Las previsiones del crecimiento de la economía peruana para el cierre del 2023 no son las más alentadoras. Incluso el propio titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Alex Contreras, aseguró que el Producto Bruto Interno (PBI) ya no crecería 2%, sino 1,5%, un escenario optimista si consideramos el análisis de organizaciones como el Instituto Peruano de Economía (IPE), que hace unos días recortó su proyección de crecimiento al 0,8%. En esa misma línea, Credicorp Capital también rebajó su expectativa de expansión de 1,7% a 1,1%.
IPAE Consultoría coincide en la misma proyección de crecimiento a 1%, mientras que la Cámara de Comercio de Lima (CCL) estima que el PBI a fin de año será 1,4%, una rebaja en su previsión luego de que en abril proyectara una expansión de 2%.
En palabras del economista y exvicepresidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Luis Alberto Arias Minaya, el Producto Bruto Interno en nuestro país con el pasar de los años se ha venido desacelerando y al parecer “habríamos tocado fondo”.
“El crecimiento este año será muy bajo, probablemente el más bajo de los últimos 25 años, incluso considero que va a ser más bajo que el crecimiento que tuvimos en el año 2009 en la crisis financiera global que fue algo más de 1%”, mencionó en un debate de Propuestas del Bicentenario.
A su turno, el extitular del MEF, Carlos Oliva, indicó que “estamos con una economía estancada que se mueve entre el +1% y el -1% de crecimiento por 8 o 9 meses”.
Al respecto, remarcó también una caída de la demanda interna y la inversión privada en 10% durante el primer semestre. “Lo que más me preocupa es que el PBI potencial, es decir la capacidad natural de crecimiento, está disminuyendo desde hace varios años. La pobreza no está disminuyendo, sino que está aumentando, a diferencia de otros países como Chile, Colombia México”.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), reportó el 15 de agosto la caída de dos trimestres consecutivos de la economía peruana, lo que para los especialistas significa una recesión técnica en el país, pese a que el ministro de Economía Alex Contreras y el presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde, no aceptan el término. La actividad económica tuvo una caída de 0,42% en el primer trimestre y de 0,48% en el segundo trimestre.
“Es cierto que se coincide con dos trimestres en negativo, pero el segundo ha crecido más que el primero”, señaló el jefe del ente emisor.
Arias Minaya sostiene que la situación crítica de la economía peruana está acompañada no solo de dos caídas consecutivas del PBI, sino de varias variables en donde el comportamiento es negativo tales como la manufactura no primaria, construcción, recaudación del impuesto a la renta de las personas, que es un reflejo de lo que pasa con los ingresos formales de la economía y la inversión privada.
“Lo que preocupa es que ya tenemos un dato negativo del empleo, que el consumo se viene desacelerando como consecuencia de la disminución de los ingresos. Y más preocupante es que esta caída la tenemos a puertas de un grave riesgo para la economía peruana como la probabilidad de que enfrentemos un Fenómeno de El Niño, lo cual indicaría que esta caída del PBI podría agravarse”, explicó.
Recordemos que hace 14 años, en 2009, la economía peruana registró un crecimiento de apenas 0,9%, pese a que en los cinco años previos, la tasa promedio se expandía a 7,7%. Sin embargo, el exiguo crecimiento se debió a que la economía fue afectada por la crisis financiera internacional intensificada tras la caída del banco de inversión Lehman Brothers en los Estados Unidos.
“Hay que destacar que dicho crecimiento se registró a pesar de la contracción de 0,8 por ciento en la actividad económica mundial”, destacó en su momento el Banco Central de Reserva en su memoria anual del 2009.
“La caída del PBI en la recesión que se inicia en octubre de 2022 es similar a la caída durante la crisis financiera global (2008-2009). Si bien habríamos tocado fondo en mayo va a resultar importante cuántos meses nos tomará recuperar el nivel de setiembre de 2022″, refirió Minaya.
Durante el año 2001, el producto bruto interno (PBI) registró un incremento de apenas 0,2% traducido en una reducción de la demanda interna de bienes y servicios en 0,7%, inversión bruta fija en 8,3%. En el año 1998, el PBI anotó una contracción de -0,4%.
Luis Miguel Castilla, exministro de Economía, sostuvo que en el promedio de los analistas, el crecimiento de la economía será 1%, un indicador “insuficiente” para reducir la pobreza y generar más empleos.
“¿Qué significa 1 punto de crecimiento? Significan 200.000 puestos de trabajo. Si inicialmente pensábamos que el país iba a crecer 3% y acaba en 1%, es que son 400.000 trabajos que dejan de ser creados. Eso afectan los ingresos y la calidad de vida de la gente”, afirmó.