La feria gastronómica ‘Perú Mucho Gusto’, que por sexta vez en su historia abrió las puertas en Tumbes del 11 al 13 de agosto, rompió récord en ventas y asistencia en su vigésima primera edición, según estimaciones de la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú).
El evento convocó a más de 50 mil visitantes —15 mil más de los proyectados inicialmente―, vendió unos 58 mil platos y registró ventas por un equivalente a 440 soles en esta región fronteriza, una de las más afectadas por la crisis climática a causa del ciclón Yaku. El 10% de los asistentes fueron extranjeros, dijo a Infobae Perú la economista Angélica Matsuda, presidenta ejecutiva de Promperú.
“Estamos muy satisfechos por el éxito. La masiva participación del público tumbesino y de la macro región norte, así como de los turistas procedentes de Ecuador, nos impulsan a seguir trabajando coordinadamente con nuestros aliados estratégicos para seguir promocionando el turismo gastronómico a través de estos espacios que además permiten poner en valor nuestros insumos y cocina regional”, señaló.
La feria, que buscaba impulsar la reactivación del rubro turístico y preservar las cocinas tradicionales, reunió a 53 expositores de una veintena de regiones luego de su última edición en Arequipa, donde reflotó de manera presencial tras dos años de cierre. Por tres días, el estadio Mariscal Cáceres se convirtió en el epicentro del sabor peruano, en medio de los bailes y shows en vivo.
La plusmarca se registra nueve años después de que Tumbes, que aún registra las secuelas del fenómeno climático, abriera las puertas por primera vez a ‘Perú Mucho Gusto’, en un momento en que la cocina nacional ha llegado a lo más alto, con Central convertido en el número uno de la lista ‘The World’s 50 Best Restaurants’.
Nueve años atrás, con la descentralización de la exposición, la región fronteriza marcaba otro hito: por primera vez el ingreso fue libre y los asistentes debían entregar tres botellas de plástico, que luego serían recicladas para mitigar la huella de carbono.
“Esta feria ha sido pensada de manera estratégica para la reactivación. Estábamos olvidados”, dijo el gobernador Segismundo Cruces. La reciente edición premió al restaurante Ochoa de Tacna por su propuesta de costillar de chancho a la caja china al vino, el “plato más querido”.
De igual modo, reconoció a los productos orgánicos que elabora Eco Ayacucho a base de café y cacao, los cuales obtuvieron el “premio a la innovación”; y al arroz con tollito y ceviche mixto del restaurante tumbesino A la vuelta, que alcanzó un galardón “a la tradición”.
La experiencia fue una vitrina para reivindicar platos como la sopa teóloga, también llamada boda de Moche, que se consume tradicionalmente en matrimonios, bautizos y otras fiestas familiares y religiosas.
Desde 2008, cuando se desarrolló la primera edición de la feria, más de un millar de expositores han sido beneficiados en todo el país, según Promperú.