El exvicepresidente de la República, David Waisman, fue víctima de robo en su propia casa, ubicada en el distrito de San Isidro. El político de 86 años de edad contó los momentos de terror que se vivió en su predio el último jueves 11 de agosto, donde además lo mantuvieron secuestrado junto a su esposa y personal de servicio.
En una entrevista con América Noticias, el exministro de Estado del gobierno de Alejandro Toledo sostuvo que todo ocurrió cuando se encontraba viendo televisión junto a su esposa en su dormitorio, cuando unos delincuentes ingresaron y lo amenazaron de muerte para que revelase dónde guardaba sus objetos de valor.
Totalmente indignado por el aumento de inseguridad ciudadana criticó la situación que sufren muchos peruanos: “Ya ni en tu casa en este país puedes estar seguro. ¿Ese es el mensaje del país? Busca inversión, los ministros, la presidenta. ¿Y la vida?”, lamentó para las cámaras del mencionado medio.
“Pudieron matarme por defender a mi familia. Estuvimos 20 minutos secuestrados”, dijo notablemente afectado.
Todo ocurrió en 20 minutos
Alrededor de las 21:00 horas del pasado jueves, un sujeto trepó la pared del domicilio de Waisman Rjavinsthi con ayuda de otros dos hombres. Luego, se dirigió a la puerta del garaje para habilitar el ingreso de los otros.
“Dos lo elevaron. El que ingresó abrió el garaje para que entren. Encañonaron con pistola a la empleada y le quitaron dos cuchillos con los que cocinaba”, narró el exviceministro.
El personal del servicio fue obligado a conducir a los malhechores hasta la habitación de Waisman y su esposa. En el lugar, los esposos no se habían percatado de lo que ocurría en su vivienda hasta que los ladrones ingresaron abruptamente.
“‘¡Tranquilos, carajo! ¡Esto es un asalto!’, dijeron. Me paré, vino un desgraciado y me empujó, me volví a parar, discutí y mi señora se encerró en el baño. Seguí discutiendo y me dieron un cachazo en la cabeza y mano con un material que no sé si fue un fierro o qué, que me dieron acá [señala su mano], mientras me apuntaba con un revolver. Quería que hable”, narró.
Waisman indicó que hubo un momento en que le hizo frente a los delincuentes, incluso se atrevió a retirar de un manotazo el revolver que lo apuntaba en la cabeza: “¡Sácame esto de acá!”.
Mientras esto sucedía, su esposa, en el baño, sacó su cabeza por la ventana que da a la calle y comenzó a dar gritos de auxilio para que sus vecinos los socorrieran. De forma inmediata, dieron aviso a la comisaría de Orrantia.
Un patrullero con dos policías y otros dos que iban a bordo de una motocicleta policial realizaban su ronda por la zona cuando fueron alertados. Fue entonces que se dio inicio a un operativo por el lugar para dar con los delincuentes quienes al escuchar las sirenas huyeron despavoridos de la vivienda.
Los cuatro efectivos persiguieron a los criminales y por el cruce de las avenidas Ejército y Juan de Aliaga lograron la captura de uno de ellos identificado como Junior Sencie Cóndor. El sujeto tenía en su cuerpo varios tatuajes que coincidían con la versión de Waisman.
El delincuente tenía en su poder cuatro celulares de alta gama que habían robado en la casa del excongresista, como también 16 bolsas herméticas de polietileno que contenían marihuana clorhidrato de cocaína. Se conoció que el delincuente salió hace un mes de un centro de rehabilitación para adictos.
Sospecha de sus enemigos políticos
El exvicepresidente del gobierno de Alejandro Toledo, exministro de Defensa y excongresista de Perú Posible en tres ocasiones dijo estar casi seguro que lo vivido se trata de una represalia de sus enemigos en la política que buscan amedrentarlo por sus recientes posturas.
“Yo sospecho de mis enemigos políticos que toda la prensa lo sabe y a los que yo he condenado hace poco tiempo, poquísimo tiempo”, complementó.