La ola de sicariato se sigue apoderando de varios distritos en la capital y pese a que había gran reincidencia en zonas de Lima Norte, ahora estas bandas criminales han sembrado el terror en Lima Sur.
El último sábado se conoció el caso de unos sicarios que intentaron acribillar a una mujer comerciante quien se negó a pagar por los famosos cupos. Sin embargo, por error, uno de ellos le disparó a su cómplice, dejándolo malherido tendido sobre la acera.
Todo ocurrió en el distrito de Villa María del Triunfo cuando la víctima se encontraba en la puerta de su casa conversando con su padre y un trabajador de sus tiendas de abarrotes. De pronto llegaron dos sujetos a bordo de una moto lineal. Las obras inconclusas de Sedapal hicieron que el conductor del vehículo menor pierda el equilibrio, por lo que a su acompañante se le escapó un tiro y le dispara directamente a la cabeza.
La mujer y las personas que la acompañaban entran despavoridas a su casa tras sentir que estuvieron a punto de morir a manos de estos delincuentes.
Recibía constantes amenazas
La víctima contó que desde el 19 de julio de este año, venía recibiendo diversos mensajes a través de WhatsApp en donde le exigían el pago de unos cupos para no atentar con su vida. La mujer decidió no hacer caso a estas amenazas, pero unos días después de recibir estos avisos, unos desconocidos fueron a su vivienda y empezaron a dispararle.
Pese a que fue a la comisaría de José Carlos Mariátegui para colocar la denuncia respectiva, los agentes del orden no le pudieron dar mayor solución. Incluso la mujer contó que pidió garantías para su vida y la de su familia, pero se las negaron.
Luego de varias semanas y tras oponerse a dicho pago, las cámaras de seguridad captaron el preciso momento en que llegan estos delincuentes con el fin de matarla.
Incluso, se puede ver en las imágenes cómo es que estos malhechores llegan a la vivienda y arrojan un papel en donde le dan un número telefónico para que se comunique y así llegar a un “acuerdo” para que nadie atente contra su vida y la de su familia.
Lo curioso de este mensaje es que por el reverso se puede ver que es un documento policial, al parecer una citación para que alguna persona se apersone a la dependencia policial a rendir una declaración.
“Ese papel tiene el número de la primera vez que me han estado extorsionando, de ahí me dicen que me comunique a ese número. Si tú volteas, ese es un papel de una citación de una comisaria”, comentó.
“Yo reconozco a esa persona porque es él que ha venido la vez pasada a disparar a mi domicilio“, explicó.
De acuerdo con el relato de la víctima, la Dirincri dispone de su teléfono celular con el objetivo de intentar rastrear la ubicación de los perpetradores de la extorsión. No obstante, desde finales de julio hasta la fecha actual, no se ha logrado obtener ningún resultado, lo que ha llevado a un desconocimiento sobre la identidad de los agresores.