Perú es nuevamente escenario de una denuncia por desaparición de una joven extranjera. El caso de Anna Marín, de 21 años de edad, y de origen español, ha activado las alarmas por lo que sería un nuevo caso de captación de una secta religiosa que radica en nuestro país.
Según la información que maneja Infobae España, se trata de ‘GyC’, una ramificación de la iglesia cristiana protestante Adventista del Séptimo Día con sede en Perú, denominación religiosa a la que apunta la familia de la joven de Elche, quien fue reportada hace algunos días como ‘desaparecida’.
Juantxo Domínguez, presidente de RedUNE, enfatizó en una entrevista con este medio que GYC es una “asociación legal y completamente independiente de la Iglesia Adventista, tanto en su estructura como en su financiamiento”.
Añadió que sectas como la que aparentemente captó a esta joven no se caracterizan necesariamente por su “peligrosidad”, ya que a menudo se dedican a labores de “cooperación y ayuda al prójimo”. Sin embargo, puntualizó que en ocasiones se valen de los jóvenes reclutados como “mano de obra barata” en Latinoamérica.
David Marín, hermano de la joven quien se encuentra en Lima, señaló para Antena 3 de España que su familia contactó con SOS Desaparecidos debido al comportamiento inusual de Anna y su caso, el cual guarda bastante similitud con la de Patricia Aguilar (captada en el 2016 por un sujeto perteneciente a una secta Gnosis de Perú, quien la mantuvo como esclava sexual en la selva del país).
El familiar de la joven señaló que su hermana dejó sus estudios de Historia, abandonó su vida, fingió un viaje universitario a Perú y no volvió más a su natal España. Le causa extrañeza que, incluso en los mensajes que les ha dejado, el acento es diferente, por lo que creen que está siendo manipulada u obligada a mentir.
Policía del Perú encuentra a Anna Marín
Tras lanzarse la alerta de desaparición, la Policía de España ha coordinado con sus pares peruanas para la ubicación de la joven universitaria. Aunque la Policía Nacional del Perú (PNP) no ha especificado su ubicación, ha indicado que Anna se encuentra en aparente buen estado de salud tras una visita realizada en horas de la madrugada de este jueves (horas de España).
Joaquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos, indicó en Libertad Digital que la joven se encuentra en un predio donde comparte con otras personas y que, “la han entrevistado y han inspeccionado el sitio” sin que hayan detectado una situación de emergencia.
Incluso, “Anna se ha presentado voluntariamente en comisarías y ha mantenido una videoconferencia con su hermano”, señaló Amills. Actualmente, la familia estaría considerando desplazarse a Lima y, según sus palabras, concertar una reunión para tratar de obtener explicaciones.
Por el momento, SOS ha desactivado la alerta de desaparición de Anna Marín, quien continúa alegando voluntad propia para continuar viviendo en el Perú y al servicio del grupo religioso, el cual hasta el momento no ha emitido pronunciamiento alguno en sus redes sociales.
No obstante, para Amills y la familia Marín, “nada ha cambiado”. Es decir, persiste la sospecha de que la joven pudo haber sido reclutada por una secta, un grupo esotérico o una persona que podría estar influenciándola o ejerciendo dominio sobre ella a través de la manipulación, el mismo método que usaron con la joven Patricia Aguilar.
El caso de Anna Marín podría ser una calca del caso de Patricia Aguilar
‘548 días: Captada por una secta’ es el nombre de una serie basada en hechos reales. Patricia Aguilar era una joven estudiante de arte en España. También de Elche.
En el 2016, le dijo a sus padres que iría a una fiesta cumpleaños de un amigo del cual no regresó. Sus padres, Alberto y Rosa, la buscaron incansablemente y descubrieron indicios perturbadores en su habitación, incluyendo símbolos esotéricos y religiosos, así como instrucciones para viajar y casarse en Perú
Con el tiempo, se percataron de que Patricia había sido captada por una secta a través de internet. La situación se agravó cuando se hizo público y Patricia atacó a sus padres en un programa de televisión.
Durante su tiempo en la secta, Patricia experimentó violencia, coerción y manipulación bajo efectos de drogas y el mantra, regresando de Perú desnutrida y con un bebé en brazos producto de las múltiples violaciones que ejercía sobre ella su captor: Félix Steven, un peruano que le doblaba la edad y que se autoproclamaba el hermano de Jesucristo y el elegido para poblar el mundo luego de que se cumpla el Apocalipsis.
Ahora, ¿en qué guarda similitud esta historia con el caso de Anna Marín? Ambas han sido arrastradas por creencias espirituales hasta Perú desde España. Las jóvenes mantienen la edad similar en la que fueron captadas por internet (de 19 y 21 años de edad).
Al igual que Patricia, Anna se niega a volver con su familia señalando que está en el lugar por su propia voluntad.