En el entretiempo de la final de la Liga Femenina 2023, Diego Velarde-Alvarez Clark, de 32 años, fue agredido verbal y físicamente por hinchas de Universitario de Deportes, quienes lo acusaron de ser un infiltrado del equipo rival: Alianza Lima.
Según declaró a Infobae Perú, él se ubicó en un extremo de la tribuna de Oriente, pegado a Sur, para disfrutar del partido que significaría la décima estrella para las “Leonas”, sin imaginarse que por no llevar puesta la camiseta del equipo de sus amores, u otro distintivo crema, terminaría con el rostro desfigurado, tal como le indicó el médico legista de la comisaría de Ate Vitarte.
“Como cualquier niño, mi sueño de chiquito era jugar para la “U”. He estado en las divisiones menores del club, ahí me enseñaron a tapar exjugadores. Incluso, el arquero José Carvallo es amigo de mi familia”, manifestó a este medio.
Cacería de brujas en el Estadio Monumental
Diego, exmiembro de la selección nacional de rugby, también conocida como Los Tumis, denunció a Bryan Bernal Loayza, de 31 años, por los golpes que le propinó al interior del Estadio Monumental.
Pese a que Bernal Loayza es quien le desfiguró el rostro, Velarde-Alvarez confirmó que la “cacería de brujas”, la cual también sufrieron otros hinchas vestidos de civiles, la orquestaron otras personas.
“Estaba sentado y se me acerca un chico de mala gana preguntándome por mi camiseta. Le respondo que no tengo, que no hay de mi talla. Me sigue increpando sobre por qué no tengo puesta la camiseta”, indicó el agraviado.
“Me pide hacer el símbolo de la U (con las manos) y lo hago sin problemas. Entonces me dice que me va a tomar una foto así, ahí es cuando le pido que se calme porque estaba siendo invasivo, todo de buena gana, pero ese chico estaba todo alterado”, continuó.
Ante su negativa por ser fotografiado, es cuando comienzan a señalarlo de “infiltrado” y que simpatiza con Alianza Lima. “Con esas acusaciones, más gente comienza a acercarse. Luego viene otro tipo, también de manera prepotente, a exigirme que le muestre las fotos de mi celular. Eso me pareció totalmente descabellado. Mi teléfono es de trabajo y no tengo ni una sola foto de la U”, argumentó.
“Cuando ya se acercan demasiado a mí, yo me paro y me alejo de mi pareja para que no le pase nada. Ahí es cuando recibo el golpe en la cara, rompe mis lentes, el vidrio choca con mi hueso y revienta dentro de mi piel, por eso el corte es como una coliflor”, acotó a este medio.
Nulo accionar de la PNP
Los golpes recién cesaron cuando sus agresores se percataron de la sangre derramada. Con la visión nublada de rojo, Diego caminó por varios metros para pedir auxilio, sin embargo, no encontró ni a los agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP), ni al personal que se encarga de la seguridad en esta clase de eventos deportivos, para que lo socorran.
“No había policías, brillaron por su ausencia, al igual que la seguridad privada del evento, no había nadie. Tampoco nadie me auxilió, yo he tenido que subir por mis propios medios y ensangrentado hasta el baño, recién arriba es donde he encontrado a algunos policías. Una cosa totalmente terrible, cero seguridad”, recordó.
Velarde-Alvarez Clark les explicó lo sucedido a los miembros de la PNP pero recién reaccionaron a su favor cuando les enseñó las pruebas. “Los policías no me creían hasta que mi pareja les mostró el vídeo, y recién ahí se pusieron serios. El que me agredió negaba todo, pero gracias a que se grabó lo que hizo fue que lo llevaron a la comisaría”, explicó.
“Los agentes me llevaron con el comisario encargado, entonces lo saludo y le digo: ‘por favor, vengo para que me de una mano porque me han cortado la cara y quiero asentar la denuncia’. Y me responde tal cual con estas palabras: Disculpe, señor, guarde silencio, ¿no ve que estamos cenando?, debe esperar a que terminemos. Esperé entre 15 y 20 minutos a que acabaran de cenar”, lamentó.
Demanda contra el Estadio Monumental
Luego de estar más de 4 horas en la comisaría, se trasladó a un nosocomio local para que le suturen la herida. Según le indicaron, necesitará de otra cirugía plástica para poder reconstruir la parte afectada de su rostro.
“Me pusieron algo de 10 puntos y me confirmaron que iba a necesitar de otra cirugía porque la herida es bastante grande, profunda y en una zona cercana al ojo. Una cirugía de cara puede llegar hasta los 10 mil soles calculo, pero lo que más me afecta a mí es verme al espejo y recordar con impotencia todo lo ocurrido”, aseveró.
“Estoy procediendo penalmente contra el tipo que me agredió. Mi intención no es que esto pase así nomás, el chico inclusive me ha llamado hoy en día para conciliar, pero el tema aquí no es monetario, sino dejar precedente de lo ocurrido, para que no vuelva a suceder”, prosiguió.
De acuerdo a sus declaraciones, su intención con hacer público lo ocurrido es que las autoridades tomen cartas en el asunto. “Si el día de mañana matan a una niña u otra persona, yo me voy a sentir mal conmigo mismo. No busco dinero, solo no quiero que vuelva a pasar, dejar un precedente para que ir al estadio sea una fiesta para todos”, manifestó.
Al ser consultado sobre si piensa tomar acciones legales contra el club o el estadio, sentenció: “Se me ha cruzado por la mente demandar al club, o al estadio, al ser el organizador del evento ya que no había seguridad ni policías. Nadie me ayudó o se hizo algo para evitar que estas cosas sucedieran, por eso no descarto la posibilidad, está ahí latente. En mi propio estadio me sentí abandonado, me sentí solo contra mi propia hinchada”.
Según contó a este medio, el club Universitario de Deportes no se ha comunicado con él ni se ha pronunciado mediante sus canales de difusión sobre lo ocurrido dentro de sus instalaciones. “Solo José Carvallo nos atendió para que trate de calmar a los hinchas por las amenazas que recibe mi familia”, precisó.
Más casos de violencia
A través de las redes sociales, se viralizó un vídeo en el que se observa que una familia es agredida verbal y físicamente del Monumental al también ser acusados de infiltrados, pese a que no uno de las víctimas llevaba puesta la camiseta de la U. En esta ocasión, los agentes de la PNP intervinieron para que el conflicto no pase a mayores y retiraron a los implicados de la tribuna.
Uno de los agresores fue reconocido e identificado como Mayer Sebastián Fasanando Lira, quien presenta una denuncia por agresión a la mujer. De acuerdo al expediente policial, este sujeto fue denunciado el pasado 24 de marzo por el presunto delito tipificado en el Art. 122-B.1, como “agresiones en contra de las mujeres o integrantes del grupo familiar”.