente.
Ausejo entiende los males del Perú, no como un problema macroeconómico, sino como un problema de ejecución. En ese sentido, afirma que exministros de un corte más “intervencionista” como Pedro Francke o Kurt Burneo fueron positivos, pues fueron la sensatez que amilanó la incertidumbre de los inversionistas. Como comenta, Contreras le parece de igual forma una persona con sentido común, que parece tener buenas intenciones para generar cambios positivos al país.
El peor de los fenómenos
Parte del descontento ciudadano con el titular del MEF, además de la evidente situación actual, es que aparenta cierta indiferencia. Ya los exministros David Tuesta y Alonso Segura han criticado al funcionario por pecar de positivo cuando los números no son coherentes a tal realidad. Sin embargo, Ausejo difiere: “Los críticos deben ver el vaso medio vacío porque son críticos y los funcionarios deben verlo medio lleno para no ahuyentar a los inversionistas ni generar caos en la población, pero realmente están viendo el mismo vaso”.
Agregó que no cree que la postura de Contreras, por más imprecisa que parezca, sea producto de indiferencia o ingenuidad. Según el experto, es de alguien consciente que está limitado por su entorno: una presidenta que no lidera, el premier Alberto Otárola que no se preocupa por el desarrollo y una agenda política dictada por grupos fácticos de economías ilegales.
“Ahora, si uno percibe las señales económicas, parece que está trabajando por lo bajo, en el buen sentido. El Congreso no tiene la capacidad de interpretar económicamente lo que trama y de lograrlo lo impediría; yo creo que está haciendo las cosas sin proyectarlo a la opinión pública. Por eso es entendible el descontento, pues el ciudadano no reconoce que el funcionario realiza medidas, solo las percibe desde sus servicios. A largo plazo puede dar resultados. Que trabaje sin despertar la curiosidad del Poder Legislativo”.
Para Ausejo, los ministros de Economía están condicionados por el Congreso. Al no tener margen de manejo ni flexibilidad para trabajar, deben soportar una carga, como él anuncia, “peor que la de los fenómenos climáticos”. Recordó entonces propuestas como la reforma tributaria de Francke, que en base pudo ser o no ser una buena idea, pero era inviable en la práctica, pues no iba a ser permitida por los grupos de poder. “Está bien que se muestre así. ¿Qué se espera? ¿Que diga que andamos mal? Eso es irresponsable y no es propio de un funcionario. Es dejarse llevar por las emociones y eso a las personas no les interesa. No necesitamos que nos explique cómo andamos; queremos saber qué hará para afrontar el mal momento”, apuntó.
Críticas a su gestión
Si bien le reconoce la postura ante la prensa, incluso si esta despierta el enojo ciudadano, Ausejo le exige a Contreras la capacidad de ampliar su visión, pensar “fuera de la caja”. Comentó que el Perú tiene la espalda económica para combatir esta crisis, por lo que es un error que el MEF se exima de responsabilidad únicamente por mantener la estabilidad de bajo nivel.
“Contreras habla de la asignación presupuestal. No es tan fácil como repartir plata; hay que asegurarse que sea bien invertida. En ese aspecto, creo que el MEF no es lo suficientemente agresivo ni perspicaz. Ahora Contreras es un ministro “cumplidor”, que en este contexto es meritorio, pero debería proponer iniciativas para desarrollar diferentes sectores y promover la productividad nacional. Algo que haga que de “cumplidor” pase a bueno. Por ejemplo, un Consejo de Emergencia para todo lo que sea ejecuciones estratégicas contra El Niño. Hay mecanismos para sacar decretos de urgencia; no lo está haciendo”.
Calificación final
Según Ausejo, el funcionario se caracteriza por haber logrado mantener un nivel bajo o razonable. Cierto es que no ha ocurrido en su gestión una fuga exagerada de capitales como sí ocurrió antes; sin embargo, los inversores no ven las condiciones para volver. Contreras logró calmar el mercado internacional, a los inversores, aunque esto no significa que estemos retomando la senda del crecimiento, según él.
Asimismo, el docente recordó que el Perú tiene espacios para hacer iniciativas, pero solo son viables si no chocan con los grupos de poder fácticos. “Ojalá pueda ampliar su visión. Generar iniciativas en sectores que, para el final del mandato de Boluarte, puedan ver un progreso. Al final, El Niño se va a terminar y entraremos en un proceso de reconstrucción, pero el Congreso va a seguir hasta el 2026 e incluso más. Si bien está condicionado, tiene que buscar espacios en el sector productivo con el que pueda generar un desarrollo. Esto es lo que nunca se entendió en el Perú: un país que progresa no es aquel que únicamente crece económicamente, sino aquel que usa este crecimiento para desarrollar su industria y el bienestar de su población”, finalizó.