La cultura Moche y el fenómeno de El Niño: Una historia de adaptación y supervivencia en el antiguo Perú

Creer que las culturas ancestrales del Perú desaparecieron a causa de un fenómeno climatológico es negarles su capacidad de adaptación y organización, sostiene la arqueóloga Ana Cecilia Mauricio.

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"Si bien El Niño tuvo un impacto en todas estas sociedades, no podemos decir que este causó su desaparición. Eso no es exacto”, indica la arqueóloga. (Andina)
"Si bien El Niño tuvo un impacto en todas estas sociedades, no podemos decir que este causó su desaparición. Eso no es exacto”, indica la arqueóloga. (Andina)

La versión de que la cultura Moche, la cual se desarrolló entre los siglos II y VII d. C. en la costa norte del Perú, desapareció a causa de un gran fenómeno de El Niño no es cierta y oculta la capacidad de organización y prevención que podían tener los antiguos peruanos para afrontar un evento que reaparece cada cierto tiempo y afecta esta región, sostiene, Ana Cecilia Mauricio, arqueóloga con master en Estudios del Clima y profesora del departamento académico de Humanidades de la PUCP.

La especialista explica que el supuesto colapso de la cultura Moche debido a un fenómeno de El Niño era una perspectiva que surgió a principios de la década del noventa.

“Esta idea de que fenómenos como los de El Niño pudieron haber sido causantes del final de sociedades como los Moche, los Lima o los Nazca surgió a raíz de que por esa época se divulgó más los resultados de investigadores de Estados Unidos de que tenían que ver con El Niño”, mencionó la arqueóloga a Infobae Perú.

“Han pasado muchos años de investigaciones arqueológicas que han llegado a comprobar que, si bien El Niño tuvo un impacto en todas estas sociedades, no podemos decir que este causó su desaparición. Eso no es exacto”, añadió.

Explicó que investigaciones en arqueología y paleoclimáticas muestra que El Niño ha estado presente en las costas del Perú desde antes de la presencia humana en esa zona del país.

Investigaciones en arqueología y paleoclimáticas muestra que El Niño ha estado presente en las costas del Perú desde antes de la presencia humana en esa zona del país.
Investigaciones en arqueología y paleoclimáticas muestra que El Niño ha estado presente en las costas del Perú desde antes de la presencia humana en esa zona del país.
“Todas las culturas que se han desarrollado en la costa —sobre todo en la costa central y la costa norte— han experimentado el fenómeno de El Niño desde siempre”, dijo.

Hay evidencias de que alrededor del año 600 después de Cristo hubo uno o más fenómenos de El Niño severos. Durante esa época, en la costa sur vivían los Nazca, en la costa central estaban los Lima y en la costa norte estaban los Moche y las tres sociedades reaccionaron de manera distinta a este evento climatológico, cada uno de acuerdo sus ideas, su organización social y sus recursos económicos, explica Ana Cecilia Mauricio.

Efectos de El Niño en la cultura Mochica

Investigaciones en la huaca de la Luna revelan que ahí hubo sacrificios humanos de guerreros que se realizaron en un momento de intensas lluvias.

Posteriormente, después de esos sacrificios se clausura la huaca de la Luna y ahí se construye un templo más pequeño. La arqueóloga señala que estas transformaciones hablarían de un cambio en el discurso religioso probablemente asociado a un momento de inestabilidad religiosa vinculado al poder.

Luego toma más protagonismo la parte secular y la élite dirigente de la huaca de la Luna. “Pero el fenómeno de El Niño no causa que la gente abandone las huacas de Moche. Hay evidencia de que el sitio siguió siendo ocupado más allá del 850″, resalta Ana Cecilia Mauricio.

“Lo que sí es indiscutible es que El Niño impacta en estas sociedades probablemente de manera muy fuerte y pudo llevar a conflictos internos, descréditos de algunas élites y falta de poder, además de transformaciones importantes de estas sociedades. Pero las culturas no desaparecen”, argumenta.

Explicó que algo similar ocurre hoy en día cuando el respaldo a un presidente o un grupo político el cual cambia de acuerdo a cómo afronta un evento como el fenómeno de El Niño.

El Señor de Sipán, jerarca de los Mochicas. Su tumba es uno de los descubrimientos más relevantes del país. Foto: Andina
El Señor de Sipán, jerarca de los Mochicas. Su tumba es uno de los descubrimientos más relevantes del país. Foto: Andina

Sacrificios

Una de las formas de reaccionar ante los fenómenos de El Niño eran los sacrificios humanos. En la huaca de La Luna se encontró cuerpos de la élite militar depositados en espacios donde hubo acumulación de agua por exceso de lluvia y luego arena, que es lo que ocurre durante El Niño.

Algo similar pasó con los sacrificios de niños y llamas que hubo en Huanchaco. Uno de ellos fue hecho en el barro donde hubo evidencias de lluvias copiosas las cuales solo se presentan en la costa cuando hay un fenómeno de El Niño.

Lecciones de los Mochica

Las investigaciones que se han hecho en la huaca de la Luna, a cargo del doctor Santiago Uceda, muestran evidencias de que hubo personas viviendo en ese lugar hasta más allá del año 850 después de Cristo.

Fechados en otros sitios arqueológicos indican que los moches estaban presentes en varios sitios, incluido Chicama, hasta el año 900. Esto demuestra que las sociedades siguieron existiendo y reorganizándose después de varios fenómenos de El Niño, incluso de los más devastadores ocurridos en el año 600.

La arqueóloga de la PUCP señala que en algunos casos se sabe que El Niño destruyó parte de sus sitios más importantes como templos y ciudades. Sin embargo, también hay evidencias de que estas mismas sociedades crearon una serie de mecanismos para protegerse de los impactos de un fenómeno de este tipo.

Crearon infraestructura para salvaguardar sus ciudades: como muros de contención que prevenían inundaciones o que algunas quebradas lleven lodo donde ellos estaban. Hay una serie de mecanismos que ponen en práctica para hacer frente a este fenómeno. En algunos casos funcionaría y probablemente en otros no tanto”, mencionó.

Por lo tanto, señaló, “también hay evidencia de una cultura de prevención, de destinar recursos, tecnología e investigación hacia eso”. “Obviamente, parte de esa respuesta también era religiosa y tiene que ver con los sacrificios humanos”, dijo.

Las huacas del Sol y la Luna se ubican aproximadamente a 8 kilómetros de Trujillo. (Andina)
Las huacas del Sol y la Luna se ubican aproximadamente a 8 kilómetros de Trujillo. (Andina)

“Mucha veces creemos erradamente que un fenómeno pudo haber acabado con las sociedades del pasado y haciendo ese tipo de interpretaciones le negamos a nuestro pueblos ancestrales, esa capacidad de reacción, de supervivencia, resiliencia, adaptación y sobre todo ese conocimiento que desarrolló para hacer frente exitosamente a ese fenómeno”, menciona la especialista y resalta que estas culturas no solo desarrollaban infraestructura para protegerse, sino también para aprovechar la lluvia o el agua en el desierto.

“Creemos que porque son sociedades ‘precolombinas’ o ‘prehispánicas’ no tenían ese conocimiento y esa adaptación y que un evento como El Niño podía terminar con ellos y no es así. Estamos hablando de pueblos que vivieron por siglos, muchos más de los que nosotros tenemos como República”, añadió.

Por otro lado, Ana Cecilia Mauricio explicó que la caída de los Moche fue progresiva. “Hacia el fin de los Moche, cuando termina la popularidad de su cultura, aparecen los Chimú y los Lambayeque”. Es decir que un régimen es sustituido por otro. “Probablemente ocurra algo parecido con nuestra República, es lo que sucede con todos los regímenes políticos, económicos y sociales”, mencionó.

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