Para ser alguien que recomienda sustituir ceviche por pollo saltado ante la escasez del limón, el titular del Ministerio de Economía (MEF), Alex Contreras, se ha mostrado sorprendentemente optimista frente a la situación económica del país. El pasado 29 de agosto, el funcionario expuso el esperado Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2024-2027. En el informe se mostró una proyección del 1,1% estimada para fines del 2023, lo que supuso una reducción significativa en el cálculo del crecimiento. Diversos economistas, incluidos los exministros David Tuesta y Alonso Segura, han expresado su preocupación por el devenir de la patria. Ante ello, en Infobae nos contactamos con el analista económico Juan Carlos Odar, quien desde su vasta experiencia en el campo nos dio sus impresiones del ministro, del momento económico del Perú y sobre lo que nos depara el destino.
Críticas y reflexiones de los exministros
Según el MMM 2024-2027, para el 2024 se espera una recuperación de 3% en el Producto Bruto Interno (PBI).
El exministro de Economía y Finanzas, David Tuesta, comentó al respecto en RPP: “El crecimiento tiene un techo, más allá de la cifra puntual. Un techo que, pese a ser insuficiente, es lo máximo a lo que el Perú puede aspirar. Si uno compara el crecimiento actual con el de hace años, se da cuenta. No vamos a crecer más del 3%; hace diez años crecíamos del 5% al 6%. Ahí ya tenemos una desventaja estructural. Haga lo que se haga, desde las condiciones actuales, eso no va a cambiar”.
Tanto Tuesta como Segura criticaron la falta de institucionalidad del Estado, lo que implica un ejercicio inestable. Asimismo, este último aseveró que el “momento peruano es terrible” y que el riesgo potencial puede colocar al país por debajo de su situación en el 2009, cuando la crisis financiera internacional generó la recesión global más profunda desde la postguerra.
“Hay diferentes planes como Con Punche Perú que, para ponerlo en otras palabras, no han tenido todo el punche que yo esperaba. Estos planes han funcionado parcialmente; hay que esperar. Se ha gastado muy poco. Todavía no han podido gastar todo lo que estaba previsto. Básicamente tratan de mitigar la situación económica desde la inversión pública, ante la baja evidente de la inversión privada. Algo así como amortiguarla. Creo que no han avanzado al ritmo que ellos mismos hubiesen esperado, pero todavía vamos pocos meses en el año. Me hubiese gustado una mejor selección de gastos, pero finalmente lo importante es que cumplan con las metas fiscales”, apuntó Segura.
Si el privado cae 1%, el público tiene que subir 4%
Para Juan Carlos Odar, el pensar en un horizonte de mediano plazo es muy complejo. Resulta difícil imaginarse a un Perú con crecimiento mayor al 3% hoy en día. Según el analista económico, el país está bastante por debajo de su potencial. En otras palabras: no todos consiguen y trabajan según lo que pueden ofrecerle al desarrollo nacional. “Es fundamental aumentar la productividad y para ello hay varias medidas: mejorar el acceso a la salud, a la educación; dar un transporte público de calidad y que ayude a llevar a las personas a sus centros laborales con rapidez...”. Eso por supuesto representa al capital humano, pero ¿cómo se consigue aumentar el físico?
“El Gobierno no está haciendo mucho y encima la pandemia debilitó al sistema profundamente. No estamos promoviendo el stock físico, la inversión privada. Al contrario, en general incentivamos la inversión pública. Eso no es un problema en sí, pero en el Perú la inversión pública es muy pequeña en contraste a la privada. Si la privada cae 1%, la pública debe subir 4% para compensar. Ahora proyectan una caída de la inversión privada de 4.5%. Eso significa que el equilibrio depende de la pública, que debe crecer en 18%. No hay forma. Eso no va a pasar”, señaló el economista.
Un Gobierno derrotado: nada por perder, todo por ganar
En sus análisis, tanto Segura como Tuesta identifican como uno de los problemas principales a la falta de institucionalidad en el Estado peruano. Las medidas que solicitan los exministros son ciertamente impopulares. Ellos lo saben, el MEF también. En vista de que en el Perú es más probable que arribe el Inkarri a salvarnos antes de que una figura política seria se erija y adquiera representación suficiente para adoptar medidas impopulares, parece imposible pensar en esa posibilidad... ¿o no? Pues para Odar es todo lo contrario.
“Es el momento ideal. Digamos que un partido que quiere postularse, ganar simpatizantes y méritos políticos, jamás realizará estas tan necesarias medidas, porque sabe bien que le generarían una absoluta antipatía de la gente. El gobierno de Dina Boluarte no tiene nada que perder: no tiene apoyo popular, más bien tiene un desprecio mayoritario; no tiene aspiración posible a formar un candidato y proponerlo en las siguientes elecciones; no tiene nada. Alguien con poder y proyecciones no lo hará: Boluarte no tiene nada que perder. Eso sí, son reformas a largo plazo, no las vamos a apreciar de inmediato. Tiene que hacerse pensando en el Perú, únicamente en el Perú, pues no habrá retribución política alguna”.
“Al Perú le tomará veinte años recuperarse”
Para el exministro Tuesta, el ritmo de crecimiento que mantiene el país nos condena: “Para recuperar los niveles prepandémicos de pobreza (el 20%), el Perú tendrá que esperar 20 años”. Odar no lo desestima, pero argumenta que hay choques que pueden reducir el tiempo de espera considerablemente. Según el analista, la inversión privada es la bandera a enarbolar.
“Los megaproyectos de inversión privada o pública pueden ayudar significativamente, pero hay que preparar el terreno para los inversionistas. No es tan fácil como declararlo en un par de conferencias. Hay pésimo ambiente entre los inversionistas porque el semestre ha sido flojísimo; el trabajo del Gobierno es cambiarlo”, señaló Odar.
Las palabras no garantizan nada
Odar argumentó, como los dos economistas antes nombrados, que el Congreso es nocivo para el desarrollo financiero del país. Según él, el MEF no juega en contra de la inversión privada, pero tampoco hace mucho para lograr incentivarla. Para el economista, las declaraciones de Contreras evitan que las expectativas de los inversionistas decaigan aún más, pero no más que eso.
“Mira los proyectos. Hay un montón en cartera, un montón. Y llevan diez años en espera. Que la minería tiene 63 mil millones de dólares en proyectos, y ¿quién va a financiarlo? Los inversionistas ya perdieron el interés. Hay que empezar a tomar medidas que apuren el proceso, que empiecen las obras mañana mismo si es posible. Hablar es muy fácil. Ahora se habló de la petroquímica. ¿Quién lo financia? ¿Cuál es el perfil de los socios? ¿Dónde se ubicará? ¿Contamos con la capacidad para manejar tal sector? Todas estas cosas, no lo sé, es como decir que Perú será sede del Mundial. Todos queremos eso, pero decirlo no garantiza nada. Necesitamos acción. Sobre todo en la construcción, que es un sector que conecta y se interrelaciona con otros”, aseveró el analista económico.