Angelo Caro sueña con volver a unos Juegos Olímpicos tras su exitosa participación en Tokio 2020, en donde logró conseguir un histórico quinto lugar. Con tan solo 23 años y ya convertido en la gran estrella del skate peruano, el nacido en Chiclayo planea ir por su revancha y colgarse una medalla en París 2024.
El peruano inició su vida deportiva a los 10 años, fue ahí cuando supo a qué quería dedicarse. El encargado de introducirlo a esta práctica fue su hermano mayor, quien decidió prestarle su skate para que probara algunos trucos. El talento lo llevaba en la venas, por lo que pronto empezó a figurar en diferentes competencias a nivel internacional.
En una entrevista con Infobae Perú, el menor de los Caro reveló cómo viene siendo su preparación para lo que podría ser su segunda aparición en una justa olímpica, a la que llegará luego de haber superado una complicada lesión en el tobillo.
- ¿Cómo fueron tus inicios en el skateboarding, tenías en mente ser profesional?
Yo inicié cuando tenía 10 años. Mi hermano Fabrizzio empezó a montar primero y como yo era el menor, siempre hacía lo que mis hermanos mayores hacían, pero cuando me subí al skate sentí que era lo mío y nunca más pude dejarlo. Me apasionaba sentir esa adrenalina, y era un chico al que le gustaba lo extremo. Muy aparte de eso, sabía que con el deporte podía brindarle ayuda económica a mi mamá, los sponsors me regalaban ropa o zapatillas. Cuando haces algo con pasión, todo fluye.
- Cuéntanos cómo fue la experiencia en tu primera competencia, ¿sabías a lo que ibas?
Mi primera competencia fue a los 12 años, yo no sabía cómo se competía. Para mí era un día más de skate, pero me dijeron que había una competencia. Fui, monté como todos los días y gané, ahí fue cuando empecé a entender un poco más el deporte como tal. Eso también me motivó a salir del país, a un campeonato en Ecuador. Y recuerdo que tenía 15 años, fue un viaje por tierra muy largo porque fuimos por tierra con unos amigos y mi hermano. Fue una aventura, tuvimos que escaparnos e irnos de bus en bus para poder llegar. Esa aventura se terminó convirtiendo en un primer puesto y también me ayudó a darme cuenta que era bueno en lo que hacía. Luego quise intentarlo por Europa y Estados Unidos.
- ¿Cómo separas el hobby de la profesión, es complicado?
Al principio no sabía cómo manejarlo porque sentía mucha presión, también había mucha responsabilidad de por medio y tan solo era un niño. Entrenando siempre, tanto el físico como la mente, hizo que dejara a un lado los nervios. Con el tiempo, aprendí a llevar ambas cosas de la mano y ahora trabajo en lo que más me gusta hacer. Sé que muchos chicos me siguen y soy su referente, entonces tengo que hacer las cosas bien.
- ¿Crees que los que se dedican a este deporte son mal vistos por la sociedad o ya es cosa del pasado?
Creo que ya es cosa del pasado. Ahora veo que no solo los chicos quieren empezar con el skate, sino que son los padres los que los motivan a hacerlo. Eso es muy bueno, porque al final los prejuicios que habían antes porque era un deporte que venía de lo urbano han ido desapareciendo.
Juegos Olímpicos: quinto lugar y revancha
¿Qué sentiste al enterarte que el skateboarding se convertiría en un deporte olímpico?
Cuando recibí la noticia sabía que tenía que prepararme mucho y que mis rutinas iban a ser diferentes, no solo iba a montar con mis amigos. Tenía que acoplarme a un horario estricto, no solamente entrenar técnico sino también físico. También aprendí que la mente va de la mano con el físico y es realmente importante, siempre lo recomiendo. No solo en lo deportivo, sino también en lo personal. En esa época, eran tiempos de pandemia y no tenía público, estaba en un país en donde el horario era muy distinto al de acá. Empecé mal la rutina, pero gracias al esfuerzo pude reponerme.
- Luego de quedar quinto en Tokio 2020, ¿fuiste consciente de lo que habías conseguido, crees que fue algo que te cambió la vida?
Sí, me abrió muchas puertas y no solamente a mí, sino a toda la comunidad del skate peruano. Ahora tenemos un skatepark donde podemos entrenar, ya no viajo solo, ahora somos como cinco skaters y también hay una Federación. Cuando me enteré que el skate iba a ser olímpico, supe que las oportunidades iban a ser las mismas para todos. Acá hay mucho talento, muchas ganas y mucha hambre.
- ¿Cómo viene siendo tu preparación para París 2024?
Mi preparación viene siendo cinco veces más fuerte que la que tuve para Tokio, mi compromiso y experiencia también. Solo le pido a las personas que me siguen, que continúen apoyándome. Aún se siente el apoyo de la gente por las redes sociales, que es por donde estamos un poco más conectados.
- Te reincorporaste hace poco a los entrenamientos en la sede de Legado, ¿cómo te sientes?
Estoy muy contento de regresar después de dos meses de Europa. Retomé los entrenamientos en el skatepark de Legado, que se ha convertido en mi segunda casa y es aquí donde entreno junto a los demás chicos. Todos nos estamos preparando para afrontar las competencias que siguen para clasificar a los Juegos Olímpicos París 2024.
- En tu paso por Europa, ¿participaste de alguna competencia?
Participé de una competencia que es muy conocida en Europa que se llama Mística, pude quedar tercero pero en realidad estoy retomando después de seis meses porque tuve una lesión en el tobillo. Fue bastante bueno para mí quedar en el podio porque así pude empezar a recuperar la confianza, que fue lo más difícil dentro de todo el proceso de recuperación.
- Tendrás tu revancha en París, ¿crees que la medalla es una gran chance?
Estuve besando la medalla, siento que el resultado podría haber sido mejor, pero fue algo que escapó de mis manos. Sé que hice un buen papel en Tokio, es más, hice un truco nunca antes visto y que me haya salido ahí me puso muy contento, porque con eso cerré mi participación. Ahora, en París, tengo en mente que esa medalla no se me va a escapar y va a estar colgada en mi cuello.
- Con respecto al apoyo que recibes, ¿ha ido en aumento desde lo conseguido en Tokio 2020?
El apoyo ha ido creciendo, pero siempre se busca mucho más. A diferencia de nosotros, otros países tienen el doble de apoyo y eso se nota desde los elementos que utilizan. Siempre va a ser bienvenido cualquier tipo de apoyo de las autoridades, ya sean municipalidades o empresas privadas. Creo que en Perú faltan los recursos para que los demás chicos puedan representarnos, la idea es que se apueste por el deporte en general y confiar en que podemos lograr grandes cosas.
- ¿Qué mensaje le darías a aquellos que quieren dedicarse al skate?
Que nunca dejen de hacer lo que les apasiona y que siempre lo hagan por ellos mismos, no porque otra persona se los diga, así no funciona. Sea lo que sea que practiquen, ya sea skate o patines, háganlo por amor al deporte y las cosas van a empezar a fluir por sí mismas.