Policía despeja Panamericana Norte en Chancay luego de horas de bloqueo por parte de pescadores artesanales

Alrededor de unos 300 pescadores artesanales bloquearon desde tempranas horas de este martes 19 de septiembre, la carretera Panamericana Norte, en ambos sentidos a la altura del óvalo de Chancay. Los manifestantes solicitan que se instale una mesa de diálogo con la empresa Repsol para que se hagan efectivas las compensaciones, que estos trabajadores consideran impagas.

La medida de fuerza también afecta a la vía que une Chancay y Huaral. Los manifestantes bloquearon la zona quemando madera y basura en la pista y colocando algunas piedras enormes. Los pescadores llevaron sus canastas vacías sin pescado, como muestra que no podían realizar sus labores. El bloqueo ha provocado que decenas de buses realicen largas filas esperando que se abra el pase.

Hasta las 9 de la mañana, la Policía aún no despejaba el lugar. sin embargo, vehículos de los efectivos, tanto de la comisaría de Chancay, así como de la división de Carreteras estaban presentes en el lugar mientras manifestantes se mantienen en medio de la pista sin causar daños mayores.

Cabe precisar que en el kilómetro 81 de la Panamericana, a la altura del óvalo del jirón Ayacucho y el desvío hacia la ciudad de Huaral, también está bloqueado con llantas quemadas y piedras.

A las 11:00 horas, haciendo uso de gases lacrimógenos, la Policía desalojó a los manifestantes y despejó la zona. Sin embargo, los primeros vehículos que pasaron fueron apedreados.

Minutos antes, se registraba una gran congestión vehicular a lo largo de la la avenida Néstor Gambetta, principal vía de la provincia constitucional del Callao y que atraviesa el distrito de Ventanilla, producto del bloqueo.

Al respecto, Luis Antonio Días, representante de una asociación de Aucallama, mencionó que en total son 45 asociaciones de pescadores de Ancón. Santa Rosa, Chancay, Ventanilla y Aucallama quienes reclaman que Repsol cumpla con los pagos de las indemnizaciones.

Días indicó, en Canal N, que el pasado 6 de septiembre estuvieron en el Congreso de la República y se reunieron con la parlamentaria Ruth Luque. Además, el 13 de ese mismo mes conversó con el viceministro de Gobernanza territorial, y otras autoridades con la finalidad de dar solución a sus pliegos de reclamos.

El representante de los pescadores artesanales asegura que no todos han sido compensados adecuadamente ya que no hubo un correcto empadronamiento de trabajadores afectados. Indicó que en 2022 Repsol “impuso una negociación” y que hasta el momento solo se ha hecho lo que la empresa propuso.

Por su parte, la vocera Rayda Cruz Blas, señaló que los manifestantes son pescadores que no fueron reconocidos en el padrón único de indemnización por el derrame de petróleo de Repsol. Además, mencionó que la exalcaldesa Domitila Aurora Dulanto De Balta, no los reconoció en ese documento, lo que impide que que reciban el pago. En total serían más de 20 mil afectados.

“Todo el tiempo nos están paseando el gobierno. Repsol se está burlando de todos nosotros los afectados, al no hacer valer nuestros derechos como pescadores que somos, al no incluirnos a todos los rezagados que no hemos sido reconocidos en el padrón único y el gobierno se está coludiendo y no nos está haciendo caso”, señaló la dirigente a América TV.

La empresa Norvial concesionaria de la Panamericana Norte indicó a los usuarios que la vía se encuentra totalmente restringida en ambos sentidos en el tramo Chancay-Huacho.

Además medios de la zona de Huacho-Chancay informaron que el bloqueo se extendía hacia Ventanilla, mientras que crece el número de vehículos varados. Lo mismo sucede con protestas de de asociaciones de pescadores artesanales de Punta Salinas, Los Pescadores en Huacho, Asociación Díaz Farfán, y Playa Grande en Huacho. Frente a esta situación, un gran número de personas empezaron a trasladarse a pie.

Como se recuerda, el derrame de petróleo ocurrido en la planta de Repsol en el distrito de Ventanilla se extendió hacia el norte de Lima y perjudicó directamente a los pescadores artesanales, quienes no podían realizar sus labores por varios meses, también se vieron afectados indirectamente restaurantes y otros negocios que vivían del turismo.