Los 50 mil soles que habría ofrecido Wanda del Valle Bermúdez por la cabeza del coronel PNP Víctor Revoredo se quedan cortos. Una reciente confesión de un peligroso sicario venezolano, difundida por Domingo al Día, develó que el pago por acabar con la vida del alto mando policial también incluía casa, carro, moto, armas, las ganancias de una plaza de cobro de cupos y hasta un jugoso sueldo mensualmente.
La desesperación de la expareja del Maldito Cris por desaparecer al jefe de la División de Investigación de Homicidios de la policía peruana, uno de los principales líderes de lucha contra la criminalidad extranjera, terminó por hacerla ofrecer de todo y hasta mandar a traer expertos gatilleros desde Venezuela, algunos presumiblemente vinculados al Tren de Aragua, para encargarse del ‘trabajo’.
“Me dijo que Wanda lo había contactado, indicándome que hay un ‘paciente’ (sicariato) y enseñándome desde su celular la foto del coronel Revoredo Farfán, por lo cual me dijo que iban a pagar 14 mil soles, más un casa, un establecimiento de cobro de cupos, un carro, una moto y tipos de armamentos”, contó Deyvis Leandro Godoy Rodríguez , de 26 años, a las autoridades peruanas.
El extracto de esa cita textual se da en el contexto que Godoy Rodríguez conversaba de ‘negocios’ con su primo, un ranqueado sicario que fue contactado por la misma Bebecita del crimen en su plan de conformar un experimentado grupo de gatilleros, todos procedentes de Venezuela, para asesinar sí o sí al coronel Revoredo.
Según el informe, a Deyvis Godoy se le capturó recientemente por microcomercialización de droga en el distrito de La Victoria, pero su real ‘oficio’ sería el sicariato que intenta esconder detrás de su supuesta fachada de estibador.
En su manifestación ante la policía, Godoy dijo que Wanda mandó a traer sicarios de la localidad venezolana de Cumaná, barrio en el que ella y el Maldito Cris se criaron.
“En Chimbote están unos cuatro (sicarios), tres o cuatro. Uno se llama Rafael Cabrera, el apodo de él es Morocoto, y el otro es Johan José Lisa Altagracia, Altariega, lo conocemos como Pirueta... Ellos tienen su ubicación en Chimbote”, detalló.
El grupo de sicarios lo iban a completar él y su primo, sin embargo -de acuerdo su relato- prefirió no aceptar por la complejidad y lo arriesgado del ‘trabajo’.
“En el caso de esta persona (Deyvis) es muy calculadora, fría, midiendo mucho lo que va a decir. Ese es el perfil, definitivamente. Al momento del interrogatorio suelen defenderse y no delatan su actividad ilícita”, señaló el coronel PNP Fernando Guzmán Avalos, jefe la Dirandro.
La policía peruana sospecha que los sicarios contratados por la Bebecita del crimen pertenecerían a la banda criminal llamada Carro azul, una sanguinaria facción del Tren de Aragua que se encarga de asesinatos por encargo en Venezuela.
Wanda tenía tres búnkeres
Durante su confesión, Deyvis Godoy reveló que conocía al padre del Maldito Cris, porque se dedicaba a traficar drogas, al sicariato, la extorsión y homicidios, mientras que a la madre de este por ser la encargada de captar mujeres para la explotación sexual.
Además, precisó que Wanda del Valle tenía tres búnkeres en San Juan de Lurigancho, La Victoria (Gamarra) y el Callao, donde guardaba las armas que proporcionaba a los Hijos de Dios y los Gallegos, facciones de la megabanda criminal el Tren de Aragua.
“Cuando ella se encontraba en Lima permanecía en un búnker, ubicado en Gamarra, por la Cachina. También tenía un búnker, donde había drogas y armas en San Juan de Lurigancho, y otro en el Callao, por el mercado central”, detalló.
2,500 soles por semana
Según el dominical, Godoy se llegó a reunir en persona con Wanda en el Parque Universitario, cerca a la avenida Abancay, en el Cercado de Lima. En este punto, ella le habría pedido que acepte ser su sicario para terminar con la vida del coronel Revoredo, además de encargarse de sus negocios ilícitos.
“Me querían incluir en eso, sí, pero como le comento, no estuve de acuerdo y no quería meterme en ese fondo”, respondió el falso estibador.
“Me propone llevarle al frente su organización llamada Tren de Aragua y ser su sicario, por lo cual me iba a pagar siete mil soles por asesinato y semanalmente recibiría 2,500 soles (10,000 al mes) por encargarme del cobro de cupos de extorsiones. Yo no acepté trabajar con ellos y ella me dijo que lo pensara”, agregó en su manifestación.
El coronel Revoredo ya fue enfático al señalar que no teme a las amenazas de Wanda y su grupo, y que la policía no descansará hasta atraparla y ponerla en manos de la justicia peruana. Sigue tomando fuerza el trascendido que ella estaría refugiada en Colombia.
“El Tren de Aragua no va en el Perú. ¡No va! Lo que va es la ley, representada por la gloriosa Policía Nacional del Perú y las instituciones tutelares. La señorita Wanda del Valle Bermúdez, Mamera y todos sus integrantes de esta siniestra e irrecuperable organización criminal no van en el Perú, bajo cualquier costo”, dijo el alto mando policial, en una de sus últimas entrevistas.