Para los peruanos, hablar de aspiraciones y grandes sueños es un pan de cada día. La lucha por alcanzar cada uno de ellos se ve reflejada en los rostros de los diferentes emprendedores que día a día salen a las calles a buscar no solo el sustento para sus mesas, sino también un camino que los lleve hacia ese lugar donde las metas sí se cumplen.
Nuestro país alberga una gran cantidad de gente pujante que se caracteriza justamente por no dejar pasar las oportunidades y salir adelante en medio de las adversidades, pero también por heredar esta forma de ver el mundo a las generaciones que vienen después.
Así lo demuestran las innumerables historias de éxito que no se cuentan precisamente con los dedos de las manos. Cada una de ellas tiene el sello de la perseverancia y sacrificio de sus protagonistas, y el caso de la Picantería La Tomasita no es la excepción a esta regla.
Cumpliendo un sueño familiar
Sandra Rubatto, dueña del tradicional restaurante La Tomasita, cuenta con alegría cómo es que su negocio, que ha cosechado gran popularidad entre los comensales más exigentes, vio la luz en su natal Piura, donde al lado de su hermana idearon desde sus cimientos lo que sería un sinfín de éxitos para la familia.
“La Tomasita inició desde el 2009. Nosotros fuimos dos chicas emprendedoras, mi hermana y yo. Yo ya tenía experiencia porque tenía a mi mamá”, asegura en declaraciones a Infobae Perú.
Pero eso no es todo, ya que el restaurante representa para Sandra mucho más que solo un negocio. Podría decirse, sin lugar a dudas, que es la materialización de un gran sueño que le fue heredado junto con las impecables habilidades culinarias de las que hace gala.
“Siempre hemos trabajado en fogones, pero mi mamá no tuvo la oportunidad de cocinar para un restaurante, imagínate, sino siempre la contrataban terceros. Entonces, los fondos se iban a otra persona y ella cocinaba. Pero siempre he vivido rodeada de cocina”, precisó.
“Entonces yo dije: ‘mamá, algún día voy a tener un restaurante’, y lo hice. Yo le cumplí su sueño, y mi sueño siempre fue tener un restaurante”, aseguró la emprendedora que actualmente ha sacado ese sueño adelante y lo ha convertido en uno de los ingredientes principales de cada preparación que sale de la cocina en La Tomasita.
El cliente, la clave del éxito
Por supuesto, además de las ganas de salir adelante de las hermanas emprendedoras, hay un punto clave que Sandra Rubatto destaca y que constituye un importante pilar cuando se trata de hacer crecer un negocio en el ámbito de la gastronomía: el trato al cliente. Para ella, tener una buena conexión con los comensales puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso.
“El cliente, como siempre les digo, es tu amigo. Tú tienes que tratarlo así como ‘chévere’. No así como a veces yo veo cuando tú vas a un lugar, todo ‘seco’; sino con emoción, dándole un poquito de confianza, con respeto. Y lo más maravilloso es que el cliente siempre te dice si está todo bien, va y te busca, te agradece. Es lo más lindo y de verdad que uno se siente feliz”, detalló la empresaria.
Patrimonio Cultural de la Nación
La Tomasita tiene un encanto especial debido a su hermosa historia y excelente sazón, sin embargo, es importante resaltar que el negocio tiene también un valor cultural sumamente importante. Para entender mejor esto, es necesario remontarnos al año 2015, cuando el Ministerio de Cultura declaró a las Picanterías y Chicherías de las regiones Lambayeque, La Libertad, Cusco, Piura y Tumbes como Patrimonio Cultural de la Nación.
Este reconocimiento se basó en diversas premisas, para el caso de Piura, la Resolución Ministerial enfatiza que “los espacios culturales de la Picantería y de la Chichería piuranas son espacios sociales complementarios cuya naturaleza primordial es la preparación y venta de comida y bebida tradicional (...) ambos poseen un conjunto de rasgos distintivos como el uso de utensilios y menaje elaborado a partir de arcilla y calabaza, lo cual representa la vigencia de una tradición de origen prehispánico”.
Asimismo, se enfatiza que estos locales son puntos que refuerzan las técnicas culinarias de cada región y son sitios de encuentro de la población local que ayudan a reforzar lazos, reafirmar la identidad cultural y son escenario de importantes manifestaciones culturales asociadas.
En tal sentido, La Tomasita representa lo mejor de las picanterías piuranas y deja en alto el título de Patrimonio Cultural de la Nación que ostenta. Por supuesto, Sandra Rubatto también detalló orgullosa que cuentan con más de un reconocimiento, destacando uno que les fue otorgado por la Cámara de Comercio de Lima.
Seco de cabrito, la estrella de La Tomasita
Respecto de la sazón y los platos que ofrecen, La Tomasita cuenta con su propia estrella, la más brillante de la carta y que se lleva todos los aplausos de propios y extraños: el imperdible seco de cabrito. La emprendedora asegura que es un platillo que todos deben probar si visitan su local, destacando su suavidad y sabor inigualable. El secreto para un buen seco de cabrito, según detalló, es la chicha de jora.
“La chicha de jora nosotros es una chicha especita, así como media amarillita, rica. Y eso es el ingrediente fundamental de hacer un seco de cabrito”. También enfatizó la importancia del uso de insumos de origen local, en este caso, pertenecientes a la región Piura, así como un buen puñado de ajíes de calidad.
“No necesitas echarle tanta cosa al seco. Los tres ajíes, su chicha de jora, un buen macerado y listo, ya haces tu cabrito”, puntualizó. Asimismo, resaltó el trabajo que realizan las colaboradoras de La Tomasita, asegurando que cada una de ellas le pone corazón a su labor.
“Todos ponemos punche. Somos mujeres emprendedoras, sin desmerecer a los hombres que también son buenos en su trabajo, pero en este caso, los colaboradores son mujeres”, sostuvo.
Cabe destacar que este esfuerzo ha llevado a la La Tomasita y su platillo a estar presentes este año en la feria gastronómica Perú mucho gusto, evento impulsada por Promperú, donde los mejores exponentes de nuestra gastronomía regional se dieron cita y concursaron para destacar como los mejores. El evento contó con la presencia de cientos de visitantes y autoridades de la región Tumbes, donde se llevó a cabo, además, fue una importante ventana para dar a conocer insumos regionales y promover el consumo de productos autóctonos.
Pasión por la gastronomía
Finalmente, la dueña de La Tomasita, precisó que tiene gran pasión por la gastronomía peruana, algo que la ha llevado a cocinar con alegría y luchar por el sueño que ha logrado cumplir, pero que sigue impulsando con base en esfuerzo y dedicación.
“Mira, es una pasión que tengo en la gastronomía. Es el contacto que uno tiene cuando uno cocina y cuando el cliente te dice, ‘oye, está todo rico’, te sientes emocionada de preparar tus cosas. Mayormente en la cocina, como yo les digo, no hay secretos, solamente tienes que comprar tus productos de buena calidad, hacerlo con esmero como si fuera para ti y te queda la comida excelente. No necesitas tanta cosa, solamente un buen producto y con ganas de prepararlo bien” finalizó.