Aidé es la hija de un paciente de 81 años de edad afiliado al Seguro Social de Salud (EsSalud). Narró que su padre había aportado durante 25 años una pensión con la expectativa de recibir una atención digna. No obstante, expresó su profundo pesar por la lamentable experiencia que vivió hace unos días, cuando su familiar estuvo al borde de la muerte.
Según dijo a Infobae Perú, la noche del pasado martes 22 de agosto, su padre, quien vive postrado en cama a causa de una fibrosis pulmonar y otras comorbilidades que lo aquejan, sufrió un episodio crítico que requería de una atención inmediata.
Aidé y su padre viven entre 30 a 40 minutos en carro desde Jicamarca hasta el Hospital Nivel I Aurelio Díaz Ufano y Peral, de San Juan de Lurigancho, donde el paciente se estuvo atendiendo.
Por la situación delicada, la mujer llamó a la red de EsSalud para que una ambulancia acuda en su ayuda. No obstante, las personas que la atendieron le indicaron que no contaban con alguna unidad disponible y que, por el estado del paciente, debía llevarlo con sus propios medios hasta el Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, ubicado en La Victoria, a casi dos horas de su casa.
“Antes de ayer, a eso de las 8 de la noche, he pedido por emergencia una ambulancia porque mi paciente está postrado y no he podido conseguir la ambulancia en ninguna parte. Cuando he llamado, me han dicho que las ambulancias están escasas, que yo misma busque una carrera y traiga a mi paciente. Lo he tenido que traer por escala, en dos taxis”, contó la angustiada hija.
Una vez ya ingresado por emergencias del hospital Almenara, Aidé junto a su padre vivieron otra situación indignante. El paciente tuvo que esperar hasta las 6 de la mañana del día siguiente, sentado en una silla de ruedas, para que puedan atenderlo.
“Casi se muere mi padre porque amaneció en la silla de ruedas hasta las 06:00 de la mañana. El hombre se enfriaba ahí esperando. La máquina no leía su presión porque prácticamente ya estaba en cero”, indicó.
El tema de las citas médicas, cupos para hospitalización y/o acceso a una intervención quirúrgica son otros problemas que aquejan a los asegurados.
Edwin es familiar de otro asegurado de EsSalud. Juntos llegaron desde provincia hasta la capital limeña por una referencia médica al área de Urología del hospital Almenara. Hace algunos días, el paciente fue ingresado a hospitalización pero aún continúa en espera a que sea operado.
Según contó a este medio, aunque en su caso la tele consulta fue rápida, han tenido que soportar un año con dolores para que recién acepten hospitalizarlo. Los médicos le han manifestado que existe una larga lista de espera.
“Esperemos más de un año. Mi familiar tiene cálculos, ha estado tratándose con medicamentos que le daban por emergencia o le recetaban por tele consulta. La tele consulta sí ha sido rápida en nuestro caso, sino que la lista de espera para la hospitalización si ha sido bastante tiempo”, reveló.
Las situaciones expuestas muestran el panorama que viven los más de 12 millones de asegurados de la red de EsSalud. Pese a que la cifra de aportantes aumentó en el último año, los servicios de los aproximadamente 400 establecimientos del seguro de salud a nivel nacional continúan siendo precarios.
¿Por qué la atención en EsSalud continúa siendo pésima?
Pero, ¿a qué se debe estas deficiencias que persisten en EsSalud? Omar Neyra Colchado, especialista en Salud Pública, señaló para Infobae Perú que se trata de un problema estructural en los servicios de EsSalud debido a la poca capacidad de gestión que existe y persiste.
“Sabemos que los recursos pueden ser limitados, pero con lo que se tiene, si tuviéramos capacidad de gestión, organizaríamos mejor los servicios de distintas especialidades y daríamos un mejor acceso oportuno usando las nuevas tecnologías”, señaló.
El experto en salud pública detalló algunos de los problemas que se ha identificado en la red de EsSalud lo cual provoca que se extienda el tiempo de espera de los asegurados. Uno de ellos, es la falta de transparencia y atención o mantenimiento de los equipos especializados de los diferentes hospitales.
“Vamos a ver un hospital grande, que pueda tener 10 quirófanos, pero no funcionan los 10 quirófanos, funcionan 7, 8 u 5. No funcionan porque le falta algo, falla algo; no hay un tomógrafo, etc. y todo eso es un problema. Entonces, importante organizar, transparentar; luego, hacer que todo lo que tenemos instalado funcione”, resaltó
Otra carencia hallada es la negación a la transformación digital en el servicio. Como ejemplo, señaló la metodología de citas que usan los establecimientos de salud privados.
“Los pacientes (de establecimientos privados) acceden al hospital de forma online. Te dan citas online y a partir de ahí, se va transparentando la información de cómo están los servicios, la consulta, quiénes son los médicos”, mencionó
Neyra Colchado señaló que aproximadamente el 70 u 80% de las enfermedades son prevenibles en el primer nivel de atención, y esto se evidencia en otros hospitales financiados por el sector privado. Sin embargo, en el caso de EsSalud no se sigue esta práctica. La institución espera a que los pacientes ya estén en una situación complicada antes de intervenir, lo que resulta en problemas de acceso para quienes llegan en ese estado, explicó.
“Si tu no fortaleces tú atención primaria, siempre va a colapsar tu segundo nivel y tu nivel especializado”, advirtió.
El especialista también hizo énfasis en la ineficiencia y corrupción enquistada en los distintos niveles de EsSalud lo que también ocasiona un desabastecimiento en las medicinas y equipamiento médico.
“Para la compra de equipos y medicamentos, sistemáticamente no quieren comprar, compran mal. Si supiéramos más o menos al 90 o 95% que se va a consumir de medicamentos, qué equipos tienes—eso quiere decir que epidemiológicamente sabemos cómo son las enfermedades— compras para un año planificadamente. Lo que sucede es que ellos intentan comprar para el día y eso cuesta 6 a 10 veces más; y ahí llega la escasez, y a veces es a propósito”, lamentó.
Neyra manifestó que las deficiencias presentes en EsSalud “tienen que ver con la política del expresidente Pedro Castillo”, y que la actual mandataria Dina Boluarte ya debería de corregir la errónea interpretación sobre cómo funcionan los servicios de salud y dar mayor importancia a la prevención de enfermedades.
“(La falta de prevención) ha llevado a que el último nivel especializado adolezca de acceso. Todos llegan en un estado crítico, situación que también ocurrió con el COVID-19; una de las razones que explica la elevada mortalidad por la enfermedad es el cierre del primer nivel de atención (ocurrido en el 2022). Por lo tanto, todos acuden al nivel superior y nadie recibe una atención adecuada”, puntualizó.