Cada año llegan extranjeros al fútbol peruano, aunque no todos marcan la diferencia por diferentes motivos. De hecho, son pocos los que arriban a un club grande como Alianza Lima y pueden salir campeones nacionales. Esto último le sucedió a Martín Ligüera, quien llegó al club ‘blanquiazul’ el 2006 y, de la mano de Gerardo Pelusso, conquistó el máximo título local esa temporada.
El que fuera volante ofensivo tuvo una charla exclusiva desde Uruguay con Infobae Perú, en la que contó sus inicios en el balompié, la histórica marca que logró en el ‘Decano’, su amistad con Luis Suárez y más.
- Cuéntame de tus inicios en el fútbol. ¿Qué tan duro fue ese proceso hasta debutar en Primera División en Nacional?
Como todo, fue bastante difícil. Yo no era de Montevideo, sino del interior y vivía a 100 kilómetros. Todos los días tenía que viajar esa distancia para venir a entrenar y así estuve durante tres años. También estudiaba en mi ciudad, Florida. Mi debut en Primera se dio con 16 años y ahí arrancó mi carrera, pero los primeros años en juveniles no fueron fáciles.
- ¿Recuerdas el momento exacto de tu debut?
Sí, claro. Fue en un clásico contra Peñarol en 1997. Me acuerdo como si fuera ahora. Con muchas ganas, con la inconsciencia de ser un niño todavía, tenía ganas de agarrar la pelota… Fue un recuerdo muy lindo que me marcó porque fui uno de los jugadores más jóvenes en debutar en Nacional.
- ¿Siempre fuiste volante ofensivo?
En juveniles jugaba de delantero, sobre todo los primeros años. A partir de los 14 empecé a jugar como volante ofensivo y también en las selecciones juveniles.
- De ahí pasaste por Cerro, Defensor Sporting, Fénix, Real Mallorca, Grasshopper…
Sí, debuté en Primera, pero no pude lograr la continuidad que esperaba. Me fui a préstamo a otros equipos. Primero Cerro, después Defensor y al último Fénix, que fue donde exploté futbolísticamente porque me llevó a la selección. Tuve mi pase a Mallorca. Fue mi mejor año en esa época.
- El 2004 volviste a Nacional y coincidiste con Luis Suárez. ¿Desde ahí veías todo lo que iba a ser como futbolista?
Te mentiría si digo que sí. Se le veía un mentalidad totalmente distinta al resto. Él debutó con nosotros en la Copa Libertadores contra Junior de Barranquilla en Colombia, pero nadie esperaba que fuera a terminar la carrera que hizo. Sigue con la misma mentalidad que tenía cuando recién subió: esa de ganador, agresivo, te pasa por arriba, siempre queriendo superarse, eso no cambió nada. Ahora, yo de Mallorca vuelvo a Nacional con 24 años y ahí me fui a México.
- ¿Mantienes actualmente una amistad con él? ¿Alguna anécdota que puedas contar?
Sí, mantengo una amistad con él. Cuando estuvo el último año en Atlético Madrid, hice un viaje a España y me invitó a los entrenamientos, fui con mi hijo y nos regaló una camiseta. Imagínate la vida que debe tener y uno como jugador trata de no molestarlo mucho, pero cuando lo necesitamos en ese momento, se portó bárbaro. Uno que fue compañero no siente eso… Si bien es un fenómeno para Uruguay, para mis hijos fue… ¡Imagínate! Que los esté esperando con la ‘9′ de Atlético Madrid, sacarse una foto. Aparte tiene una humildad tremenda.
- De ahí pasaste por México. ¿En qué momento se dio tu llegada a Alianza Lima?
Firmé en México por tres años. El primero alterné y cambiaron de entrenador, me dijeron que no iban a contar conmigo. Ahí me llamó Gerardo Pelusso y me dijo que estaba la posibilidad de ir a Alianza. Obviamente que no lo pensé dos veces porque sé la repercusión que tiene, el equipo que es a nivel sudamericano, y me fui un año a préstamo.
- ¿Desde el comienzo veías que el título era posible?
No, viéndolo desde el exterior. Que después lo corroboras, sabes que tienes que pelear el campeonato. A veces te encuentras con un Sporting Cristal o Universitario muy buenos, pero sabíamos que la posibilidad de salir campeón la íbamos a tener, dependía de nosotros. No iba a ser fácil, pero estando en Alianza tienes muchas más chances que otro equipo.
- ¿Cuál fue el punto clave para el título?
El grupo que había era tremendo. Yo tenía 25 o 26 años, era joven porque jugué hasta los 37. Miras el plantel y todos habíamos jugado en la selección: ‘Chicho’ Salas, ‘Pepe’ Soto, Jayo, Ciurlizza, Zegarra, Martel, Rodrigo Pérez, Maestri, Silva Pro. Había una madurez y me sentía un líder futbolístico porque fuera de la cancha había muchos líderes. Sabíamos que lo único que servía era salir campeón porque muchos después no iban a tener muchas posibilidades. ‘Pepe’ Soto se retira después de eso. Cuando son la de las últimas que tienes, es tratar de no errar.
- ¿Algún acontecimiento de esa campaña que te haya marcado?
Sí, ese año me marcó que no pude venirme a Uruguay en Navidad porque las finales se jugaron 23 y 27 de diciembre. Mi esposa regresó a Uruguay. El 25 de noche estábamos concentrados en Matute e hicimos un asado y la pasamos como una familia. Todo el mundo contando chistes a pocas horas de jugar la segunda final con Cienciano. Nos unió mucho esa concentración y Cienciano nos hizo el gol con Mariño, pero los pasamos por arriba futbolísticamente.
- Te ganaste el cariño del club y de los hinchas porque el 2015 que regresaste con Fénix de Uruguay te aplaudieron. ¿Qué te produce todo esto?
Fue imponente. Son los premios que después le quedan a uno. Yo me considero un ‘10′, pero siempre dejé todo como todo uruguayo. Entonces ellos lo valoraban mucho, me agarraron un cariño bárbaro. En la Copa Libertadores no nos fue bien, pero siempre hasta el último dejé todo, ‘sudaba’ la camiseta. Tuve la posibilidad de recibir todo ese reconocimiento porque me fui a mitad de año (2007), Alianza estaba con problemas económicos y no pude renovar y volví a Nacional. Pero el 2015 fui con Fénix a la ‘Noche Blanquiazul’ y se me puso la piel de gallina con el reconocimiento. Eran 30 mil personas alentando mi nombre, no lo voy a olvidar.
- ¿Hay un antes y un después en la carrera de Martín Ligüera tras jugar en Alianza Lima?
Es un equipo que me marcó. El peruano anda por todos lados. Fui a Chile y me crucé con muchos peruanos, en Uruguay también. Y siempre se acuerdan de mí. A Perú no he tenido la posibilidad de ir más que esa vez, pero por el cariño son agradecidos. Fue un club que me marcó en ese sentido y cómo logramos el campeonato. Me acuerdo las sensaciones del último partido con Cienciano, Matute explotaba, fue una fiesta. Yo quería quedarme, no se dio y siempre me quedé con las ganas. Después, por suerte, pude volver con otro equipo en Matute y con mucha gente otra vez.
- Por esa buena campaña que hiciste el 2006, ¿te llegaron ofertas de Universitario o Sporting Cristal?
No, lo hubiera pensado bien. Con todo respeto lo digo porque estaba muy identificado con Alianza. Aparte regresé a Nacional, un equipo fuerte del que soy hincha e hice las juveniles, salí cuatro veces campeón, como técnico también. Me parece que tuve propuesta de Universidad San Martín que estaba fuerte en ese entonces, pero como arreglé con Nacional se descartó esa posibilidad.
¡Hay más! Este martes 29 de agosto no te pierdas la segunda parte de la entrevista exclusiva con Martín Ligüera. En esta ocasión, se refirió a la salida de Guillermo Salas de la dirección técnica de Alianza Lima, el ingreso de Mauricio Larriera, su filosofía como entrenador y más temas.