El violento asesinato del candidato presidencial de Ecuador por el movimiento Construye, Fernando Villavicencio, sigue conmocionando a todo el mundo, pero especialmente a Sudamérica. Antes de su muerte, tuvo cercanía con el gobierno peruano, cuando llegó a nuestro país en busca de un asilo político que solicitó al gobierno el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK), luego de recibir constantes amenazas de muerte.
El arribo de Villavicencio, quien fue asesinado a balazos este miércoles 9 de agosto en la ciudad de Quito, se produjo luego que denunciara en una publicación el presunto negocio ilegal millonario de petróleo durante el otrora gobierno del sentenciado expresidente de Ecuador, Rafael Correa.
El feriado petrolero fue libro del ahora fallecido candidato, que escribió desde la clandestinidad y lo llevó a mirar hacia el Perú en busca de refugio, luego que pesara en su contra una prisión preventiva y una posterior condena por difamación.
Temía ir preso y que le pasara algo a su familia
De acuerdo al portal ecuatoriano Plan V, Fernando Villavicencio pidió formalmente asilo político ante la Cancillería peruana el 18 de abril de 2017. Esa tarde estuvo, cuando llegó a la oficina diplomática, en el Centro de Lima, acompañado del abogado peruano Roberto Pereira, recordado por ejercer la defensa legal de Martín Vizcarra cuando afrontó una vacancia presidencial.
Por ese tiempo, Villavicencio temía ir preso y que algo malo le pasara a su familia. Acumulaba seis años de ‘persecusiones judiciales’, como denunciaba constantemente. Según sus dichos en vida, exponer el ‘atraco más grande’ a los fondos públicos en el sector petrolero en la historia de Ecuador tenía un alto precio.
El fallecido candidato de Constuye firmó su petición de asilo, en las instalaciones en histórica sede de la Cancillería del Perú, que está ubicada en el Jirón Lampa, con la responsabilidad acuesta de ser la voz que reveló las irregularidades de la Refinería Esmeraldas, lo que costó la salida de Ecuador de un entonces ministro y que varios ejecutivos estatales vayan presos.
“Victoriosos frente a Correa”
“Ellos no ven a su padre hace varios meses. Esto ha sido muy difícil, pero aquí estamos. Victoriosos frente a Correa. Confío en que el gobierno peruano le otorgue el asilo a mi esposo”, dijo Verónica Sarauz, esposa del fallecido candidato, a El Comercio, semanas después de que este presentará su pedido de asilo en Lima.
De acuerdo al relato de Sarauz, las amenazas de muerte en contra de su esposo se intensificaron luego de la publiación de El feriado petrolero. El 4 de abril, un día después de la segunda vuelta electoral de aquel entonces en Ecuador, la pareja llegó a zona limítrofe a bordo de un vehículo. Acto seguido cruzaron la frontera en Aguas Verdes y llegaron a Talara, en la región peruana de Piura.
Se conoce por informes periodísticos de Ecuador que Villavicencio enfrentó hasta tres juicios iniciados por Correa, quien lo demandó por injuria, insolvencia y otros presuntos delitos.
“Esta siendo penalmente perseguido”
El abogado Roberto Pereira, exasesor legal del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS), institución que orientó a Villavicencio en Perú, escribió un artículo en favor del ahora fallecido candidato para El Comercio.
“En enero del 2014, la Corte Nacional de Justicia confirmó una condena contra Villavicencio a 18 meses de prisión efectiva, al pago de US$47.000 a favor de Correa y a ofrecerle disculpas públicas. Correa logró que una denuncia en su contra realizada por Villavicencio y otras dos personas por los hechos violentos del 30 de setiembre del 2010 fuera calificada de ‘maliciosa’ y ‘temeraria’, nuevamente a instancias del fiscal general, lo que aprovechó para denunciar a Villavicencio por ‘injuria judicial’”, recordó Pereira en el texto.
Lineas abajo, remarcó: “Está siendo penalmente perseguido por difundir información que el gobierno considera reservada pero de indudable interés público, algo que los estándares interamericanos sobre libertad de expresión consideran especialmente protegido por este derecho”.