Este martes 12 de setiembre, brigadas de vacunación del Ministerio de Salud (Minsa) se trasladaron a los penales de distintas partes del país a fin de iniciar con la inmunización contra la COVID-19 de la población penitenciaria. De acuerdo a la entidad, se priorizó la inoculación de dosis de refuerzo de la vacuna bivalente a las personas mayores de 60 años y aquellos que padezcan alguna comorbilidad.
La directora de Inmunizaciones del Minsa, María Elena Martínez Barrera, anunció que el objetivo es vacunar a más de 93 mil internos de las cárceles de todo el país y a sus parientes. “Las brigadas acudirán a todos los establecimientos penitenciarios del país, incluyendo los días de visita, para que los internos y sus familiares puedan vacunarse”, indicó la especialista.
Al respecto, la subdirectora de Salud del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Guisselle Lozada Rodríguez, informó que, hasta el momento, solo el 25% de presos ha recibido la vacuna bivalente contra el COVID-19. Sin embargo, se espera que dicha cifra cambie en los próximos días, ya que, desde la cartera de César Vásquez, se adelantó que se dejarán de aplicar las dosis monovalentes.
Nuevas disposiciones del Minsa
Con el fin de hacerle frente a la llegada de Eris, el Gobierno publicó la Norma Técnica de Salud N° 208 en el Diario Oficial El Peruano, la cual establece que no es necesario haber completado el esquema de vacunación con las dosis monovalentes para recibir la dosis de refuerzo de la bivalente.
La diferencia de estas dosis es que la segunda cuenta con dos componentes: la cepa original del virus de coronavirus y otra que corresponde a los linajes BA.4 y BA.5 de la variante ómicron, por lo que ofrece protección ante el nuevo linaje.
“Las personas no vulnerables tienen un buen sistema inmunitario y se están defendiendo prácticamente con su propio organismo, pero los vulnerables siempre van a ser más susceptibles. Es decir, es crucial vacunarse, no tanto por el paciente joven que tiene la enfermedad, sino porque la persona nunca sabe que puede estar frente a alguien inmunosuprimido, y, de ser contagiado, su situación se complica”, mencionó el neumólogo Carlos Saavedra, director de la facultad de Medicina de la Universidad Privada del Norte (UPN), a Infobae Perú.
¿En qué se diferencia la variante Eris a las anteriores?
El director general de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública del Minsa, Cristian Días Vélez, explicó que la principal característica de la también llamada EG.5 “es que tiene mayor capacidad para contagiarse entre las personas; por lo tanto, podríamos tener mayor cantidad de casos rápidamente. Y si a eso le sumamos que se contagian personas con riesgo, sin vacunar entonces (hay más) probabilidad de que se presenten casos más severos en los siguientes días”.
En ese sentido, José Raúl Urquizo Aréstegui, decano del Colegio Médico del Perú (CMP), advirtió que si la población no se vacuna, podría iniciarse una nueva ola de contagios, lo cual es preocupante al considerar que “nuestra capacidad de atención, así como disponibilidad de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) sigue siendo deficiente”.
“Si la población continúa sin vacunarse, podríamos enfrentarnos a un problema de salud pública, sobre todo en el grupo de personas mayores y/ o con enfermedades preexistentes. Como las condiciones de salud en nuestro país no son las mejores; entonces el riesgo es mayor. […] Estamos recontra atrasados”, expresó el especialista en conversación con Infobae Perú.
Recomendaciones
Las medidas preventivas continúan siendo las universales: el lavado de manos, la ventilación de ambientes, el uso de mascarilla y guardar reposo. Lo mismo es para la sintomatología, la cual se presenta similar a la de una gripe común: fiebre, fatiga, malestar corporal, dificultad respiratoria, dolor de cabeza, pérdida del olfato o gusto, dolor de garganta, congestión o secreción nasal, diarrea y/o tos.