Antes de que ‘El Tren de Aragua’ ganara notoriedad en América Latina, en la década de los 90 los medios peruanos ya informaban sobre un grupo de criminales que comenzaron a practicar, secuestros, extorsiones, sicariatos y cobro de cupos en el norte del país. Esta peligrosa organización criminal integrada por una familia de trujillanos extendió sus tentáculos en Chile.
Se trata de ‘Los Pulpos de Trujillo’, cuyo actual líder Jhonsson Smit Cruz (28), hijo de uno de lo fundadores de la organización criminal, escapó por la frontera de Perú rumbo a Santiago. El cabecilla, conocido en nuestro país como ‘Jhonsson Pulpo’, había sido condenado a cadena perpetua por el asesinato a una microempresaria en La Libertad.
Antes de salir del país, falsificó una acta de defunción para burlar a la policía peruana. No obstante, su plan de hacerse pasar por muerto quedó frustrada gracias a un trabajo de inteligencia. Al ver que ya era imposible evadir a la justicia que ya lo había condenado a cadena perpetua, se estableció en la capital chilena. Desde ahí, comenzaría una nueva etapa en su vida criminal.
Así se establecieron ‘Los Pulpos de Trujillo’ en Chile
A inicios del 2023, el medio chile T13.CL puso al descubierto que esta organización peruana se había establecido en el barrio Yungay, ubicado al centro norte de Santiago de Chile. A punta de balas, torturas y amenazas lograron tomar toda una manzana completa de viviendas, cuyos habitantes se convirtieron en sus rehenes y desde entonces, comenzarían un verdadero infierno.
Aquel lugar del cual habían tomado control queda a pocos metros de la casa del propio presidente Gabriel Boric. Las cámaras del mencionado medio captaron como estos asociales caminando sobre los techos de las casas con pistolas apuntando a todo aquel que intente sacarlos del lugar. Desde este lugar comenzaron a vender drogas y cometer otra clases de delitos.
Dentro de sus numerosas víctimas se encontraba un ciudadano estadounidense que disfrutaba de su estadía como turista en esa región y que fue asesinado a tiros en público ante la mirada de conductores y peatones. El visitante había sacado su teléfono celular para filmar una fachada que llamó su atención por sus características. Sin embargo, este simple acto le costó la vida, ya que en el territorio controlado por ‘Los Pulpos de Trujillo’, tomar fotografías de sus escondites está terminantemente prohibido.
Sus otras víctimas de la zona de Yungay, conformadas por comerciantes y empresarios de nacionalidad peruana y chilena, recibían llamadas, mensajes con vídeos y fotos donde los asociales amenazaban con matarlos si no cedían a sus pedidos. Montos de hasta 20 millones de pesos chilenos eran exigidos para no secuestrar o atentar contra sus vidas y las de sus familias, otros debían pagar semanalmente una cuota para poder trabajar sin que los molesten.
En apenas unos meses, el vecindario de Yungay experimentó al menos 20 asesinatos en la zona, todos perpetrados por jóvenes peruanos bajo el liderazgo de Jhonsson Pulpo. Este líder criminal, acusado de 110 homicidios en Perú, dirigía las operaciones desde su escondite, ejerciendo un control siniestro sobre la situación.
En febrero, las autoridades chilenas comenzaron a investigar más a profundidad el modus operandi del líder de la organización. Para ello, cruzaron información con sus pares en Perú quienes ya habían advertido de la presencia de Jhonsson en su país.
Fue justamente en ese mes que ocurrió un asesinato en la comuna de Colina. Uno de los miembros de la banda fue baleado por su líder y otros dos cómplices más. Este crimen llevó a las autoridades policiales a seguir el rastro del delincuente pero hasta el momento se desconoce su paradero.
En junio, Elmer Mantilla Roldán, quien sería uno de los sucesores de Jhonsson, fue encontrado y detenido luego que la Policía de Chile solicitara una orden que les permita llevar a cabo su operativo. Tras su captura, se dio cuenta que ‘Los Pulpos de Trujillo’ cobraban franquicias a cualquiera que opere en ese país bajo su denominación.
“Este sujeto formaba parte el primer eslabón de esta organización criminal, los cuales se dedican a extorsionar a locatarios de diversas comunas como Independencia, Recoleta y Estación Central”, detallaron desde la Policía de Investigaciones de Chile.
Con la detención de: alias ‘el Wara’ y otros miembros de la banda, las autoridades chilenas creyeron que ‘Los Pulpos’ ya había sido desbaratada; pero no es así, el líder Pulpo aún permanece en la clandestinidad moviendo sus tentáculos para sembrar el terror contra los peruanos que radican en Chile.