En el 2021 se anunció el inicio de la construcción de la obra más grande de agua y saneamiento en la historia del país. Se trata de Nueva Rinconada el cual tiene una inversión de casi S/ 1200 millones. Además, este beneficiaría a más de 400 mil habitantes de San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo y Villa El Salvador.
Sin embargo, este millonario proyecto podría estar en riesgo ante las amenazas del consorcio hacia los beneficiarios, según los propios vecinos. Además, de otras faltas que no cumpliría la empresa, reveló Punto Final.
Los ciudadanos han esperado y luchado por largos años para que cuenten con este servicio primordial. Es así como por el momento deben guardar el agua en un tanque, debido a que no cuentan con instalación de sus tuberías. Con “lágrimas y sudor” menciona una vecina que ha luchado para que este proyecto se lleve a cabo.
“A nosotros no nos ha apoyado ningún gobierno, alcalde ni congresista. Lo hemos luchado y es una pena y quiero que entiendan que es nuestra preocupación”, señala.
De acuerdo con los vecinos las “amenazas” son por las penalidades que les interpone Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal), pero que se basan a sus “propios incumplimientos contractuales”.
“La empresa ha dicho bien claro si me siguen descontando ‘yo simplemente me voy a retirar’. Lo ha dicho delante de Sedapal”, contó. El que ejecuta la obra es el Consorcio San Miguel, encabezado por una empresa china, que recibió hasta ocho penalidades por incumplimientos.
Admite responsabilidad
El consorcio admitió su responsabilidad excepto en dos penalidades. Una es sobre los “tubos de hierro dúctil”, los cuales son las matrices que conectarán los reservorios, pero que no han llegado hasta la fecha.
“Es cierto que hubo una demora, pero esa demora rápidamente va a ser subsanada”, Nicolás Ortega, gerente del consorcio. Por su parte, el gerente de proyectos de Sedapal, Julio Ramírez, afirmó que el segundo lote de este material todavía no llega.
Ortega refiere que también es “responsabilidad exclusiva” de Sedapal, debido a que no contestan algunas cartas que les han enviado. No obstante, Ramírez refiere que existen consultas, pero ninguna se encuentra relacionada con este tema.
Un retraso que el consorcio debe asumir una penalidad de 63 millones de soles, el cual está siendo cobrado de manera mensual en partes. Y otras dos se encuentran en la Junta de Resoluciones de Conflictos del Ministerio de Economía (MEF).
Todas las penalidades bordean casi el 10% del todo el contrato, por lo que la empresa podía decidir resolver el acuerdo. De esta manera, los vecinos de Lima Este serían los más perjudicados. “Ellos mismos han manifestado que de llegar al 10%, ellos prácticamente estarían abandonando la obra”, declara el dirigente vecinal, Carlos Chávez.
Proveedores sin pago
No solo el consorcio deberá resolver este proyecto, sino también llegar a un acuerdo con las decenas de proveedores que aseguran que aún no les han pagado desde hace meses. Mientras que los vecinos piden que no se paralice.
Ricardo Narvarte refiere que han brindado servicio de eliminación de desmonte y transporte de material. Es así como les estarían debiendo cerca de S/453 mil. Otro proveedor señaló que son S/576 mil.
“Ellos me dicen ‘sí te vamos a pagar’, vamos a hacer un cronograma, pero espera un poco y hasta la fecha nada. Prácticamente, va a ser un año desde que nos deben”, cuenta Frida Panez.
2H Ingeniería y Construcción es una de las tres compañías que conforma el Consorcio San Miguel. Precisamente, es la que ha contratado a decenas de proveedores para sus servicios. No obstante, pese a quedar en un acuerdo de pago no se ha cumplido.