El presidente del Congreso de la República, Alejandro Soto, se encuentra nuevamente envuelto en una controversia que involucra a los trabajadores de su despacho. Si bien no se trata de un nuevo caso de ‘mocha sueldos’, lo que se reveló el último domingo gira en torno al uso del dinero de sus empleados para beneficiar al político.
Con el objetivo de preservar su imagen en las redes sociales, el cuestionado titular de la Mesa Directiva del Parlamento habría autorizado a sus empleados para que ingresen a su cuenta de Facebook y eliminen comentarios de los usuarios que criticaban su desempeño político desde el 2022.
De acuerdo con los chats revelados por Cuarto poder, Soto Reyes habría dado órdenes a un miembro de su equipo para que ciertas personas ingresen a la cuenta de Facebook del canal CTC de Cusco. “Esas cuentas son de nuestros aliados, que el chibolo las desbloquee y les permita entrar”, escribió el parlamentario en un grupo de WhatsApp tras reenviar un mensaje de su “amor” el 6 de marzo de 2022.
“Amor”, quien sería Liseth Peralta Salas, también mencionó a Edgar Gamarra. Este hombre fue contratado como técnico en el despacho del legislador y habría estado monitoreando los comentarios del Facebook del antiguo programa de su jefe, “Ronda política”, en lugar de cumplir con sus deberes.
El chat demuestra cómo el técnico Gamarra solicitó al equipo que utilizara cuentas falsas para contrarrestar los comentarios “negativos” dirigidos al congresista. Esta solicitud fue realizada el 7 de octubre de 2022, fecha en la que el político estaba siendo duramente criticado por los seguidores de su antiguo programa cusqueño “Ronda política”.
El medio televisivo local también reveló mensajes enviados por otros trabajadores del presidente del Congreso ese mismo día. Los textos fueron de Sandra Rodríguez y Eduardo Quezada, quienes aparentemente daban instrucciones a sus compañeros para defender a Soto.
Rodríguez, asesora principal de Soto, solicitó al equipo que respondiera de manera urgente a los comentarios en contra del parlamentario en la página de CTC. Por otro lado, Quezada, asesor de la bancada de Alianza para el Progreso, insinuó que lo más importante era responder.
Además, los trabajadores del presidente del Parlamento habrían eliminado comentarios “ofensivos” en la página de Facebook de Soto. El 1 de octubre de 2022, a las 7:59 de la mañana, Rodríguez se quejó en el grupo de WhatsApp después de encontrar un mensaje que decía “payaso”. En respuesta, Penélope Contreras, contratada como técnico en el despacho de Soto, mencionó que estarían más atentos.
Trabajadores habrían pagado para promocionar publicaciones en el Facebook de Alejandro Soto
El medio de comunicación citado también reveló que los trabajadores de Alejandro Soto contribuyen con una cierta cantidad de dinero mensualmente para financiar la publicidad en la página de Facebook del político cusqueño. Esta contribución sería voluntaria.
En el grupo de WhatsApp donde se encuentran los empleados de Soto, se puede leer el siguiente mensaje de la asesora principal Sandra Rodríguez: “¿Ponemos publicidad, Eduardito?”. Este escrito apareció en el chat después de que Carlos Quezada Yepes, asesor de la bancada de Alianza para el Progreso, compartiera una publicación en el Facebook de Soto. Ante esta pregunta, Eduardo Quezada respondió afirmativamente. Mientras tanto, Rodríguez le pidió a Penélope Contreras que se encargara de ello.
Es importante mencionar que Penélope Contreras fue contratada como técnica en el despacho de Soto, y una de sus funciones sería recolectar la cuota mensual de sus compañeros de trabajo para financiar la publicidad en las redes sociales de Soto. Esta información se desprende de un audio de WhatsApp.
“(...) Buenas tardes. No te olvides de pasarme el pago de la publicidad. 50 (soles) es de noviembre, y si gustas pagas de una vez de diciembre”, expresó Contreras en noviembre de 2022.
Este no es el único caso en el que se ve involucrado el presidente del Congreso de la República, Alejandro Soto. Él habría incurrido en nepotismo al contratar a su cuñada, Yeshira Peralta, como coordinadora de su despacho. Además, las autoridades fiscales lo acusan de estafa por la venta de un terreno por US$265,000. También habría construido un edificio ilegal entre los palacios incas de Cusco. A pesar de todo esto, el futuro político de Soto aún es incierto.