En un país como Perú, donde la educación superior de calidad puede convertirse en un privilegio reservado únicamente para unos pocos, la fuerza de voluntad de los individuos puede ser la mejor y única herramienta que muchos tienen para superar obstáculos y gradualmente alcanzar sus aspiraciones, sin importar los desafíos que la vida les presente.
Este es el caso de Christie Macarena Rojas Erazo, una joven que encontró su lugar en el mundo en Recidar. No solamente se gana la vida en este lugar tan especial para ella y los vecinos de Chorrillos, sino que también aprendió que la única manera de hacerse un espacio en esta exigente sociedad peruana es entregarse por completo en cada aspecto de la vida, ya sea en los estudios o en el trabajo. Es por ello que Infobae Perú la entrevistó para compartir su historia.
A buscarse la vida
A pesar de ser solo una jovencita, Christie cursaba el segundo ciclo de la carrera de Contabilidad y ya tenía un niño en brazos. Era 2017, y el apoyo económico en casa, por parte de la tía con la que vivía, se había terminado y no tuvo más opciones que salir a buscar un trabajo para intentar solventar sus gastos.
El destino quiso que, caminando por las calles de Villa El Salvador, se topara con un curioso anuncio en el que se solicitaba asistente de recojo o recicladora.
Con grandes dudas sobre lo que eso significaba, Christie asistió a la entrevista para ver qué sucedía. Total, lo peor que le podría pasar era que le digan que no y tener que seguir su búsqueda en otros lugares. Pero el destino le tenía preparada una sorpresa.
Luego de pasar un par de entrevistas con los gerentes de Recidar, finalmente una luz para su vida llegaba. Lo mejor era que, debido a su perfil, fue colocada en el puesto de asistente de recojo.
“Al principio tuve que acostumbrarme a los procesos que eran nuevos para mí. Como la empresa era muy chica aún, no siempre había cosas que recoger, así que, para no aburrirme, entraba a la tienda para arreglar la ropa, apoyar en las ventas, hacía caja. En realidad, hacía muchas cosas”, contó a Infobae Perú.
Las cosas nunca son fáciles
Con el paso del tiempo y ya cómoda, y feliz en su nuevo centro de labores, las dificultades no dejaron de aparecer. Pero Christie siempre estuvo de pie para enfrentar cada barrera que se le presentaba. Una de ellas fue la pandemia de Covid-19 que azotó al mundo desde inicios de 2020 hasta finales de 2022. Además, se encontraba embarazada de su de segundo hijo.
Esperando un hijo y con la posibilidad de quedarse sin trabajo, la joven emprendedora tuvo que darle cara a esta nueva situación que golpeó a este país.
“Seguimos trabajando de manera virtual, como gran parte del mundo hizo, pero no sabíamos cuál era el futuro de las tiendas. Cerramos mes y medio, y temíamos qué iba a suceder en el futuro. Sin embargo, cuando las cosas comenzaron a mejorar y al regresar al trabajo de manera presencial me convertí en asistente administrativa”, recordó.
Mientras tanto, se encargaba de las redes sociales y en poco tiempo se convirtió en una experta community manager, aunque su verdadera habilidad residía en la administración y no en el mundo de Internet.
Una mano de mis amigos
Cuando Rojas Erazo finalmente volvió a la presencialidad, lo hizo con un aumento en su sueldo debido a su desempeño. Fue precisamente a esa labor dedicada a su empresa que los encargados de liderar Recidar, el gerente general Boris Gamarra Pinto, y su esposa, Lizeth Moya Guevara, jefa de administración, se dieron a la tarea de convencerla para que acepte ese anhelado nuevo puesto.
Y no es que no lo quisiera; resulta que al concluir la crisis del coronavirus en el país, ya había dado a luz y no deseaba dejar a su recién nacido al cuidado de su pareja ni de su propia madre. Después de todo, ese instinto maternal era lo que le impedía dar el siguiente paso.
Sin embargo, fue persuadida, no solo de que el cambio sería beneficioso para su carrera, sino también para poner fin a su sueño más anhelado: completar su carrera de una vez por todas.
Tropezando en el camino pero con determinación, había avanzado hasta el punto crucial de su carrera. Gracias a su fuerza de voluntad y a su capacidad para organizarse de la mejor manera posible, este año culminó el sexto ciclo y solo falta la presentación correspondiente para recibir el tan esperado diploma otorgado por la Nación.
“Siempre confíen en ustedes mismos y aprovechen las oportunidades que se les presentan. A veces, estas solo ocurren una vez en la vida. Yo aproveché el apoyo de mis estudios y mis hijos, y ahora estoy a punto de convertirme en una profesional con todas las de la ley. Nunca se rindan”, aconsejó.
Y es que al final de la vida, la única gran herencia que podemos dejarles a nuestros hijos no es dinero, no carros, ni propiedades, sino algo que sí les servirá para toda su vida: valores y educación.
¿Qué es Recidar?
Recidar es una empresa social que se encarga de recolectar donaciones u objetos compartidos de familias y empresas. Luego estos bienes de segunda mano son llevados a los almacenes de Villa El Salvador, en donde son reparados y ‘devueltos a la vida’, para ser puestos a la venta en los dos bazares con los que cuenta.
La ventaja es que, debido a que son de segundo uso, los precios son realmente bajos y al alcance de todos.
En este lugar, uno puede encontrar desde utensilios para la casa, televisores, equipos de sonido, bicicletas, libros, ropa y casi cualquier cosa que uno busque.
Recidar fue elegida en el año 2015 ganadora de la iniciativa Protagonistas del Cambio UPC. Este programa de responsabilidad social de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, busca que jóvenes emprendedores de todo el Perú busquen de manera positiva cuidar el país y promuevan mediante acciones los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La edición de este año aún tiene fechas abiertas hasta el 30 de junio.