Juan de Dios Rivera Túpac Amaru, el artista inca que dejó su huella en los símbolos patrios de Argentina

La herencia del artista peruano, familiar directo de Túpac Amaru II, trascendió fronteras, fusionando la realeza incaica con la identidad argentina en un legado que perdura en el tiempo.

En el corazón de la historia argentina late el legado del Inca Juan de Dios Rivera, cuyo arte y contribuciones dejaron una huella profunda en ambos países (Senado de Argentina)

La hermandad entre Perú y Argentina es algo que nació desde el mismo día en el que José de San Martín decidió venir al Perú para lograr la independencia de nuestro país del yugo español que nos sometió durante casi 300 años. Desde entonces, la influencia que el país del Río de la Plata ha tenido sobre nuestras tierras es innegable y ha trascendido en diversos ámbitos a lo largo de los años.

Esto incluye lo militar (Roque Sáenz Peña peleó junto a Francisco Bolognesi en la Guerra del Pacífico), lo cultural (con las innumerables bandas de rock que invadieron el Perú en la década de los ochenta, como Soda Stereo, Enanitos Verdes, GIT, Charly García, entre otros tantos).

Sin embargo, la primera gran contribución peruana a Argentina, que perdura hasta hoy, es el hecho de que un compatriota fue el encargado de diseñar su primer escudo y colocar el sol en su bandera. Se trata de Juan de Dios Rivera Túpac Amaru, quien realizó todo eso y más antes de la independencia del Perú. Y esta es su historia.

La influencia de Juan de Dios Rivera Túpac Amaru en los símbolos patrios argentinos es un capítulo poco conocido pero significativo en la historia compartida de Perú y Argentina. (Banderas e himnos)

¿Quién fue Juan de Dios Rivera Túpac Amaru?

Juan de Dios Rivera Túpac Amaru era sobrino de José Gabriel Condorcanqui, más conocido como Túpac Amaru II. Su nombre en quechua era Quipte Tito Ahpauti Concha Tupac Huáscar Inca; muestra de su descendencia directa de la realeza incaica.

Nació en Cusco en 1760. Sus padres fueron el español Alonso de Rivera y la ñusta (princesa del Imperio Incaico) Juana de la Concha Túpac Amaru, prima del caudillo que inició la gran revolución contra el Imperio Español en 1780.

Manuel Belgrano, creador de la bandera argentina, pero sin el sol inca de Juan de Dios Rivera Túpac Amaru, que luego sería incorporado. (Colección del Museo Nacional de Bellas Artes)

Desde que era muy joven, Juan de Dios demostró un particular interés en todo tipo de trabajos manuales, especialmente aquellos que involucraban metales. Es muy probable que haya sido influenciado por la tradición orfebre a la que estuvo expuesto desde los primeros años de su vida.

Sin embargo, tras la derrota de su tío, el precursor de la independencia peruana Túpac Amaru II, en Tinta en 1781, y la posterior ejecución de él y sus familiares más cercanos, sus padres consideraron conveniente huir hacia Córdoba, en el Virreinato del Río de la Plata. Luego se trasladaron a Luján y finalmente se establecieron en Buenos Aires.

En la capital argentina, contrajo matrimonio con Mercedes Rondeau y se dedicó a tiempo completo al oficio de grabador y platero.

La tarea de su vida

La historia de Juan de Dios Rivera Túpac Amaru se teje en los hilos de la independencia y la identidad de Argentina, gracias a su contribución en la creación de emblemáticos símbolos patrios. (Infobae)

Una vez pasada la Revolución de Mayo en 1813, que empezó a dar forma a la república Argentina, las nuevas autoridades de la Asamblea Constituyente consideraron conveniente dar un paso adelante: crear su propio sello para autenticar sus documentos. Esto tenía como objetivo reemplazar al escudo real español que se había estado utilizando hasta ese momento.

En aquel período, Juan de Dios ya había ganado cierta fama, y fue el diputado Agustín José Donado, quien le confió esta responsabilidad. Según el Museo Histórico Nacional de Argentina, en ese pequeño sello, conocido como el ‘Inca’ debido a su apodo, Rivera pudo plasmar los “ideales y aspiraciones de las Provincias Unidas del Río de la Plata en su lucha emancipadora contra España”.

Para su trabajo, el artista cusqueño tomó varios elementos de diversas culturas para darle forma al primer símbolo patrio de los argentinos.

Incorporó los laureles, que en la mitología griega simbolizan la victoria. Estos laureles representan el triunfo de los patriotas sobre los realistas en la Batalla de Suipacha en 1810. Las cintas celestes y blancas corresponden a los colores que representan al pueblo argentino.

De manera similar, también incluyó el gorro frigio. Este antiguo símbolo representa la libertad y se convirtió en emblemático durante la Revolución Francesa de 1789.

Desde el Cusco hasta Buenos Aires, la vida de Juan de Dios Rivera Túpac Amaru cobra vida como un relato de arte, revolución y conexión entre el Perú y Argentina. (ALE!)

En el escudo también se puede apreciar la presencia de una pica, que es una lanza corta que deja claramente establecido que la patria está dispuesta a ser defendida incluso con la vida misma, si es necesario.

Las manos entrelazadas simbolizan la unidad de todos los pueblos que forman parte de las antiguas provincias del Río de la Plata. Por último, se encuentra el dios de los antiguos incas: el sol, también conocido como Inti.

La libertad y el eclecticismo presentes en esta obra fueron del agrado de quienes estaban a cargo y convirtieron el trabajo del peruano en el Escudo Nacional argentino.

La bandera argentina

Pero eso no fue todo, años después llegaría la independencia de Argentina (en 1816) y con ella, la creación de otros símbolos que contribuirían a dar forma y unidad al país recién nacido.

La figura de Juan de Dios Rivera Túpac Amaru emerge como un puente cultural, forjando los símbolos patrios argentinos con su legado incaico y su dedicación artística. (Pruxo)

Así fue que en 1818, Juan Martín de Pueyrredón, quien en ese momento ocupaba el cargo de Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, determinó que la bandera blanca y celeste debería llevar en su centro el Sol de Mayo (así llamado en honor a la revolución de 1813). Esto fue aprobado por el mismo creador de la bandera argentina, Manuel Belgrano.

De manera similar, este diseño ya había sido utilizado en las primeras monedas acuñadas en territorio argentino.

La vida después de los símbolos patrios

Tras ofrecer su contribución al país que lo acogió hasta el final de sus días, Juan de Dios Rivera Túpac Amaru se entregó al arte en todas las formas que encontró.

Por ejemplo, fue un destacado ilustrador y dibujante en la Imprenta de Niños Expósitos en Buenos Aires. Este lugar, destinado a la educación de los huérfanos de la ciudad, estaba decorado con su obra.

Además, creó el único retrato de Mariano Moreno, uno de los autores intelectuales de la Revolución de Mayo, basándose en una mascarilla funeraria.

Rostro de Mariano Moreno, prócer argentino, realizado por Juan de Dios Rivera Túpac Amaru, luego de su muerte. ('Historia Argentina' de Diego Abad de Santillan)

Este logro lo elevaría a la fama internacional, consolidándolo como uno de los más destacados grabadores de la época del virreinato.

Su trabajo abarca una amplia gama de expresiones artísticas, incluyendo la orfebrería, la platería y la creación de medallas conmemorativas. Además, produjo innumerables piezas decorativas para las familias más distinguidas de la alta sociedad bonaerense, lo que refleja su habilidad para satisfacer los gustos y exigencias de esa élite.

Después de una vida intensamente dedicada al arte y a su labor creativa, Juan de Dios Rivera Túpac Amaru falleció en el barrio de Monserrat en 1843, dejando un legado duradero en el mundo de las artes y la cultura.