Rovira y sus 115 años de tradición: la historia del huarique más antiguo y emblemático del Callao

En el corazón del primer puerto, la historia cobra vida en este restaurante que se ha convertido en un rincón de tradición que desafía el paso del tiempo con más de 100 años de legado gastronómico y cultural.

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Don Alejandro, que llegó al Callao desde su lejana Huaraz junto a su hermano cuando solo tenía 17 inocentes años, un día llegó al restaurante al notar que buscaban ayuda. Video: Paula Elizalde / Infobae.

La provincia constitucional del Callao es mucho más que salsa, mar y la alegría de su gente. El primer puerto es cultura, lugares históricos y una deliciosa gastronomía que se ha vuelto una marca registrada en todo el país.

Y a pesar de los años, hay algunos de estos sitios que parecen resistirlo todo. Hasta el inexorable paso del tiempo que suele ponerle fin a todo lo que le ponga al frente, no ha podido con la tradición que une a los chalacos desde hace más de 115 años.

Este bastión es el Restaurante Rovira, toda una institución en la provincia constitucional con derecho divino en el pan con pejerrey. Infobae Perú llegó a este local convertido en un buque insignia a lo largo de los años y buscamos conversar con su dueño y descubrir un poco más de este famoso y centenario huarique que es historia viva del Callao.

De manos españolas

El dueño actual, Don Alejandro Chuquimango, aún recuerda cómo fueron sus primeros años en el local. Se convirtió en pieza fundamental del negocio desde los 17 años. (Paula Elizalde / Infobae)
El dueño actual, Don Alejandro Chuquimango, aún recuerda cómo fueron sus primeros años en el local. Se convirtió en pieza fundamental del negocio desde los 17 años. (Paula Elizalde / Infobae)

Era el año de 1907 cuando el catalán Miguel Rovira decidió echar raíces en nuestro país y abrió un local, el mismo que se ubica en Calle Daniel Nieto 197, justo entre la Plaza Miguel Grau y la Fortaleza del Real Felipe.

En la búsqueda de qué ofrecer para atraer a los comensales, el español optó por determinadas opciones que todavía se ofrecen: el pan con pejerrey, sopa de choros, bocaditos de anchoas y choritos a la chalaca. “Ese fue su invento, en 1907″, recuerda con alegría y algo de nostalgia, Alejandro Chuquimango Reyes, actual propietario del lugar que entrar a trabajar en 1964 como mesero.

Don Alejandro, que llegó al Callao desde su lejana Huaraz junto a su hermano cuando solo tenía 17 inocentes años, un día llegó al restaurante al notar que buscaban ayuda. No lo pensó dos veces, y le pidió una oportunidad a don Miguel, que se la dio sin pensar que alargaría su legado más allá de los apellidos y las cuestiones legales. Y es que el amor a la cocina nunca conocerá límites de tiempo ni legales.

Así se hizo dueño

El Callao se saborea en Rovira, un huarique que desde 1907 ha deleitado con su pan con pejerrey y otras delicias a generaciones de chalacos.
El Callao se saborea en Rovira, un huarique que desde 1907 ha deleitado con su pan con pejerrey y otras delicias a generaciones de chalacos.

Aunque muchos creían, como este humilde periodista, que el lazo que existía desde la creación de Rovira con su actual dueño era consanguíneo, como ya se ha explicado líneas arriba, este nace desde la confianza y el cariño que don Alejandro le puso a su trabajo desde el primer día.

Ocurre que luego de la muerte de Miguel Rovira, en 1971, la administración pasó por un breve tiempo por José Espinoza, hasta que lamentablemente también muere.

Es así como en 1985 pasó formalmente a su actual dueño. Y a pesar de que ya han pasado más de 40 años, han sido mínimos los cambios que le ha realizado en su estructura. Solo así se puede mantener el espíritu alegre y jovial que siempre tuvo este lugar. Y eso que ha soportado, fuertes temblores, terremotos, salidas de mar. Pero Rovira sigue ahí: incólume e indestructible.

“Antes era normal que vinieran los trabajadores de Enapu (Empresa Nacional de Puertos) a tomar su desayuno. Marcaban su asistencia y venían acá. Algunos hasta se tomaban sus ‘chelitas’, pero ahora hay mucho control y ya no vienen como antes”, recuerda señalando que a pesar de las situaciones difíciles, Rovira siempre ha sabido salir adelante.

Durante la época de la pandemia de COVID-19, por disposición de las autoridades sanitarias del país, Rovira tuvo que cerrar el local por seis meses. “Fue un tiempo complicado, pero tuvimos que hacerlo. Solo nos quedó cuidarnos en casa hasta esperar que termine la pesadilla. Felizmente, habíamos guardado pan para mayo”, expresó.

En la pantalla grande

Descubre el alma gastronómica del Callao en Rovira, un restaurante que ha sobrevivido a terremotos y pandemias para seguir sirviendo su pan con pejerrey.
Descubre el alma gastronómica del Callao en Rovira, un restaurante que ha sobrevivido a terremotos y pandemias para seguir sirviendo su pan con pejerrey.

Situaciones curiosas han pasado miles en Rovira. Tal vez la que más le ha dejado marcado fue cuando la producción de la película ‘Viejos Amigos’ le solicitó su local para grabar algunas escenas que representan todo lo que significa la vida en un lugar tan especial como el Callao.

“Los tres eran unos chistosos (por los actores Enrique Victoria, Ricardo Blume y Carlos Gassols). Fue muy bonita experiencia. Grabaron más de 18 horas y eran más de 30 personas”, señaló con esa sonrisa de niño que todavía mantiene, pese a sus casi 80 años.

Personajes famosos

Rovira, y sus 115 años de historia, comparte sus secretos culinarios y las anécdotas de quienes han cruzado su puerta (Paula Elizalde / Infobae)
Rovira, y sus 115 años de historia, comparte sus secretos culinarios y las anécdotas de quienes han cruzado su puerta (Paula Elizalde / Infobae)

De igual manera, son muchos los conocidos que han llegado hasta aquí y han caído rendidos al saber del delicioso pan con pejerrey.

Desde expresidentes como Alan García y Fernando Belaúnde Terry, el también fallecido entrenador chalaco Marcos Calderón, así como los mediáticos, Alfonso ‘Puchungo’ Yáñez y Roberto Martínez. Hasta el histórico equipo de Sport Boys que participó en las Olimpiadas de Berlín 1936.

“Alan no dejaba propina porque él no era el que pagaba. Siempre venía con empresarios y todos se quitaban la cuenta para pagarla. Comía bien, de cuatro a seis panes. Le gustaba hablar mucho”, nos dice.

Otro de los personajes del que nunca se podrá olvidar es el ex de la ‘señito’, Gisela Valcárcel, Roberto Martínez.

“Un día se fue debiendo 60 soles y nunca más regresó. ‘Ya vengo, me dijo’. Y ya pasaron más de 10 años. Fue cuando trabajaba en el Concejo del Callao con (Juan) Sotomayor”, recordó con sonoras carcajadas, entre otras tantas historias que serían dignas de un libro dedicado a las grandes historia del Rovira.

Piensa en el final

Descubre la historia de Rovira, un huarique centenario que se niega a envejecer.  (Paula Elizalde / Infobae)
Descubre la historia de Rovira, un huarique centenario que se niega a envejecer. (Paula Elizalde / Infobae)

Si bien don Alejandro sabe que Rovira parece ser inmortal, también es consciente que él no lo es. Y como buen padre provisor para cuando parta de este plano terrenal, prepara a sus herederos para que sigan sus pasos y continúen con la leyenda.

“Rovira no va a cerrar nunca. Cuando ya no esté se quedarán mis hijos a cargo. Ya ellos harán cambios o invertirán su billete para que el negocio siga adelante, pero siempre manteniendo su esencia”, sentencia.

Y es que 115 años no pasan en vano y ese legado de amor por el Callao y por su comida tiene que continuar por muchos años más.

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