El café peruano, un pequeño ingrediente de la tierra andina, se alza como uno de los productos más emblemáticos del país. Cada cuarto viernes de agosto, este año en concreto el día 25, se celebra con orgullo el Día del Café peruano, una ocasión que resalta la importancia de este grano en la vida de miles de peruanos. Su sabor cautivador y sus aromas únicos han venido conquistando los paladares de todo el mundo, convirtiéndolo en un embajador de la cultura y el esfuerzo nacional.
Fue en 1997 cuando los cafés especiales peruanos dieron sus primeros pasos en el mercado internacional. En el año 2000, superaron la marca de 130,000 quintales, de los cuales un 60 % eran de origen orgánico, según información de la Junta Nacional de Café (JNC). A pesar de este avance, existen desafíos que afectan la comercialización y el reconocimiento de cafés provenientes de regiones específicas como especiales. La falta de certificaciones, información sobre la demanda internacional y la limitada organización de los productores limitan el crecimiento de esta actividad.
En palabras de Tomás Córdova Marchena, presidente de la JNC, el café es una tradición que frecuentemente es consumida a las primeras horas del día. En promedio, cada peruano bebe alrededor de 1.4 kilos de café al año, 900 gramos son granos locales y solo 500 gramos son de café importado.
Detrás de cada taza hay una historia de esfuerzo y dedicación de miles de productores. David Gonzales, presidente de la Comisión Organizadora del ExpoCafé Perú 2022, destaca que más de 20 millones de consumidores adquieren café localmente. Entre ellos, entre 70 mil y 100 mil personas se consideran auténticos amantes de esta aromática bebida.
El café peruano cuenta con una diversidad de aproximadamente 15 variedades, de las cuales Clamore Café, fundada por Michael Barriga, utiliza 7 tipos distintos en su oferta, como Caturra, Bombón, Pacamara y Geisha, entre otros. En un país donde se encuentran alrededor de 8,000 marcas de café, donde el punto neurálgico de su consumo es Lima, la capital.
No solo en las fronteras peruanas se valora este grano. En el 2021, las exportaciones de café y sus derivados alcanzaron la cifra de US$ 764 millones, con destinos que abarcan países europeos como Alemania, Bélgica, Suecia e Italia, además de Estados Unidos, Colombia, Canadá, Corea del Sur y Japón.
Para no quemar el café la temperatura ideal del agua es entre 90° y 96°. Evitar echar el agua cuando hierve, debemos esperar entre 5 y 7 minutos, aseguró el ingeniero y catador de café.
¿Cuáles son características del café peruano?
Perú se posiciona como uno de los diez principales productores de café en el mundo. Este país ofrece condiciones ideales para el cultivo del grano aromático, a altitudes que oscilan entre los 600 y 1,800 metros sobre el nivel del mar, englobando casi todas sus regiones geográficas. No obstante, es en altitudes superiores a los 1,000 metros donde prospera el 75 % de los cafetales nacionales.
La variedad predominante en el terreno peruano es la Coffea arabica, planta de origen de su café. Los distintos perfiles de sabor, aromas y niveles de acidez ofrecen una diversidad representada en cada taza. Entre las variedades, destaca la Typica, que constituye el 70 % de la producción del país.
Las regiones donde el café florece se extienden a lo largo de Perú, con áreas como Amazonas, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huánuco, Junín, Pasco, Piura, Puno y San Martín como principales zonas productoras. En estos territorios, la cultura del café se entrelaza con la historia y el esfuerzo humano, forjando sabores que reflejan la identidad del país.
¿Cuáles son los tipos de café en función de su preparación?
- Expresso/Café solo: Entre las opciones más básicas se encuentra el espresso, una infusión simple y fuerte que se obtiene al pasar agua hirviendo a través de granos de café molidos. En cuestión de segundos, se obtiene un café corto con una fina capa de espuma en la parte superior, perfecto para un inicio rápido del día.
- Ristretto: Una variante del espresso, el ristretto emplea la misma cantidad de café pero con menos agua, lo que resulta en un sabor aún más concentrado y audaz.
- Cortado o macchiato: El cortado o macchiato es un espresso al que se le añade una pizca de leche, creando un equilibrio sutil entre la intensidad del café y la suavidad láctea.
- Americano: Para aquellos que buscan un sabor menos intenso, el café americano es la elección ideal. Comienza con un espresso y se diluye con una mayor cantidad de agua, lo que resulta en un sabor suave y menos amargo.
- Lungo/largo: El café largo se destaca por su prolongada extracción de agua a través del café molido, lo que produce una mayor cantidad de infusión sin la necesidad de agregar agua extra.
- Carajillo: El carajillo es una emocionante mezcla de espresso y licor, como brandy, orujo o whisky, que agrega un toque de calidez y sabor a la bebida.
- Café con leche: Similar al cortado pero con proporciones iguales de café y leche, el café con leche ofrece un sabor más suave sin sacrificar la presencia de cafeína.
- Café bombón: Si buscas un toque dulce, el café bombón reemplaza la leche normal con leche condensada, añadiendo un dulzor tentador a cada sorbo.
- Capuchino: El capuchino equilibra la fuerza del café con la cremosidad de la leche espumada y un toque de cacao en polvo espolvoreado.
- Mocca: El mocca agrega un giro chocolateado al café con leche al incorporar sirope o polvo de chocolate.
- Café irlandés: Un espresso doble con un toque de whisky y una generosa capa de nata montada, el café irlandés es una indulgencia perfecta para ocasiones especiales.
- Café vienés: Sustituyendo la leche por crema o nata, el café vienés ofrece una experiencia rica y indulgente.
- Frappé: El frappé es un café frío elaborado con café instantáneo molido, hielo y crema de leche o nata.
- Azteca: Un auténtico placer, el café azteca es una creación refrescante que combina café, hielo, leche y bolas de helado, acercándose más a un postre que a una bebida tradicional.
Consejos para beber un buen café en casa
- Escoger granos frescos: Elige granos de café frescos y de alta calidad. Si es posible, comprar granos enteros y muélelos justo antes de hacer el café para conservar el sabor y aroma.
- Experimenta con diferentes orígenes: Cada región produce granos con sabores distintos, desde notas frutales hasta toques chocolatados o ahumados.
- La molienda: Debe ser adecuada para tu método de preparación. Por ejemplo, para prensa francesa es mejor una molienda gruesa, mientras que para espresso es más fina.
- La temperatura del agua: En general, el agua debe estar entre 90°C y 96°C. Si hierve el agua, déjala reposar un minuto antes de usarla.
- La relación general recomendada es de 2 cucharadas de café molido por cada 180 ml de agua, pero esto puede variar según el gusto. Experimenta hasta que encuentres la proporción ideal para ti.
- Cada método (prensa francesa, espresso, pour-over, etc.) tiene sus propias particularidades. Investiga y sigue las recomendaciones específicas para cada uno.
- Almacenamiento: Guarda los granos de café en un lugar oscuro, fresco y seco. Evita la nevera ya que puede introducir humedad en los granos.
- Leche y endulzantes: Si prefieres café con leche, considera calentarla y espumarla para darle una textura cremosa. Las máquinas de expresso con vaporizador son ideales para esto. Si endulzas tu café, prueba diferentes azúcares o alternativas como la miel, el jarabe de arce o los sustitutos del azúcar.