El alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), Arturo Fernández Bazán, se encuentra en medio de un nuevo incidente. Después de enfrentar acusaciones de amenazas de muerte hacia un trabajador municipal que reclamaba su salario, el alcalde trujillano ahora se halla en el centro de una controversia por su propuesta de cambiar el aspecto de la fachada del histórico Palacio Municipal, un edificio reconocido como patrimonio histórico intangible.
A finales de julio, Arturo Fernández anunció su intención de modificar el color del frontis de la sede edil, pasando del característico rojo a una combinación de blanco con detalles en dorado. Sin embargo, esta propuesta ha provocado una serie de reacciones por parte de diversas autoridades, como la de David Calderón de los Ríos, jefe de la Dirección Desconcentrada de Cultura de La Libertad (DDC-LL), quien ha expresado su desacuerdo con el cambio de colores.
Los trabajos de pintado, que iniciaron a fines de julio, culminarán la próxima semana. El 2015 se cambió el color de la fachada de la Municipalidad Provincial de Trujillo con el azul añil, que sí está permitido.
Calderón de los Ríos ha indicado que el alcalde debe seguir un proceso adecuado antes de llevar a cabo cualquier cambio en el color de la fachada y ha advertido sobre posibles acciones legales por desacato y violación de regulaciones. Según la DDC, Fernández debió obtener la aprobación correspondiente del Ministerio de Cultura antes de proceder con el cambio de color.
“Ya hemos generado un primer informe y prepararemos un segundo. Planeamos presentar una denuncia con la fiscalía y la policía”, declaró Calderón de los Ríos a TV Perú Noticias.
El alcalde Arturo Fernández podría haber incurrido en tres delitos: desacato, incumplimiento normativo y alteración no autorizada de un monumento histórico, según David Calderón de los Ríos, jefe de la Dirección Desconcentrada de Cultura de La Libertad.
El pasado 2 de agosto, la DDC-LL remitió a la Municipalidad de Trujillo el oficio N°002095-2023, solicitando al alcalde Fernández que detuviera cualquier pintado no autorizado en los elementos ornamentales del edificio. En el documento, se hizo hincapié en que los colores permitidos estaban claramente definidos en resoluciones y ordenanzas, y que el uso de otros matices contravenía las regulaciones.
Con la recepción del documento, los trabajos de pintura en la fachada se interrumpieron temporalmente, pero reiniciaron poco después. Cuadrillas de pintores empezaron a aplicar una capa base de color blanco en los muros exteriores del edificio. Algunos ladrillos en la fachada lateral habían sido pintados de rojo, en contraste con el color original del edificio.
El Área de Conservación y Restauración de Bienes del Patrimonio Cultural ha determinado que los colores autorizados para pintar las fachadas del Centro Histórico de Trujillo son rojo almagre, ocre amarillo, amarillo oro pimienta, azul aniel uno, azul aniel dos, el gris y blanco a la cal.
El funcionario del Ministerio de Cultura instó a la reflexión al alcalde Fernández, exhortándolo a llevar a cabo cualquier cambio de color de acuerdo con los procedimientos establecidos. Según explicó, existe un catálogo de colores aprobados que determina qué colores son permitidos para pintar el Palacio Municipal.