Las niñas y adolescentes son uno de los grupos etáreos más vulnerable a padecer violencia sexual. En muchas ocasiones, el principal responsable de estos abusos son familiares o personas de su entorno cercano. Es decir, el hogar, que debería ser considerado su lugar seguro, en realidad es el lugar donde se realizan estos crueles actos. Como producto de estas agresiones, las agraviadas terminan gestando y son obligadas a continuar con sus embarazos aunque sea un riesgo para su salud.
La situación de las mujeres, sin importar las edades, es una problemática en Perú. A diario se registran más de 30 casos de violencia sexual, donde la mayoría de veces las víctimas son niñas y adolescentes. Solo en los últimos seis años se han registrado 63 mil casos de agresiones sexuales contra menores, siendo el 2021 uno de los años con más denuncias, pese a que en ese entonces se encontraba vigente las restricciones a causa de la pandemia por el COVID-19.
“La protección de la infancia contra la violencia, hoy en día en Perú, está en crisis, creo que es algo que tenemos que reconocer (...) cada día, por lo menos, 33 niñas niños son víctimas de violencia sexual, es decir, que mientras nosotros hemos estado sentados hoy aquí, en esta reunión, por lo menos una niña o un niño ha sido víctima de violencia sexual”, dijo Javier Álvarez, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Perú.
Según la legislación peruana, toda relación sexual que se realice antes de los 14 años es considerado un abuso sexual, sin embargo, con el paso de los años esta situación se ha normalizado. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), cada día se registran 4 nacimientos en menores de 10 a 14 años.
Se conoce que un embarazo adolescente o infantil pone en riesgo la vida de las niñas, pues a sus cuerpos no están preparados para gestar. Aunque ante casos como estos se puede aplicar el aborto terapéutico, la realidad es que en Perú no se realiza este procedimiento médico. Y una muestra de ello son las cifras en niñas que fueron forzadas a convertirse en madres: en los últimos 10 años se han registrado 67 nacidos vivos de menores de 10 años de edad.
“El marco legal entrega obligaciones a los profesionales de salud, particularmente la obligación de información y de la prestación de un servicio. Allí hay una arbitrariedad de haber expuesto a estas niñas a un embarazo que es absolutamente peligroso, porque una niña menor de 10 años al ser sometida a una cesárea ya es una situación de muy alto riesgo. Y no es de alto riesgo solamente por la complicación quirúrgica a la que esta menor es sometida, sino por todo lo que implica el desarrollo de un embarazo. Por eso en el mundo, y donde se respetan las leyes, tú no tienes madres de nueve años, porque no se somete a nadie a esas condiciones”, señaló Susana Chávez, de Promsex, a Infobae Perú.
Lamentablemente, continuar con este embarazo las expone a la muerte. UNFPA Perú informó que del total de casos de muerte materna, entre el 11% y el 16% de las víctimas son mujeres menores de 19 años. Pese a esta alarmante cifra, cada hora se atienden seis nacimientos en adolescentes que bordean los 15 a 19 años.
La entidad de la ONU también informó una preocupante situación: los nacimientos en niñas convertidas en madres vienen aumentando notoriamente desde el 2020. Una de las regiones que más ha incrementado el número de menores de 10 a 14 años es Ucayali, seguido de Loreto y San Martín.