A lo largo de nuestra historia se han producido diversos hechos históricos y fenómenos culturales trascendentales que han repercutido de manera importante en la construcción de la identidad colectiva, se podría afirmar que son estos acontecimientos y fenómenos los que de alguna manera permiten explicar la forma de ser, de pensar, de sentir y de actuar de los diversos grupos sociales que cohabitan en nuestro territorio, como la reincorporación de Tacna que lo recordamos este 28 de agosto. Los mismos que, a través de sus producciones simbólicas establecen relaciones sociales con los miembros de su propio grupo y con las personas de los otros grupos sociales.
Estamos ante un nuevo escenario con valores cambiantes y con una nueva calle por descubrir, es este contexto el que nos invita a repensar nuestra manera de conectar con otras ciudades del país cuyo entendimiento cultural ha sido poco trabajado por las empresas, generando un divorcio que cada vez más evidente, ya que estamos ante nuevos ciudadanos con mayores niveles de autovaloración y distintas ambiciones.
Acontecimientos como las últimas manifestaciones ocurridas en nuestro país en los últimos años, han demostrado la necesidad que muestran las ciudades del sur y sobre todo, su capacidad para hacerse escuchar. Haciendo una sistematización de diferentes estudios del sur del país que hemos realizado en Consumer Truth, encontramos cinco grandes insights culturales. Uno de ellos es el “espíritu resiliente”, el cual nos muestra que si bien podrían considerarse ciudades que han estado golpeadas e invisibilizadas, estas no se han visto resignadas.
Así mismo hacen uso de “rituales de celebración” por una necesidad de recargarse y darse fuerza común para seguir trabajando, en el sur se celebra la cultura y se celebra el esfuerzo. Existe también una “autonomía identitaria”, nosotros les llamamos ‘los del sur’, pero sobre eso hay una identidad local mucho más fuerte que es gestada como toda una gran región. Existe “sentido de retribución”, es decir su sentido del hacer es mucho más contributivo, se piensa en el otro, en la comunidad, en el colectivo. Y finalmente, se mantiene una “riqueza expresiva” el cual nos permite re-entender la cultura popular como fuente creatividad
La tecnología avanza y muchas herramientas nos permiten avanzar en nuestra tarea como investigadores y marketeros, pero no podemos olvidar la gran importancia de la calle, la historia y la cultura como fuente de valor. Mirar adentro, mirarnos adentro. En nuestra cotidianeidad están los insights del comportamiento, aquellos que, si miramos bien, nos permiten conectar mejor, fidelizar mejor, atraer mejor.