A menos de un año del deceso del periodista arequipeño David Nosta, conocido internacionalmente como el Busca personas, la increíble historia de las mellizas Johanna y Eva Meyer, quienes nacieron en la sierra del Perú pero fueron adoptadas por una familia alemana, merece ser recordada.
Este uno de los casos más importantes que resolvió el hombre de prensa a lo largo de su incansable labor. Él hizo posible que las hermanas se reencuentren en 2011 con su madre biológica Eusebia Condori, una mujer del campo que toda su vida la llevó en la región Apurímac.
De acuerdo a un informe de Panorama de ese entonces, Condori se vio obligada a desprenderse de sus bebés recién nacidas, de apenas dos meses, por la falta de oportunidades y la pobreza extrema en la que estaba sumergida. Temía no poder darles todo lo que quisiera en su visión de madre y creyó pertinente darlas en adopción.
Después de esto, Doña Eusebia nunca pensó que volvería a ver a sus niñas, pero el destino, las vueltas que tiene la vida y el periodista arequipeño se encargaron de juntarlas, luego de 22 años de estar alejadas. Ellas por el viejo continente y la madre biológica por Apurímac.
La hermana mayor fue clave para el reencuentro
Eusebia Condori fue madre de 11 hijos y la mayor era Martina Condori Aguilar. Ella decidió migrar a Lima a la edad de siete años, escapando de la miseria que rodeaba su hogar.
Años más tarde se enteró de que sus hermanas mellizas fueron dadas en adopción. Martina no se quedó tranquila y comenzó la búsqueda de sus dos hermanas.
“Cuando yo me enteré, me enojé mucho porque yo no sabía que mi mamá los había dado en adopción. Yo soy la mayor de todos y me enojé bastante con ella”, declaró Martina en el 2011 a Panorama.
Su investigación la llevó a dar con el Busca personas, quien logró encontrar el paradero de los mellizas peruanas. Al poco tiempo, Evas y Johanna decidieron viajar de Alemania hacia Apurímac para el esperado reencuentro con su madre biológica.
Antes de llegar a la tierra de su madre en la localidad apurimeña de Siusay, las mellizas hicieron una parada en el asentamiento humano Pachacútec, en el distrito de Ventanilla (Callao), para conocer a su hermana mayor Martina.
“Lo primero que le voy a decir es que tuvimos una buena vida allá y fuimos muy felices. No le guardamos rencor por habernos dado en adopción... Es una mamá fuerte por la decisión que tomó”, dijo Eva, tras un prolongado abrazo con doña Eusebia, su madre.
¿Qué pasó con David Nostas?
El 11 de enero de este año, David Nostas falleció en Lima. Tenía la salud resquebrajada, pero no se llegó a hacer público la causa exacta de su deceso. Su repentina partida conmocionó a todo el Perú y los países en los que su nombre resonó por resolver casos similares a los de Johanna y Eva Meyer.
Los registros periodísticos refieren que el Busca personas resolvió 46 mil casos de desapariciones a nivel mundial, no solo de personas, sino también de mascotas. Amaba su trabajo, pese a lo árduo y el tiempo que le consumía.
En una de sus última entrevistas, el periodista arequipeño recordó como fue que se inició el mundo de la busqueda de desaparecidos.
“Un buen día un muchacho que trabaja conmigo, me pidió que le busque a una hermana de la cual no sabía nada por muchos años, ya que se habían separado de muy niños, acepté el reto, la encontré e hice mi primer reencuentro familiar, eso bastó para que me enamore perdidamente de esta humanitaria labor”, dijo.