Hay un silencio que agobia la vida de Cynthia Machare. Desde hace casi medio año en su casa no se oye la música a todo volumen, las risas y las conversaciones de su hija Katherine Gómez, la joven de 18 años que fue víctima de feminicidio por parte del venezolano Sergio Tarache, quien no aceptó que ella decidiera poner fin a la relación y decidió atacarla con gasolina y fuego con el objetivo de asesinarla.
Extraña la voz de la mayor de sus hijos. ”Mi casa es muy silenciosa desde que Katherine no está”.
Al dolor de la pérdida, Cynthia le suma el pesar de la impunidad. Y es que pese a que fue el 11 de abril que fue capturado el asesino de su hija en Colombia ―luego de que la inacción de las autoridades peruanas le diera tiempo para huir― Tarache no ha llegado al Perú para responder ante la justicia y tampoco le informan a la acongojada madre sobre los avances del proceso de extradición.
Ante esta situación, Machare ha decidido no resignarse. Luego de convocar a la solidaridad ciudadana reunió el dinero necesario para viajar a Colombia y llegó a su capital, Bogotá, la mañana de este martes 12 de septiembre. Tiene el firme objetivo de que las autoridades judiciales del vecino país le informen sobre los avances ― o el estancamiento― del caso, confirmó a Infobae Perú.
“Hasta el momento a mí no me han dado ninguna respuesta en el Perú, por eso tuve una necesidad de venirme a Colombia. El Ministerio de Justicia y la Cancillería no se comunican conmigo hace dos meses, cuando me dijeron que se había empezado el trámite de traslado y que solo quedaba aguardar una respuesta de Colombia”, denunció.
Regresará a su casa en el Callao recién el jueves en la noche y por la mañana de este 13 de septiembre acudirá hasta la sede de la Corte Suprema para pedir información del caso. “Voy a pedir apoyo a la prensa colombiana porque sino no te hacen caso”, añadió.
Después de denunciar la poca comunicación que los ministerios de Justicia y Derechos Humanos, así como el de Relaciones Exteriores han tenido con ella y su familia, reportó que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) tampoco se ha caracterizado por mantenerla informada.
“Recién cuando informé a la prensa que estaba viniendo a Colombia me llamó una asistente de la ministra de la Mujer para decirme que ellos le están dando seguimiento constante al caso y en coordinaciones. Si quiera me hubieran dado una llamada para decirme que la extradición se está demorando o no avanza”, señaló.
Solo hace un par de días, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Eduardo Arana Ysa, se refirió al caso para señalar que no tiene ninguna “autoridad sobre los procuradores”, pero no dio más detalles.
“He sido enfático en decirle al procurador que la preocupación del caso Tarache es de la total importancia para el Gobierno porque representa un caso en el que efectivamente tenemos que mostrar ejemplarmente una sanción. El caso Tarache es uno de los casos más lamentables, porque es un caso de feminicidio”, mencionó.
Un luto suspendido
Hay que recordar que luego de que Tarache intentara quemar viva a su expareja el pasado 18 de marzo, recién once días después se dictó el impedimento de salida del Perú en su contra. Le dieron tiempo de escapar al feminicida, quien se dirigió a Colombia en un intento de huir, finalmente, a Venezuela.
El Comercio informó que fue la propia familia quien tuvo que hacer labores de detective para dar con la identidad del venezolano, pues luego del crimen solo lo conocían bajo el apelativo de ‘Orejas’. El tío de la joven tuvo que ir hasta la zona donde esta fue atacada y preguntar a los otros jaladores de combi por el nombre del asesino. Luego de dar con él pudieron haberlo capturado en una fiesta en San Martín de Porres, pero los efectivos terna de la Policía Nacional se fueron del operativo. La misma historia de desidia que atraviesa a este país.
“Yo tengo que seguir hasta conseguir justicia para mi hija, que será cuando él esté en Perú. No entiendo las demoras, él ha confesado, hay videos donde se le ve comprando gasolina. También cuando mi hijita dice que él la atacó porque habían terminado, la grabaron”, manifiesta.
En tanto, Cynthia Machare debe hacer del lado el dolor del luto para continuar exigiendo justicia, mientras reparte su tiempo en el cuidado de sus dos menores hijos. Los recuerdos la ayudan a resistir. “Katherine siempre estaba oyendo música en su cuarto. O me decia, mami estamos aburridas, vamos al mall aunque sea a caminar. Voy a luchar por ella”, indicó.