Cada cierto tiempo se ha vuelto costumbre ver en los exteriores de los grifos, hileras de vehículos ocupando un carril de la pista durante prolongadas horas y cuadras. Detrás de esa imagen, rostros fruncidos y cansados de lo mismo. “Gas Licuado de Petróleo (GLP) caro e insuficiente”, es la recurrente protesta de miles de conductores, en su mayoría taxistas, quienes gastan su tiempo para recargar sus unidades con el segundo combustible de mayor uso en el país, cuyos precios por galón superan en algunas zonas los S/12, un incremento de hasta 133% en los últimos 20 días.
Desde hace tres semanas, además de Lima, las regiones del país como Arequipa, Tacna, Chiclayo, Trujillo y Piura enfrentan serios problemas de abastecimiento de este importante hidrocarburo. La respuesta del Gobierno ante esta demanda es “que hay suficiente combustible para abastecer al mercado” y que la raíz del problema son los oleajes anómalos.
Sin embargo, los comunicados institucionales del Ministerio de Energía y Minas (Minem) no sirven como paliativo para calmar la paciencia y menos el bolsillo de los hombres del volante.
De acuerdo al Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), 95 puertos de todo el litoral tuvieron que ser cerrados debido a la presencia de oleajes anómalos que reportó la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú.
Este suceso climatológico logra afectar el normal abastecimiento del Gas Licuado de Petróleo (GLP), especialmente en el norte y centro del país, según la Sociedad Peruana de Gas Licuado (SPGL). Sin embargo, la raíz del problema no se debe reducir solo a una anomalía climática, debido a que existe un trasfondo mayor que depende del aparato estatal, según apuntan especialistas consultados por Infobae Perú.
“El Perú tiene un problema estructural de hace muchos años asociados a la cadena logística del transporte y distribución de los combustibles como el GLP. Lo que sucede es que para llevar el combustible desde los puntos de producción se necesita hacer cabotaje. Para llevar GLP a las regiones hay que trasladarlo vía barcos al norte y sur”, explica el exviceministro de Energía Arturo Vásquez.
Cuando se produce una anomalía climática como el Fenómeno de El Niño (FEN), el mar se pone muy turbulento y los buques no pueden desembarcar. “Hemos tenido un gran problema porque los oleajes anómalos impiden que los barcos atraquen en sus puertos, por ello, la zona norte y sur son desabastecidos”, agrega.
En entrevista con este medio, el exviceministro de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas (Minem), Erick García, argumentó que el país tiene poca capacidad de almacenamiento descentralizado. Ello quiere decir que cada vez que exista algún oleaje anómalo, cierre carreteras, desastre natural o paralización, habrá una restricción de este producto.
¿Por qué este desabastecimiento de GLP es distinto a los anteriores?
El desabastecimiento del Gas Licuado de Petróleo comenzó a sentirse, en principio, por el mantenimiento que Pluspetrol realizó en su planta de separación de gas y líquidos de gas de Malvinas (Camisea) y en su planta de fraccionamiento de Pisco (Ica), en donde hubo poco líquido de gas natural para procesar, por consiguiente una restricción del carburante.
¿Qué pasó luego? La Refinería de Talara dejó de abastecer GLP durante tres semanas. “Entonces todos los (camiones) del norte iban a Lima y a Pisco, donde no hay mucha capacidad de despacho. De que hay producto, sí hay, pero no llega a todos, entonces en el mercado se encontrarán algunos grifos con GLP y otros no, porque la prioridad la van a tener los clientes habituales”, explica García.
Luego de ello, ocurrió el cierre de puertos a consecuencia de los oleajes anómalos. “Lo que ha pasado es una tormenta perfecta como el Fenómeno de El niño. El canal de Panamá se ha cerrado y los barcos de GLP que vienen del Golfo de México no han podido pasar. Eso ha cortado el suministro de GLP”, señala Arturo Vásquez.
En línea con ello, el especialista Erick García opina que todo ha sumado para que la cadena logística tenga un revés, se vuelva más lenta y el abastecimiento del suministro a los grifos no sea convencional. Según explica, “Pisco no tiene capacidad de despacho para todo el volumen que presenta”. Cuando hacen los cálculos, lo hacen con la capacidad de almacenamiento, pero no le ponen la variable despacho.
“Es un proyecto que se debió hacer hace años, en donde la capacidad de la planta debe subir a 200 cisternas aproximadamente. Ahí te das cuenta que hay un déficit”, menciona.
Para Arturo Vásquez, exviceministro de Energía, a nivel interno, además de la exigua capacidad de almacenamiento, no han habido políticas de promoción del Estado, además del entrampamiento burocrático que “desmotiva” la inversión.
“Deben darse reglas claras para la inversión en plantas de almacenamiento. Hay muchas trabas que han puesto los reguladores y demasiados trámites para autorizar a una planta”, señala.
GLP: ¿Qué medidas a corto y largo plazo se deben implementar?
De acuerdo con Vásquez, una medida a largo plazo es implementar un paquete destrabador de la inversión en la planta de almacenamiento de hidrocarburos a nivel nacional.
“Hay varias empresas que quieren crear plantas de almacenamiento sin tanta traba burocrática. Lo bueno es que hace poco la Refinería de Talara ha entrado en operación después de 10 años, y ya está abasteciendo con barriles de GLP, lo que ayudará en algo y tendrá un impacto positivo porque es un nodo en donde se puede producir en la zona de Piura y Tumbes”, refiere.
El titular del Ministerio de Energía y Minas, Oscar Vera Gargurevich, aseguró que el precio del balón de gas licuado de petróleo (GLP) tendría una reducción del 10% debido a la producción de este hidrocarburo en la refinería.
Sin embargo, a pesar de que con dicha producción, se puede abastecer hasta Lambayeque y Cajamarca, aún no sería suficiente, “porque se debe producir más gas natural y promover un clima de inversión para que más contratistas exploten lotes petroleros que permitan reponer las reservas que naturalmente se van a agotar”, plantea Vásquez.
Por otro lado, Erick García señala que se debe tener capacidad, no para tres ni cinco días, sino para 15 días por lo menos, pero de manera descentralizada para una capacidad estratégica en el Norte, Sur o Centro.
Empresas no cumplen con stock de GLP por 15 días
Recordemos que, por normativa, las empresas que almacenen GLP en Plantas de Abastecimiento están obligadas a mantener una existencia media de dicho producto equivalente 15 días de despacho para ser usado en caso de emergencia; sin embargo, especialistas advierten que esta norma no se cumple.
“Si hay una huelga, un oleaje anómalo, el mantenimiento de una planta o simplemente se corta el suministro de GLP, se debe tener guardado durante 15 días para que la población no se vea afectada. Eso se conoce a nivel mundial como seguridad energética, la cual está a cargo del Estado, que es el responsable de ver que el producto no falte y afecte a la economía porque si hay escasez, como regla de economía, sube el precio”, explica García.
Para afrontar cualquier emergencia, países como Japón y España tienen una ley que los obliga a tener hasta 40 y 60 días de almacenamiento. Según refiere, la supervisión de Osinergmin debe ser para todos a fin de evitar competencias desleales entre ofertantes.
En el corto plazo, entre las medidas que ayudarían a aminorar la problemática del recurrente desabastecimiento de GLP es que la Nueva Refinería Talara produzca el 100% del GLP, “porque eso al menos bajaría la presión de la zona norte a Lima.
Otra medida que plantea el también exdirector general de hidrocarburos del Minem es tener almacenamiento flotante, que consiste en contratar buques que cargan GLP y se dejan de manera permanente con almacenamiento. “Es como tu respaldo, obviamente alguien tiene que pagar por ese buque que está ahí guardado”, señala.
“Lo otro que se debe hacer son destrabar los proyectos como Valero en Paita y Monte Azul en Lurín que son plantas de almacenamiento que no pueden operar porque Osinergmin no les da permiso o no les valida un criterio técnico del Ministerio. Hay varias cosas que se pueden hacer, pero lo tiene que liderar el Ministerio o el viceministro de Hidrocarburos”, refiere el experto.
En sintonía con esa propuesta, Arturo Vásquez indica que si hoy se destrabaran los nudos regulatorios para promover plantas de almacenamiento, tardaría por lo menos hasta el 2026.
¿Cómo evitar la especulación?
Erick García sostiene que la transparencia es el principal driver de un mercado de libre competencia y que Osinergmin tiene que cumplir su rol de supervisión constante, empezando por publicar en la web Facilito, donde se podrá encontrar todos los grifos más económicos.
Por su parte, Abel Camasca, presidente de la Asociación de Empresas Envasadoras de GLP, advierte que en este escenario, la especulación en algunas gasolineras se alimenta en un contexto de incertidumbre. En Arequipa, el presidente de la Federación de Taxistas de la ciudad blanca, Alexander Cornejo, denunció que vienen exigiendo que Osinergmin realice operativos en los grifos ante los elevados precios del GLP en grifos, que no se condicen con los que aparecen en el aplicativo Facilito.
De acuerdo con García Portugal, el futuro del país es incierto debido a que no existe planificación energética y se necesitan más contratos de exploración, pese a los importantes recursos que posee el país. En principio, indica, se debe comenzar a nombrar a un viceministro de Hidrocarburos que lidere cada uno de los proyectos de gas y petróleo.