Ya se acerca un aniversario más de la Provincia Constitucional del Callao y tantos sus autoridades como su gente se viene alistando a lo grande para recibir un cumpleaños más.
Y es que esta tierra de gente noble, valiente, honesta y pícara a la vez, hacen con su esfuerzo que este lugar sea uno de los destinos favoritos de muchos turistas que llegan de todas partes del mundo a conocer este sitio tan especial, a pesar de los problemas internos.
Sin embargo, a pesar de ser la única provincia del Perú en llevar el rango de Constitucional desde hace 166 años, todavía son pocos los que conocen la verdadera razón del porqué esta distinción tan especial que tiene el primer puerto. No es la que muchos creen y es el historiador Jorge Basadre quien nos da una pista para eso.
Un poco de historia
Mucho antes de comenzar la historia ‘oficial’ del Callao, ya se podrían encontrar restos arqueológicos que datan desde el IX milenio a. C. Eso es, inclusive antes de la revolución neolítica.
De igual manera, resto de civilización se pueden observar en la zona de El Paraíso. Según los especialistas, este yacimiento compuesto por un conjunto arquitectónico hecho de piedras y barro, data del periodo arcaico tardío.
De igual manera, las huacas Maranga y Bellavista son un testimonio palpable de la organización que tuvieron esos primeros pobladores, mucho antes de ser absorbidos por el imperio del Tahuantinsuyo.
Comienza lo formal
A pesar de que la fundación de Lima se dio en 1535 por parte de los españoles conquistadores, lo cierto es que la historia del Callao comenzó a correr formalmente dos años después, cuando un edificio fue construido cerca al puerto.
Con el correr del tiempo, ya casi por 1639, la población del Callao había subido a casi unas cinco mil personas.
Al ver este aumento, las autoridades del virreinato comenzaron a darle una mayor atención, sobre todo por el comercio marítimo que entraba y salía casi a diario.
Casi un siglo después se construye la fortaleza del Real Felipe (en 1746) y se convierte en el principal bastión de la defensa del status quo por parte de los españoles, que hasta en dos oportunidades hicieron retroceder la escuadra de Lord Cochrane y le hicieron la vida imposible a don José de San Martín cuando llegó para lograr la independencia del Perú.
Si bien es cierto que, lamentablemente, no existe un documento oficial que señale la fecha de fundación del Callao como ciudad, se tiene conocimiento que por lo menos ya era tomado como tal.
Un ejemplo de esta situación era que el nombre del Callao ya aparecía en un mapa diseñado por el cartógrafo neerlandés Guiljelmus Blaew de 1635. En este trabajo se señala la existencia de ‘V. del Callao’ (villa del Callao), así como ‘V. de Lima’ (villa de Lima).
No sería hasta 1671, que el Callao sería reconocido como una ciudad diferente a Lima. Hasta entonces era solo conocida como el ‘Puerto de Lima’.
El camino a ser provincia constitucional
Con la creación de la Confederación Perú Boliviana, el general Andrés de Santa Cruz firma el decreto de creación de la Provincia Litoral del Callao el 20 de agosto de 1836. Esta nueva condición le otorgaba a la ciudad portuaria plena autonomía política para resolver sus asuntos internos.
Pasaron 20 años, en 1857, para que el Callao sea promovida a Provincia Constitucional. Esto se dio gracias a la propuesta de quien luego sería héroe nacional: José Gálvez Egúsquiza; que era el presidente de la Convención Nacional. Todo durante el gobierno del mariscal Ramón Castilla.
La distinción era más que especial que a pesar de la existencia de otras dos provincias con denominación especial (la provincia litoral de Piura y la provincia fluvial de Maynas), estas lo era por manda de Ley, mientras que el Callao lo era por mandato constitucional. ‘Otro level’, dirían los millennials de estos tiempos.
El motivo
Sin embargo, esta acción de elevar a Provincia Constitucional al Callo habría sido un hecho gratuito, sino más bien, un reconocimiento al pueblo chalaco por darle una mano a la constitucionalidad del país. Pero, ¿y cómo así?
Pues, según se puede leer en el libro del historiador Jorge Basadre, ‘Perú Independiente’, el militar Manuel Ignacio de Vivanco intentó dar un golpe de estado a Castilla en 1856.
A pesar de sus intenciones, y de haber amanecido un día entero frente a las costas chalacas, Vivanco y sus tropas fueron incapaces de llevar a cabo su plan para desembarcar y terminaron partiendo al norte.
Entonces el presidente Castilla, montado en cólera por lo que él consideraba una traición, se embarcó en una vieja nave mercante y partió hacia su captura hasta Lambayeque y Piura.
En su camino, los barcos rebeldes, el ‘Loa’ y ‘Tumbes’ embargaron el cargamento de un buque mercante inglés y decomisaron armas y municiones. Pero fueron descubiertos por una flotilla, también inglesa, que vigilaba los intereses de sus compatriotas e intentó apresarlos.
Y en una rápida acción, Vivanco y sus huestes lograron huir del asedio inglés y se embarcaron en los demás barcos para, ahora sí, intentar desembarcar en el Callao el 22 de abril.
Y en una rápida acción, Vivanco y sus huestes lograron huir del asedio inglés y se embarcaron en los demás barcos para, ahora sí, intentar desembarcar en el Callao, el 22 de abril.
Pero Manuel Ignacio de Vivanco no contaba con que el bravo pueblo porteño les hiciera frente hasta hacerlos retroceder y fracasar en su intento golpista.
Ese sería el verdadero motivo por el cual el Callao recibiría al año siguiente la categoría de Provincia Constitucional, ya que, según Basadre frente al hecho reaccionario de Vivanco, el presidente Castillo alzó la bandera de la constitucionalidad.