Producción de quinua en peligro: Agricultores en Puno y Huancayo sufren por falta de lluvias

“No ha habido agua ni lluvia y tampoco hay producción”, afirma Indalecio Mestas Mamani, un agricultor del distrito de Cabana de la provincia de San Román en Puno, una zona productora de quinua, donde las familias dedicadas a esta actividad agrícola sufren las consecuencias de la ausencia de lluvias y la sequía de sus campos.

“No ha producido porque ha crecido a medias (la quinua) y ya no ha madurado. Los agricultores han tenido pérdidas”, cuenta el productor agrario a Latina Televisión, que realizó un recorrido por los lugares del Perú con ausencia de siembra.

Este problema ocurre desde el año pasado por la falta de precipitaciones. Mestas Mamani recuerda que antes solía producir entre 380 y 400 toneladas al año, pero en la actualidad no llega ni a las 100 toneladas. Los terrenos secos han impedido que a la fecha se puede sembrar nuevamente este grano andino.

Junto con los demás productores, temen que no llueva y que sean más de 100 familias pertenecientes al sector las afectadas con pérdidas económicas.

Similar situación ocurre en Huancayo, según cifras de la Dirección General de Agricultura Junín, la producción de quinua ha caído en un 5% por la falta de lluvias.

La quinua es un grano andino que se cultiva principalmente en el altiplano del Perú, especialmente en Puno, y sus variedades de producción se diferencian por su tamaño, color y sabor. En el Perú, las más comunes son la blanca -de entre 1,6 y 2 metros de alto- y la dulce, ligeramente más pequeña.

Si bien el cultivo tiene una alta adaptación agroecológica que se desarrolla en regiones costeras como Lima, sus condiciones óptimas se ubican entre los 3.000 y 4.000 metros de altitud, con precipitaciones anuales de entre 300 y 750 milímetros, de acuerdo al Midagri. La comercialización del producto se realiza principalmente en cuatro formas: grano, harina, hojuelas y pipoca, esta última para mezclar con lácteos como el yogur.

La producción de la quinua creció durante esta última década a una tasa promedio anual de 9,0% como resultado del incremento de áreas cosechadas (4,9%) y de la mejora de rendimientos por hectárea (3,9%).

El departamento de Puno es considerado como el primer productor de quinua del Perú. Al cierre del 2022, alcanzó una producción de 45.188 toneladas, una cifra superior en 9,3% respecto a la producción obtenida en el 2021. Ello es el resultado de las buenas condiciones climáticas e hídricas durante la época de siembras y el periodo de cosechas. El segundo y tercer lugar lo ocupan Ayacucho y Apurímac respectivamente.

De acuerdo con el promedio histórico nacional de siembras, el 97,5% de las siembras de quinua se ejecuta durante el periodo de agosto a febrero de cada campaña agrícola, de manera que restaría por sembrar solamente un 2,5% en lo que queda de la presente campaña agrícola; es decir, de marzo a julio del 2023.

Según la Dirección de Estudios Económicos y Políticas Agrarias del Midagri, bajo un escenario probable, el resultado se tornaría más preocupante, al estimar que la producción del 2023 ascendería a 79.296 toneladas; es decir, 34.059 toneladas menos que la producción del 2022, lo cual representaría una contracción de 30,0%.

En detalle, la región que lidera la producción de quinua, Puno, registraría una contracción en el 2023 de 25,4%, es decir -11.495 toneladas, con respecto a la alcanzada en el 2022.