Estamos a horas del encuentro entre la selección peruana y Paraguay por las Eliminatorias 2026. Las ilusiones, que hoy afloran con cierta timidez y con la incertidumbre de haber cumplido una era fantástica, se renuevan esperando ver en la blanquirroja a aquel fenómeno que inició camino a Rusia 2018: la manifestación pasional de varios pueblos unidos bajo una misma camiseta.
Y es que en una sociedad que enaltece las disyuntivas y es incapaz de percibir una mejora si no es erradicando toda opinión diferente, las materias que suscitan un genuino deseo de unión son fundamentales y, claro, rentables. José Ruidias Rojas, profesor de Pacífico Business School y con más de 20 años en los sectores de venta y marketing, nos brindó una mirada sobre lo que significa el ‘equipo de todos’ para los peruanos y cómo esta se vincula con el mundo de los negocios.
“Soy de la generación que pasó 36 años sin ver a Perú en el Mundial. Para nosotros era imposible relacionar a la selección y a las ventas de una forma positiva: la selección perdía y contagiaba de displicencia e indiferencia a todos. No había optimismo ni ilusión”, comenzó apuntando el docente.
“Por eso es tan sorprendente el mundo de posibilidades que logra una selección que genera interés en su población. Consumir puede ser, en base, algo muy pasional. Cuando inició la fiebre del 2018 hubo gente que vendió su carro, se endeudó… Es algo que uno no piensa; simplemente lo hace porque le nace”, añadió.
Para el docente, la indiscutible mejora de la selección peruana ha generado una explosión comercial. Dos repechajes, una clasificación al Mundial, una final de Copa América, cuatro semifinales en cinco torneos continentales (incluyendo la victoria 3-0 ante Chile), despertaron la emoción del peruano y, con ello, se activó una posibilidad inmensa de ventas.
“Hay que entender, primero, que la selección representa la unión de un país fragmentado. Somos la patria de los bandos: el costeño y el andino, el de derechas y el de izquierdas… La selección elimina esa brecha. Es de las pocas manifestaciones tan absolutas en las que todo el país responde a una misma causa. No hablo solo de Lima ni de las 20 ciudades más importantes; cualquier pueblito alejado de su capital departamental tiene un sentimiento de peruanidad que, obviamente, repercute en su comercio. Entonces hay que saber vincular lo que representa la selección y plasmarlo en un producto”, señaló.
Más que unión
Ruidias indicó que, si bien la unión constituye el elemento fundamental en la campaña marketera de la selección, también hay en la escuadra bicolor otras características que identifican plenamente al peruano como la lucha, la resiliencia, la superación.
“Claro que hay grandes beneficiados como los negocios de venta de cerveza, de venta de televisores, de publicidad en la televisión, de venta de camisetas; pero los pequeños negocios, aun sin grandes posibilidades, pueden aprovechar la pasión por la ‘blanquirroja’ y llevarla a su negocio. Todo puede ser vinculado. Como te digo, para poner un ejemplo, en mi generación era dificilísimo ver a alguien con una camiseta de la selección. Hoy hay todo un mercado de la ropa de la bicolor. Es el boom del consumo mezclado con el sentimentalismo”, indicó.
Ir más allá
Si hace 15 años se sentía una desidia total, hoy el panorama cambió. La bicolor se mira con optimismo. Para Ruidias, las empresas que no pertenecen al rubro de las más beneficiadas —es decir, las empresas de cerveza, de televisores, de camisetas, etc.— deben romper los esquemas con creatividad.
“Yo trabajo con una marca de motos. En teoría uno podría pensar que no tiene nada que ver con la selección, pero incluso así el rubro encuentra características similares. Hoy en día, a puertas de las Eliminatorias, su campaña se basa en el fútbol. Es cuestión de ser creativo y, además, creo yo que hay que saber ver esto como una época. Una época al igual que mi generación pasó por otra. Entonces, entendiendo eso, uno puede aprovechar las Eliminatorias actuales para fortalecer la marca, hacer campañas con promociones y demás beneficios. Los partidos del Perú, por la pasión que contagian a su pueblo, se han convertido igual de capaces de generar un boom comercial como el Día de la Madre u otras fechas festivas. Y ahí uno no piensa en los gastos; los hace desde el sentimiento”, puntualizó el especialista.