Un nuevo caso de fraude en procesos de admisión se registró recientemente. Esta vez se trata de malos profesionales de la salud que fueron puestos en evidencia por la Policía al ser descubiertos haciendo trampa en el Examen único Nacional al Residentado Médico, donde más de 15 mil postulantes competían por las 3000 vacantes disponibles para realizar su especialidad y tener acceso a una mejor oferta laboral.
Estos malos elementos, lejos de prepararse como es debido para el proceso, prefirieron contratar los servicios de una mafia dedicada a suplantar la identidad de los postulantes a exámenes de admisión.
Las cámaras de TVPerú captaron el momento de la intervención en la Universidad Nacional Federico Villareal, una de las sedes donde se llevaba a cabo el examen. Aquí se logró identificar a tres personas que se hacían pasar por tres médicos de la región Ica. Asimismo, se identificó a un profesional de la salud que estaría involucrado en el delito, ya que era el encargado de mandar las fotos del examen a los inescrupulosos.
El coronel PNP José Manuel Cruz, jefe de la División de Investigación de Estafas, explicó en informe de TVPerú cómo era el modus operandi para realizar este delito.
“Ingresó con dos fotos al examen, lo envió, esperó el patrón de respuestas que le llegó al celular que se le ha encontrado, y es así que en esas circunstancias se le ha intervenido”.
Durante la intervención se pudo evidenciar que la mafia de suplantadores contaba con sofisticados equipos para su actividades delictivas, como pequeños audífonos casi invisibles debido a su tamaño o mini smartphones que eran fáciles de camuflar entre las prendas. En tanto, al médico involucrado se le incautó las fotos del examen y casi mil soles que estarían destinados a pagar por las respuestas que le serían enviadas. De este modo quedó en evidencia que la organización criminal también infiltraba postulantes para realizar las estafas.
Incluso, uno de los suplantadores llegó al examen con la indumentaria que usan los médicos, la cual tenía bordado el nombre del profesional al que suplantaba, además, también portaba su DNI.
Era un clan familiar
La banda criminal, ahora desarticulada por la División de Investigación de Estafas de la Policía Nacional del Perú, estaba conformada por miembros de una familia natural de Chimbote. Los tres capturados contaban con antecedentes por el mismo delito en diferentes procesos de admisión.
La Policía los ha identificado como Ángel del Carmen Cerna Maguiña, quien se ha presentado antes a cinco exámenes de admisión, su primo, Yeshua Eliezer Lingan Maguiña, quien ya ha pasado por tres exámenes, y el hermano de este, Dempsey Angel Lingan Maguiña, quien ha realizado trece procesos de admisión en diversas y carreras y casas de estudio como la Universidad Nacional Federico Villarreal o la Universidad San Cristóbal de Huamanga. Increíblemente, pese a sus antecedentes, todos gozaban de libertad.
Duras sanciones
Como se sabe, la carrera de medicina es una de las más solicitadas, pero también requiere un gran nivel de esfuerzo, dedicación y vocación. En tal sentido, el Colegio Médico rechazó las acciones de estos malos profesionales de salud.
“El proceso de admisión evalúa nuestros grados de conocimiento, y lamentablemente podemos tener ese grado de conocimiento pero no alcanzamos una vacante, pero quien ni siquiera concursa entonces definitivamente no podría tener esa posibilidad, por lo tanto, es totalmente sancionable, totalmente repudiable y rechazamos”, precisó la doctora Milagros Sánchez, representante del Colegio Médico del Perú, ante las cámaras de TVPerú.
Asimismo, aseguró que de hallar responsabilidades, los médicos podrían ser sancionados incluso con la inhabilitación del ejercicio.
“Nada justifica llegar a esta situación de índole delictiva, el Colegio Médico jamás va a apoyar este tipo de actitudes y lamentamos muchísimo si es que los procesos determinan que hay algún médico implicado en esto, porque ahí sí definitivamente será sancionado como corresponde si se le encuentra responsable (...) puede lindar hasta con la suspensión del ejercicio profesional”, enfatizó.
Casos de fraude en exámenes no son novedad
Cabe recordar que este tipo de casos no son nuevos en el sistema educativo peruano. Solo basta con repasar episodios como el ocurrido con la banda “Los Coquitos”, quienes lograron amasar una fortuna de casi S/ 10 millones de soles gracias a que facilitaban las respuestas de los exámenes a los postulantes mediante aparatos tecnológicos.
No obstante, llama la atención que esta banda, encabezada por Julio César Palomino Pérez (36) y Sarita Paola Vásquez (28), ofrecía sus servicios por redes sociales y cobraban entre S/9 mil y S/40 mil soles de acuerdo a la carrera a la que el estudiante postulaba.
Por otro lado, también se recuerda el caso de “Los cerebros del mal”, quienes son tristemente célebres por ser una red que operaba en cinco centros de estudios nacionales. A ellos se les encontró, de acuerdo con la información de la PNP, fotografías de exámenes de la Universidad Nacional de San Marcos, Universidad Nacional de Trujillo, Universidad Nacional del Centro en Huancayo, Universidad Nacional Micaela Bastidas en Abancay y la Universidad Nacional de José María Arguedas en Andahuaylas. Los integrantes de esta banda se reunían días antes del examen de admisión para coordinar los pasos que deberían seguir y facilitaban también aparatos electrónicos para proveer las respuestas de los exámenes.
¿Qué dice la ley sobre la suplantación de identidad?
Cabe destacar que, según la web oficial del Gobierno Peruano, este delito está ligado al uso de tecnologías de la información para hacerse pasar por otra persona o institución, y perjudicarla de forma material o moral. Por ello, según el Poder Judicial, quien realice este tipo de acciones “es pasible de recibir una sentencia de entre tres a más de seis años de cárcel, dependiendo de la gravedad del ilícito”.
Asimismo, está sujeto a agravantes como pueden ser que el delito se perpetre siendo integrante de una organización criminal, el agente comete el delito mediante el abuso de una posición especial de acceso a la data o información reservada o al conocimiento de esta información en razón del ejercicio de un cargo o función.