Desde hace meses en Lima, el robo de un celular no termina solo con la venta de este en Las Malvinas u otro mercado negro. La sustracción de estos dispositivos está llevando a la ruina a numerosas personas en Lima. En San Juan de Lurigancho, un banda de ciberdelincuentes, conocidos como los Monstruos de la computación, tenían montado un búnker para hackearlos y vaciar las cuentas de sus víctimas.
La mente criminal detrás de este bien organizado grupo criminal era Eduardo Jesús Salinas Surichaqui, el Sar del hackeo, quien llevó a sus peligrosos compinches a la cresta delictiva cibernética, haciéndolos ganar miles de soles con las numerosas víctimas que sufrían el robo de su teléfono móvil.
Los Monstruos de la computación tenían claro que sus víctimas debían pertenecer a los distritos más adinerados de la capital peruana. Por eso, mandaban a sus ‘robacelulares’ a Miraflores, Surco, San Borja y San Isidro a arrebatar los dispositivos que servirían para cometer el fraude informático.
De acuerdo a la policía, el Sar del hackeo era el terror de las cuentas bancarias. A través de los aplicativos de billeteras digital y de las entidades financieras, con ayuda de su computadora y su disco duro, lograba dejar sin un sol a la víctima del robo de su celular en cuestión de segundos.
“Es el cerebro de esta banda criminal, tiene estudios en una institución de informático y es conocido también como el Monstruo de la Informática. Estaba dedicado a reventar celulares”, dijo el comandante PNP José Téllez Palacios, jefe de la Depincri Miraflores – San Isidro.
De acuerdo a un informe de Panorama, Salinas Surichaqui se encontraba en la cima de esta organización criminal dedicada a la ciberdelincuencia en Lima. Debajo de él estaban ‘los captadores’ y ‘los receptores’. Todo lo tenía minuciosamente planeado para asestar golpe tras golpe a sus potenciales víctimas.
Montos superaban los 20 mil soles
Actualmente, él y toda su banda ya están tras las rejas por una orden judicial de prisión preventiva, pero entre sus pertenencias se encontró celulares personales en los que hacían las coordinaciones y los pantallazos con las jugosas sumas de dinero amasados del fraude informático. Los montos hallados superan los 20 mil soles.
La investigación policial arrojó que los Mounstruos de la computación prestabas sus servicios a varias bandas de robacelulares de la ciudad. Tenían una tecnología de punta y su búnker, al que llamaban La Sucursal, estaba ubicado en el distrito de San Juan de Lurigancho.
Su habilidad consistía en desbloquear cualquier teléfono que caía en sus manos y para él no era problema irrumpir el sistema iOS que manejan los iPhone de Apple, pese a que esa sabido que son los celulares que proveen más seguridad.
Testimonios de terror de sus víctimas
Una de sus víctimas, quien sufrió el robo de celular, relató: “Con tres operaciones que hicieron a las siete de la mañana vaciaron mis cuentas, un promedio de 10 mil dólares. (...) El celular no ha salido de mi poder en ni un solo segundo, desde entonces, ya no uso ni un solo aplicativo bancario, ni Yape, o cualquier tarjeta de plástico. No tengo nada porque todo me genera inseguridad”.
Otra afectada lamentó: “Llamo al banco y me dicen que he hecho un par de trasferencias que yo desconozco. Fueron dos transferencias por 10.700 dólares cada una... Todo lo que es historia, fotos, familia, datos. Cosas que uno tiene en el cotidiano que se le hace más fácil, por ejemplo, la foto de mi DNI. Me he sentido completamente vulnerada”.
Las personas que sufrieron el robo de su celular han perdido la esperanza de recuperar los miles de soles de los que se apoderaron los Monstruos de la computación. La policía sospecha que otras bandas, de igual estructura criminal y modus operandi, operarían en la zona norte de Lima. El personal de inteligencia ya trabaja para asestar otro golpe a la ciberdelincuencia.