El Estadio Olímpico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) fue clausurado tras las quejas por exceso de contaminación sonora que sufrían los alumnos del recinto académico en horas de clases y los vecinos de la zona por las noches.
Ante los constantes reclamos, la Municipalidad de Lima Metropolitana (MML) decidió clausurar el coloso del Cercado de Lima por 2 meses y ponerle una multa económica de 19.800 soles al “permitir que dentro y/o desde el establecimiento o inmueble se altere del orden público, se promuevan actitudes que atentan contra la moral y las buenas costumbres, que afectan derechos de terceros o que perturben la tranquilidad de las personas”, según un documento de la Gerencia de Fiscalización y Control de la MML.
Por su parte, a través de un comunicado, la Junta Vecinal Comunal agradeció a todos los involucrados por salvaguardar el bienestar de los ciudadanos afectados por los conciertos y pruebas de sonidos que se realizan dentro del Estadio San Marcos.
Asimismo, exhortaron a todos los vecinos del sector a que puedan acudir a las puertas 1, 5, 6 y 7 de la UNMSM a respaldar la medida adoptada por la Municipalidad de Lima. “(Que la clausura) sea de carácter definitivo pues seguro existirán presiones de otros sectores oponiéndose a la misma”, finaliza la misiva firmada por Enzo Cabañin Aguilar, coordinador general de la Zona 3, Sector 12 del distrito de Lima.
“Sentimos mucha satisfacción y tranquilidad, serenidad, paz. Dejaremos de sufrir esta tortura auditiva a la que nos ha tenido sometidos la rectora Ramón, con una conducta inescrupulosa, insensible. (También) mucha insensibilidad por los artistas que han pasado por aquí. El Grupo 5 cerraron su serie de conciertos el día en que se conmemoraba el autismo, un día de reflexión. Lo mismo Eva Ayllón, que comienza y termina su presentación con fuegos artificiales”, celebró un vecino que se identificó como César a El Dominical de Panamericana.
Advertidos estaban
Según trascendió, la Subgerencia de Fiscalización ya había advertido a la rectora de la Decana de América, Jerí Ramón, que los ruidos provocados por la diversidad de eventos realizados en el estadio superaban el valor máximo de decibeles permitidos en el horario diurno en zonas residenciales.
“De repetirse otro evento de igual o similar magnitud (...) este despacho procederá a la clausura inmediata del recinto. Así que, exhorto a que respeten y cumplan con la normatividad vigente”, se notificó el pasado 11 de julio.
Sumado a ello, en reiteradas oportunidades, vecinos y alumnos han protestado en el frontis del Estadio San Marcos exigiendo que no hayan más conciertos. Incluso, demostraron que en el Reggaetón Lima Festival 3, llevado a cabo el día viernes 1 de setiembre, se excedieron los 70 decibeles permitidos por la norma.
“Apenas podemos conversar, el nivel del volumen es altísimo, esto es insufrible. Según lo establece la norma, el nivel permito en zona urbana es de 50 decibeles y 40 dentro de la universidad. Es la misma Municipalidad quien pone la norma, y la debería hacer respetar”, dijo un residente de la zona días antes de que clausuren el coloso universitario.
Otro punto entre las quejas de vecinos y alumnos, es que se dejaron de priorizar eventos deportivos por espectáculos de otra índole. “No se usa el estadio para campeonatos deportivos porque ya estaba instalado unos equipamientos para un concierto. Los conciertos están perjudicando a los estudiantes y deportistas. Estamos en contra de los alquileres porque perjudican a toda la comunidad universitaria”, indicaron los estudiantes.
Al respecto, la rectora Ramón le puso paños fríos al asunto hace algunos meses bajo el argumento que los conciertos y otros recitales servían para mejorar la economía de la UNSMSM. “(Los eventos) funcionan hasta las 12 de la noche y es una fuente de ingresos también. Al vernos disminuidos con su presupuesto que le da el Estado, tenemos este recurso”, manifestó.