Ante los ojos de Ricardo Pun Chong, los invisibles se hacen visibles. Desde joven entendió que su labor iba más a allá de solo velar por la salud de sus pacientes. Por ese tiempo, muchos colegas ya realizados se enfocaban en salvar vidas, lo que para él era admirable, pero les pasaba desapercibido todas las vicisitudes que atravesaban las familias para llegar a la cita en el hospital.
Algo que aparentemente podría sonar simple tenía un transfondo muchísimo más complejo para justamente salvar, por ejemplo, la vida de un niño con cáncer. Durante su formación médica en Lima, Pun Chong atendió a decenas de menores de provincia gravemente enfermos, que viajaban largas horas para cumplir con su tratamiento en algún nosocomio de la capital.
Cuando llegaban a su consultorio, los padres de estos niños con cáncer le contaban la travesía que pasaban para poder llegar. Muchos vivían en las zonas rurales más recónditas del Perú, por lo que tenían que cruzar ríos en improvisadas balsas y peligrosos senderos en las montañas a bordo de buses. Para ellos, no era opción alojarse en Lima, porque el dinero apenas y les alcanzaba para comer.
¿Qué labores realizó Ricardo Pun Chong durante su vida?
Así nace la idea de crear Inspira, un albergue que ha brindado en los últimos años alojamiento, comida y apoyo emocional a esos niños gravemente enfermos y sus familias. Estas personas sintieron por primera vez en su vida que para alguien ajeno eran visibles y que era posible superar el cáncer cumpliendo con el tratamiento.
“No podía sacarme de la mente la imagen de las familias durmiendo en el piso”, dijo el médico a la CNN, luego que esta lo premiara como ‘Héroe del Año’ en 2018 y le hiciera entrega de 100 mil dólares para seguir con su admirable labor social.
Pun Chong, también conocido entre sus pequeños pacientes como Doki o Doctor Vida, fundó Inspira en 2008, con sus propios recursos y sus increíbles ganas de seguir dando esperanza a numerosas familias olvidadas del interior del país. Las sonrisas de esos niños y sus padres, al vencer el cáncer, bien pagaban todos sus esfuerzos para que el alberque no se cierre por falta de apoyo económico.
Una mañana del 2007, el doctor rezó como siempre, pero le hizo a Dios -como nunca antes- un pedido especial: que le ayude a encontrar su propósito en este mundo.
“Le pedí que me diera una misión en esta vida. Le dije utilízame, envíame señales, sé que me falta algo. Y me encargó que lidere a este grupo, crear el albergue. Soy una herramienta de él para canalizar este proyecto”, contó a Andina.
Atraviesa su batalla más difícil
La otra parte de la historia ya la conocemos. Pun Chong ha logrado salvar cientos de vidas con Inspira. Todos los buenos deseos de los pacientes y sus familiares hoy más que nunca que sirvan para hacerse realidad. El doctor atraviesa su lucha más difícil por una sería afección al corazón que lo ha llevado a estar postrado en una cama de cuidados intensivos del Hospital Edgardo Rebagliati.
Desde su entorno más íntimo, informan que su pronóstico ‘es reservado’ y pide orar mucho por él. Su diagnóstico es shock séptico y cardiogénico, producto de una rotura de válvula mitral del corazón (esta se encarga de distribuir la sangre por todo el cuerpo).
En redes sociales, son numerosas las muestras de apoyo y deseos de pronta recuperación. El Facebook del médico peruano se ha visto inundado de mensajes con buenos deseos.
“Querido Ricardo, la gran familia de Inspira, tus amigos y muchísimas personas más estamos orando y enviándote nuestra energía amorosa para que llegue a ti y te ayude a retomar la armonía en tu ser”, escribió la usuaria Viviana Sanguinetti.
Otro usuaria, identificado como Susan Heijn, comentó: “Querido amigo Ricardo Enrique Pun Chong, te tengo en mis oraciones y se que pronto te recuperaras. Eres un gran ser humano; un angel en la tierra y Dios hoy cuida de ti y te baña en salud”.
En una de sus últimas entrevistas, el médico manifestó: “Les invito a que confíen, a que sean transparentes y sueñen en grande. Si quieren ayudar al Puericultorio, asilos de ancianos, bomberos, albergues u otras causas, arriésguense a tocar la puerta, juéguensela, sean parte de un equipo, no de un grupo. Los niños, niñas y sus mamás son los grandes héroes de Inspira”.