Con el pasar de los días, se descubren cada vez más detalles sobre los insólitos pedidos y exigencias que le realizaba la congresista, María Cordero Jon Tay, a los trabajadores de su despacho. Expulsada de Fuerza Popular e investigada por el delito de concusión, no solo les recortaba los sueldos y les pedía costosos regalos, sino que también los mandaba al mercado.
En un diálogo con Exitosa, Rafael Cabrejos, hasta hace poco empleado de la parlamentaria, denunció que Cordero Jon Tay no tenía reparo alguno al momento de exigirle que le realice compras en pleno horario laboral.
“Me enviaba a hacer gestiones personales para ella, como comprar papayas o pescado al mercado. Hasta un día me pidió que le compre hilos porque se le había roto un botón”, declaró.
“Hay varios (trabajadores) que renunciaron por eso mismo y tengo entendido que ya se acercaron al Ministerio Público, y ya tienen sus declaraciones sobre todo lo ocurrido. Este caso ya está en la Fiscalía de la Nación y está avanzando”, agregó a dicho medio.
Del mismo modo, Cabrejos, quien es economista de profesión y cuenta con una maestría, también reveló que en varias ocasiones tuvo que hacer de chofer de la legisladora para llevarla de compras, a recoger su ropa o al salón de bellezas. Además de recortarle más de la mitad del sueldo y los viáticos que le correspondían por ser trabajador del Congreso.
“He recibido muchas humillaciones y abusos por parte de la autoridad, además de vejaciones y extorsión que me venía haciendo todos los meses (la congresista María Cordero Jon Tay) como todos pueden apreciar y visualizar en los vídeos”, manifestó.
“Inicialmente (me recortaba) la mitad de mi sueldo y posteriormente el 75% de mi sueldo. No solamente era el sueldo, sino también (se quería quedar) con las gratificaciones, los bonos, la movilidad. De cualquier ingreso que yo perciba en el Congreso, tenía que dejarle la mitad y, posteriormente, el 75%”, continuó.
Según indicó, aquellos empleados que se negaban a cumplir sus exigencias eran amenazados con el despido. “Pero no solo eso, también decía se iba a encargar de difundir a todos los colegas congresistas y a todas las entidades públicas de que no los contraten”, aseveró.
“Realmente espero que esta nueva Mesa Directiva, de la cual yo tengo mucha fe y mucha esperanza, no vaya a blindarla ni vaya a actuar en contra de la ley. Pienso, así como hay malos congresistas, también hay buenos que tiene valores, principios, virtudes, por lo que es el momento para que demuestren su calidad de persona y tomen la acción correctiva necesaria, para que este tipo de actitudes delictivas no vuelvan a suceder nunca más”, precisó.
Costosos regalos
De acuerdo a un informe de Punto Final, de Latina, se conoció que la congresista Cordero Jon Tay obligó a sus trabajadores a comprarle una joya valorada en más de mil soles en una conocida bisutería del Centro Cívico.
“Ella pedía regalos, iba a una joyería, decía: ‘eso me gusta’ [...] Nos obligó a los trabajadores a pagarlo entre todos”, precisó el economista, que tomó una fotografía del juego entregado a la diputada.
“Entre todos pagábamos sus gastos para que ella no gaste nada. El sobrante, que había que devolver al Congreso, ella lo pedía [...] Yo la llevaba de compras, a recoger ropa, al salón de belleza”, prosiguió.
Para evitar que sea denunciada públicamente, la parlamentaria deslizaba la represalias que tomaría en contra de los “soplones”. “Tú haces un grito, alzas la voz, y sales inmediatamente. [Si] no haces eso, [y] sigues, terminas hasta que yo termine, cuatro años más. Tú te portas mal, sales al día siguiente, así que muérdete la lengua y tienes los cuatro años seguidos para que trabajes”, ordenó en audio al que tuvo acceso el dominical mencionado.