Uno de sus huesos pesa casi 200 kilos: la extinta ballena hallada en Perú que está reescribiendo la historia

De acuerdo a expertos, este animal, que sería un ancestro de la ballena azul, sería el más pesado de todos los tiempos. Nadaba frente a las costas peruanas hace más de 39 millones de años.

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En el lugar se encontraron 13 vértebras gigantescas, una de ellas superó los 200 kilos, además de cuatro costillas y un hueso de cadera. (Aldo Benites-Palomino)
En el lugar se encontraron 13 vértebras gigantescas, una de ellas superó los 200 kilos, además de cuatro costillas y un hueso de cadera. (Aldo Benites-Palomino)

El increíble hallazgo de fósiles de un basilosaurio que habitó en las costas peruanas hace más de 38 millones de años significa un cambio significativo sobre lo que se sabía de la evolución de los cetáceos en la Tierra.

El Perucetus colossus, como lo han denominado sus descubridores, amenaza con quitarle oficialmente a la ballena azul el título como el animal más pesado del planeta, pero saber de su existencia va más alla de obtener esta etiqueta.

Para Richard Sabin, curador de mamíferos marinos del Museo de Historia Natural de Londres, lo realmente asombroso de la Ballena Colosal del Perú, además que uno de sus huesos casi pesa 200 kilos, es que va a marcar un antes y un después sobre lo que se creía del gigantismo en las ballenas.

De acuerdo con las estimaciones de los autores, el Perucetus colossus pesaba aproximadamente 200 toneladas, más que cualquier ballena azul. (Aldo Benites-Palomino)
De acuerdo con las estimaciones de los autores, el Perucetus colossus pesaba aproximadamente 200 toneladas, más que cualquier ballena azul. (Aldo Benites-Palomino)
“Lo sorprendente del Perucetus es que demostró (tener) tanta masa hace unos 30 millones de años, y pensábamos que el gigantismo en las ballenas ocurrió hace apenas 4,5 millones de años”, dijo.

Como un hombre de conocimiento, Sabin tiene claro que la ciencia en algún momento siempre traerá nuevos datos, por lo que afirma que ‘no se obsesiona’ con el rótulo de cúal fue el especimen más grande que alguna vez se haya visto sobre la faz de la Tierra.

“Ahora esta ballena se ha convertido en una especie de piedra angular para las personas. No nos obsesionamos con las etiquetas, como ‘¿cuál fue el espécimen más grande?’, porque sabemos que la ciencia en algún momento siempre traerá nuevos datos”, remarcó.

En esa zona se hallaron al menos 13 vértebras gigantescas del Perucetus colossus. Una de estas superó los 200 kilos. Los expertos excavaron y también se toparon con cuatro enormes costillas y un hueso de cadera.

“Lo cual es completamente alucinante”

La investigadora Rebecca Bennion, del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales en Bruselas, calificó el hallazgo de los fósiles como algo muy sorprendete. “Cada vértebra pesa más de 100 kilogramos, lo cual es completamente alucinante”, aseveró.

En tanto, Eli Amson, un miembro del equipo que descubrió los restos y que es liderado por el paleontólogo peruano Mario Urbina, expresó: “Los fósiles fueron descubiertos hace 13 años, pero debido a su tamaño y forma, nos tomó tres años trasladarlos a Lima, donde los han estudiado desde entonces”.

Se conoció que los huesos de esta ballena primitiva eran extremadamente densos, gracias a un proceso conocido como osteosclerosis, en el que se llenan las cavidades internas.

De acuerdo al equipo de científicos peruanos y extranjeros, las características de la ballena no estaban relacionadas con la enfermedad, sino que eran adaptaciones que le permitían flotar cuando buscaba alimentos en aguas profundas.

Esta ballena prehistórica previamente desconocida, ahora bautizada Perucetus colossus (coloso cetáceo del Perú), data de hace casi 40 millones de años. (Aldo Benites-Palomino)
Esta ballena prehistórica previamente desconocida, ahora bautizada Perucetus colossus (coloso cetáceo del Perú), data de hace casi 40 millones de años. (Aldo Benites-Palomino)

Un arduo trabajo para el hallazgo

Aldo Benites-Palomino, estudioso de la evolución de los cetáceos, quien participó del increíble descubrimiento, relató que se logró tras casi 10 años de excavaciones y un arduo trabajo.

“Hace 13 años encontró unos restos que inicialmente pensamos eran rocas o concreciones por la increíble dureza que tenían. Estos restos realmente correspondían a huesos gigantescos altamente osificados de un animal que no imaginábamos podia existir”, contó.

“Cuando empezamos a estudiar el esqueleto quedamos desconcertados. Las vertebras y costillas tenían un aspecto inflado, extremadamente robusto. Debido a esto decidimos investigar la anatomía interna de los huesos para entender su composición”, agregó.

Además, detalló: “A diferencia de otros vertebrados cuyos huesos se componen de tejido esponjoso y cortical, nuestro animal solo tenia hueso compacto, extremadamente denso. Esto se debe a un proceso denominado paquiosteoesclerosis presente en animales acuáticos, pero este era un caso extremo”.

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