Marcela Saldarriaga, testigo clave en la investigación fiscal iniciada en marzo contra la presidenta Dina Boluarte por presunto financiamiento ilegal en campaña, lavado de activos y organización criminal, murió este jueves en Lima, confirmó Vladimir Cerrón, fundador y líder de Perú Libre.
Saldarriaga, quien había sido operada en diciembre de 2022 y afrontaba una enfermedad que ponía a prueba su carácter y comportamiento, según Cuarto Poder, se puso a disposición de la Primera Fiscalía Supraprovincial Especializada en Delitos de Lavado de Activos para declarar en el caso que involucra a Boluarte, Pedro Castillo y el empresario Henry Shimabukuro, quien admitió haber financiado viajes y actividades proselitistas de la hoy presidenta.
La extesorera y exdirigente de izquierda había dicho al dominical que tanto Shimabukuro y Eduvigis Beltrán, dueño de la empresa de conserva de pescado Beltrán, inyectaron al menos un millón de soles a la campaña para acceder a programas de ayuda con el Estado y colocar a personas cercanas en altos cargos públicos. El dinero no fue declarado a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
Saldarriaga estuvo en la alfombra roja cuando Castillo llegó a la Presidencia y durante la juramentación de Boluarte. Incluso, deslizó que, ya en calidad de mandataria, la visitó dos veces después de su operación.
Era una pieza clave en la pesquisa fiscal, pues había confirmado la existencia de una agenda secreta con supuestos aportes no declarados en un caso que sacó a la luz la profesora Maritza Sánchez, parte del círculo cercano de Castillo.
En esa agenda fue consignada una reunión entre el empresario Beltrán y Boluarte, pese a que él ha negado conocerla. En contraparte, Shimabukuro y Sánchez la acusaron de haber solicitado 150.000 al propietario pesquero para financiar la batucada que organizaba Perú Libre. “Ya, déjame ver unas cosas y lo cerramos en el almuerzo”, habría replicado Beltrán.
Boluarte, quien sucedió a Castillo en diciembre del año pasado tras ser destituido por su fallido autogolpe, ha confirmado que el binomio Sánchez - Shimabukuro la acompañó durante la campaña por la segunda vuelta presidencial, pero que, cuando supo que “no eran personas idóneas”, las apartó de su entorno.
También rechazó las acusaciones y consideró que eran una “oscura maniobra política que pretende manchar al gobierno constitucional, a la democracia y la institucionalidad, con dichos y sin pruebas”.
“No ha existido ningún tipo de negociación, pedidos o favores por parte de la señora Dina Boluarte”, señaló su despacho a través de Twitter y aseguró que “si Shimabukuro ha colaborado o financiado actividades partidarias, lo ha hecho absolutamente de manera personal y sin transar compromiso alguno”.
A raíz de este caso, la oposición en el Congreso anunció una moción de destitución contra la mandataria, quien paralelamente tuvo que responder a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, por otro caso de presunta corrupción referido a las supuestas irregularidades en la contratación de empresas de su exasesora, Grika Asayag.
Asayag enfrenta una investigación por supuesta negociación incompatible o aprovechamiento indebido del cargo que implica, a la vez, al exministro de Trabajo, Alfonso Adrianzén, y al expresidente de EsSalud, Aurelio Orellana.
El deceso de Saldarriaga ocurrió el mismo día en que el Congreso autorizó que Boluarte viaje a la Cuarta Reunión de Presidentes de los Estados Partes del Tratado de Cooperación Amazónica, que se celebrará el 8 y 9 de agosto en Brasil, y que será su primera salida al extranjero como jefa de Estado.