Una vez más, se restringió el acceso a la Plaza Mayor, ubicada en el Centro Histórico de Lima, en busca de evitar que manifestantes de distintos colectivos sociales lleguen al Palacio de Gobierno.
Como se sabe, este 6 de septiembre, comerciantes de Gamarra y Mesa Redonda decidieron marchar hasta el epicentro de la capital con la finalidad de reunirse con la presidenta del Perú, Dina Boluarte, y exigirle mejores medidas para combatir la criminalidad que azota sus emporios.
Este fue el motivo por el que miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP) colocaron rejas en las calles para evitar el acceso a la mencionada plaza, perjudicando a decenas de comerciantes y al público en general. Las únicas personas autorizadas para ingresar son propietarios y residentes.
Una de las entradas cerradas fue el jirón Áncash, hasta donde se aproximó el noticiero 24 horas, de Panamericana Televisión. Tras varios minutos de enlace en vivo, las cámaras del referido medio captaron el momento en que los policías comenzaron a permitir el paso peatonal, pero solo a ciudadanos extranjeros.
Cuando una familia, proveniente de Pisco, intentó pasar hacia la Plaza Mayor, los agentes les restringieron el paso y les indicaron que podían ingresar por otro lado. “Somos peruanos, pero prefieren que entre los extranjeros. A nosotros no nos dejan”, comentó la turista nacional. “¿Cuál es la diferencia entre ellos y yo?”, continuó mientras le reclamaba a los miembros de la PNP presentes.
“Estamos en cero”
Dueños de distintos comercios situados alrededor de la Plaza Mayor, ubicada en el Cercado de Lima, temen quedar en la quiebra ante la poca afluencia que registran sus negocios por las rejas colocadas que impiden el libre tránsito.
Desde los locales de ventas de artesanías, recuerdos, restaurantes, entre otros negocios, exigieron a la mandataria Boluarte o al alcalde de la Municipalidad Metropolitana de Lima, Rafael López Aliaga, que atiendan sus reclamos para poder trabajar sin miedo a seguir perdiendo dinero.
“Ahorita estamos en cero, no hay público, no hay nadie desde la mañana. Esta zona es cerrada constantemente, ayer estuvo cerrada un rato, pero hoy es más fuerte”, declaró el representante del emblemático restaurante Cordano.
Manifestaciones
Este 6 de diciembre, comerciantes de Mesa Redonda y Gamarra marcharon bajo la consigna de exigir mejores medidas y acciones para acabar con la criminalidad que azota al sector.
Su intención era llegar al Palacio de Gobierno para solicitarle a la jefa de Estado una serie de medidas para solucionar sus problemas: inseguridad ciudadana e informalidad en los alrededores de sus comercios.
En esa línea, la presidenta de la Asociación Gamarra Perú, Susana Saldaña, se manifestó ante el poco accionar del Ministerio del Interior (Mininter), cuyo sector no atiende sus constantes reclamos y tiene olvidado su emporio.
“Queremos una cita con la presidenta, porque hemos enviado muchas cartas, pero no se nos ha respondido. Hoy queremos entregar una propuesta para una solución integral que permita pacificar Gamarra”, declaró a Exitosa Tv.
Como no pudieron llegar hasta el Palacio de Gobierno, optaron por reunirse con congresistas de la República, quienes les prometieron intermediar a favor de ellos para que el titular del Mininter, Vicente Romero, y el alcalde de Lima, López Aliaga, accedan a reunirse con ellos.
“Hemos recibido al gremio de Gamarra y de Mesa Redonda desde la Comisión Capital Perú. Hemos tenido varias reuniones y es inaceptable el grado de inseguridad ciudadana que está ocurriendo no solo en Gamarra sino alrededor de nuestro país”, señaló Roselli Amuruz, tercera vicepresidenta del Congreso, en la conferencia de prensa.
“Sí Gamarra cae en manos de la delincuencia organizada, yo les puedo asegurar que todo el país va a caer en manos de la delincuencia organizada. Gamarra es el principal emporio empresarial y comercial de nuestro país, genera más 1500 millones de dólares y da empleo a muchísima gente. Ahora han entrado mafias a cobrar, lotizar, amenazar, extorsionar a nuestros emprendedores peruanos”, indicó el congresista Hernando Guerra.