El pasado 26 de julio del 2021, 130 congresistas, pertenecientes a nueve bancadas (Perú Libre, Fuerza Popular, Acción Popular, Alianza para el Progreso, Avanza País, Renovación Popular, Somos Perú, Juntos por el Perú y Podemos) juraron al cargo. Hoy, poco más de dos años después, el número de agrupaciones parlamentarias aumentó a 13 y, con ello, las renuncias presentadas fueron de 51.
Las bancadas más golpeadas fueron Perú Libre, la cual inició con 37 y ahora tiene 12; Acción Popular, que en menos de cuatro horas perdió a ocho integrantes por la vocería de un integrante cuestionado, y Renovación Popular con cinco bajas. Mientras que, entre los legisladores que más veces se han cambiado de camiseta se encuentran Carlos Zeballos (Acción Popular, Perú Democrático, Integridad y Desarrollo, y Podemos Perú) y Héctor Acuña (Alianza para el Progreso, Integridad y Desarrollo, Juntos por el Perú y Unidad y Diálogo).
Estos cambios y renuncias reflejan una grave crisis parlamentaria, además de poner en debate la formulación de una nueva ley antitránsfuga; así como el retorno de la bicameralidad y reelección parlamentaria —las cuales son apoyadas por varios expertos y constitucionalistas—, pero también evidencia un problema aún mayor: nuestra débil y enferma política nacional, para la cual las medidas mencionadas son parches, pero no soluciones reales.
Si bien el abogado Aníbal Quiroga, quien defendió la ley antitránsfuga, insiste en la importancia de promover reformas que eviten “justamente esta distracción y distorsión en el Congreso”, ya que “el pueblo elige, pues, a un grupo, un partido político, no a integrantes para que se cambien”, reconoce que el error también está en las personas que hoy representan el país, pues “no piensan en el daño que le hacen a la política”.
José Cevasco, exoficial mayor del Congreso, también se mostró a favor de las medidas que hoy regresan al debate, pero sobre todo de aprobar reformas del sistema político, como que podamos renovar por tercios o mitades al Parlamento a la mitad del quinquenio.
“O sea, es un mecanismo ya disuasivo del congresista también, porque él sabe que va a ser evaluado a los dos años y medio o tres. Además, ante la carencia de la renunciabilidad del cargo, que el accesitario tenga un rol más activo. Por ejemplo, si tú quieres salir de licencia personal, como es el caso de Digna Calle, que entre su accesitario. Es una manera también de que el congresista diga, ‘bueno pues, si me voy viene mi reemplazo y lo puede hacer mejor’; al igual que en temas de sanciones, como la que se le dio al señor Pasión Dávila —suspendido por 120 días tras propinarle un puñete a un congresista—, debió entrar el accesitario. Otra cosa es el voto facultativo, ¿cómo tienes democracia si te obligan a votar? Por eso tenemos que ver el tema de una reforma integral, tanto al sistema parlamentario como al sistema político de Perú”, manifestó a Infobae Perú.
En ese sentido, profundizó en la falta de formación al interior de los partidos: “La política no es una ciencia, es un arte que se adquiere con el tiempo. […] Las verdaderas escuelas de gobierno deben ser los partidos políticos porque es ahí de donde van a salir los futuros presidentes, ministros, congresistas, alcaldes, regidores, etc. Entonces, cuando tú llegas a la meca de la política que es el Congreso de la República, ya debes llegar con una formación política y conocimientos sobre la administración del poder que vas a ejercer. O sea, no se trata solo de postular al Congreso y leer un discurso, tienes que ser entrenado para la retórica, persuadir, convencer y negociar políticamente las cosas con distintas psicologías al interior”.
“Eso no se adquiere después de haber culminado estudios simplemente universitarios o de tener una maestría o un magíster, porque antiguamente teníamos excelentes parlamentarios sindicalistas que no habían ido a la escuela. […] Hoy eso no sucede. Llegas a un partido, te inscribes, quieres ser congresista, pagas tu billete para la campaña, te ponen una lista para ser candidato, inviertes la cantidad que tu bolsillo te permite para la publicidad y sales electo. Por eso tenemos lo que tenemos. Ese es el tema”, declaró.
César Delgado Guembes, exoficial mayor del Congreso, también coincide con la necesidad de adoptar estas medidas, pero ahonda en el tema de la educación escolar. “Me parece que eso [ley antitránsfuga y reelección parlamentaria] tendría que ir de la mano con otra cosa, porque no es solo cuestión de que focalices la relación de los grupos parlamentarios con sus miembros”, dijo.
“Todo depende de la calidad que tenemos de partidos políticos, la cual hoy es deficiente y obviamente las bancadas obedecen a eso. Los grupos parlamentarios, en principio, deberían estar conectados con un partido y tener una identidad propiamente ideológica, pero no han sido capacitados, no tienen una doctrina ni visión común del Perú; entonces, no vas a conseguir mucho con una ley antitránsfuga mientras el sistema —si es que se le puede llamar así— sea lo que sigue siendo”, expresó en diálogo con Infobae Perú.
“No tenemos partidos, ni líderes, ni ideología, pero eso también va de la mano con que la propia calidad de nuestra ciudadanía tampoco da para más. Tenemos que mejorar también el sistema de formación y de educación de la población en el colegio y en las universidades. Mira, tú haces una encuesta entre los chicos que estudian en el colegio y ¿cuántos son los que saben qué cosa es el congreso, qué hace el congreso, qué hace el poder ejecutivo, para qué sirve el Estado? La gente no sabe nada porque ya no existe tampoco ese curso de educación cívica, era elemental y básico, pero para eso también necesitas profesores que sepan en qué consiste todo esto. Si no tienes profesores, no tienes buenos alumnos. Si no tienes buenos alumnos, no tienes buenos ciudadanos ni líderes. Si no tienes buenos líderes, no tienes partidos políticos. Es un espiral”, explicó.
“La educación es la clave. Necesitamos que haya profesores que sean calificados. ¿Por qué? Porque si nos enfocamos solo en reformas parlamentarias la gente se va a adecuar a las nuevas normas y va a seguir siendo la misma. Mientras no cambies las personas, por más reglas que tú cambies, la realidad no cambia. Ese problema hay que enfrentarlo en todos los flancos a la vez, para que en el futuro vaya mejorando”, acotó.
Asimismo, ahondó sobre el financiamiento que reciben los partidos políticos que logran representación en el Congreso, el cual supuestamente promueve el fortalecimiento político y que los partidos puedan desarrollarse libres de intereses privados.
¿Cuánto dinero recibirán las agrupaciones políticas este año?
El monto destinado para este año supera los 15 millones y resulta de multiplicar el “total de votos emitidos para elegir representantes al Congreso de la República por el 0,1% de la unidad impositiva tributaria (UIT)”. Es decir, a más votos obtenidos, más dinero le corresponde.
Así, el partido que más dinero recibe anualmente es Perú Libre (PL) por ser la agrupación que más escaños (37) sumó —aunque de estos quede menos de la mitad—. De acuerdo a la autorización de transferencia financiera publicada en el Diario El Peruano el 29 de junio, la organización del lápiz recibirá 1′075.639,61 de julio a diciembre, siendo 2′151.279,22 mensuales.
Mientras que, por el mismo periodo, Fuerza Popular tendrá 957.530,59; Renovación Popular 843.268,72; Acción Popular 825.571,61; Alianza Para el Progreso 741.414,23; Avanza País 741.130,77; Juntos por el Perú 687.321,48; Somos Perú 661.153,18; Podemos Perú 644.211,68 y Partido Morado 620.759,78.